Hace unos meses el Consejo de Ministros aprobó el anteproyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética en el que se establecía la intención de poner una fecha límite a los vehículos ligeros de combustión para el año 2050 en España. De momento es un borrador y aún falta por que se apruebe la ley en el Congreso y en el Senado.
Esto significa que en 30 años todos los automóviles y furgonetas no podrán emitir dióxido de carbono a la atmósfera y es entonces cuando los coches eléctricos tendrán casi todo el protagonismo en las carreteras. En este artículo queremos dar luz a dos aspectos fundamentales: dónde y cómo recargar un coche eléctrico. Para ello, hemos contactado con la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica (AEDIVE).
Si tienes planteado comprar un coche eléctrico, sea a corto o largo plazo, debes conocer dónde recargarás tu vehículo ya que uno de los condicionantes a la hora de utilizar un eléctrico es ese: dónde están los puntos de recarga que más te interesan. En términos generales existen tres lugares donde recargar un coche eléctrico:
1. En casa: Es la más común de las tres de las que vamos a hablar y se la conoce también como recarga vinculada. Según AEDIVE en este punto se va a recargar entre el 85% y 90% de las necesidades de energía que requerirá el coche.
Esta asociación recomienda que si vas a comprarte un coche eléctrico es aconsejable tener un punto de carga en tu vivienda. Por un lado será una opción cómoda y por otra, normalmente será la más barata, siempre y cuando carguemos nuestro coche aprovechando las señales de precio del mercado a través de la tarifa súper valle y de las tarifas por tramos.
Cuando hablamos de la carga en casa tenemos que distinguir dos opciones. La primera es si tienes una vivienda particular con una plaza de garaje propia, que es la mejor opción para cargar un coche eléctrico porque tendremos localizado un enchufe más a mano o podremos montar una instalación dedicada para recargar nuestro vehículo sin gastar tantos recursos como si no tuviésemos una vivienda unifamiliar.
La segunda opción es que vivamos en un garaje comunitario. La Administración reaccionó rápido y de forma positiva al modificar la Ley de Propiedad Horizontal para que instalar un punto de recarga no tuviese tantas complicaciones como antes de la ley. En el artículo tercero de la Ley 19/2009 del BOE número 283 publicado el 23 de noviembre de 2009, sobre las medidas de fomento y agilización procesal del alquiler y de la eficiencia energética de los edificios, se modificó la parte en que la junta de propietarios tiene que aprobar la instalación de estos puntos.
Ahora solo basta con informar por escrito al presidente de la comunidad o al administrador y es importante que guardes la copia del documento con fecha y sello.
Después de informar al presidente, debes conocer cómo realizar la instalación y cómo proceder. Si quieres hacerlo correctamente, ya sea en una casa particular o en una comunidad de propietarios, hay que seguir lo que indica la norma, que viene en la ITC BT-52 donde se exige que se instale un circuito exclusivo que no podrá superar los 9,2 kW de potencia.
Una casa común puede oscilar entre los 3,6 kW y los 7,4 kW por lo que no sería en muchos casos necesario ampliar la potencia contratada. Las viviendas unifamiliares pueden conectar el vehículo al enchufe de toda la vida (el que usa una nevera o un microondas). Si no, es aconsejable instalar una base mural de recarga conocida como wallbox, que tendrá un conector adecuado para realizar las recargas con un coche eléctrico.
En el siguiente artículo puedes leer de forma detallada cómo instalar un punto de recarga y en este otro tienes la explicación de todo lo que hay que saber a nivel legal, técnico y de precio cuando quieras tener una toma de recarga en la plaza de garaje.
En el caso de los edificios de nueva construcción, según el Real Decreto 1053/2014, los garajes comunitarios deben tener la preinstalación ya hecha y la derivación para cada plaza. Luego ya cada propietario podrá decidir si instalar o no un punto de recarga. En el caso de los aparcamientos de empresas y de uso público es obligatorio que haya al menos una estación de recarga cada 40 plazas.
2. En el trabajo, centros comerciales, supermercados, hoteles...: A esta segunda opción se le denomina recarga de oportunidad. Como bien indica la palabra, es una opción añadida que tenemos mientras que estamos ocupados en otras tareas, ya sea trabajar o ir de compras, por ejemplo. En el caso del trabajo, obviamente dependerá de tu empresa y tendrás que hablar con un responsable, si es que tienen un punto de recarga, para saber si puedes conectar tu vehículo. No te vaya a pasar como este caso en el que una empresa quiso expedientar a un trabajador por recargar su patinete eléctrico en su puesto.
En el caso de los centros comerciales, supermercados, hoteles... son las propias empresas las que deciden instalar un punto de carga para que sus clientes tengan ese servicio añadido y de forma gratutita generalmente. El tipo de recarga en estos casos suele ser lenta y no da tiempo a que se cargue el coche por completo (tampoco es el objetivo con estos puntos).
En este caso la potencia que se alcanza puede ser de hasta 22 kW aunque hay que tener en cuenta que no todos los coches del mercado actual pueden cargar a esa potencia. Esa información viene en las especificaciones técnicas del vehículo eléctrico.
La opción de la recarga de oportunidad es la más idónea para aquellos que se han aventurado a comprar un coche eléctrico sin disponer de un punto de carga en su domicilio. Quienes se encargan de los procesos de recarga, además de los pequeños negocios particulares, son los operadores de carga (antes conocidos como gestores de carga) y en España puede haber hasta 40 diferentes.
3. Electrolineras: Son las que ofrecen la carga más rápida, las que menos tenemos en España y las que resultan más útiles cuando vamos a hacer un viaje largo por autopista o carretera con nuestro coche eléctrico. La recarga se realiza a unos 50 kW de potencia en carga continua (DC), o en AC43 para la carga alterna de algunos modelos, aunque en el futuro, los supercargadores admitirán recargas de hasta 350 kW (o quién sabe si incluso más), como ya sucede en el punto de recarga de la gasolinera de Lopidana (Álava), ya operativo y que cuenta con una potencia máxima de 700 kW, incluyendo conectores estándar de recarga CCS (de hasta 350 kW) y CHadeMO (hasta 100 kW).
Según el anteproyecto que hemos mencionado al principio de este artículo, una vez que se apruebe el borrador las gasolineras que suministren más de 10 millones de litros tendrán 21 meses para instalar esos puntos de recarga de 50 kW. Las gasolineras más pequeñas (entre 5 y 10 millones de litros) tendrán que esperar 27 meses desde la aprobación. No obstante, todo esto está aún en el aire hasta que no haya un Gobierno oficialmente asentado.
Los propietarios de Tesla tienen una red de supercargadores que les permite realizar recargas de hasta 150 kW. Frente a esto, existe la red Ionity, formada por empresas como BMW Group, Daimler AG, Ford Motor Company y el grupo Volkswagen AG, que pretenden plantar cara a Tesla creando una red por toda Europa (incluida España) con 400 estaciones de carga rápida de hasta 350 kW para 2020. En España también empresas como Endesa X e Iberdrola se han comprometido a crear más puntos de carga rápida.
Actualmente no existe ningún mapa oficial en el que podamos ver todos los puntos de carga eléctrica que ya hay instalados en el país. La web más famosa es Electromaps y en ella, a través de un mapa, podemos ver los puntos que hay registrados por los usuarios, el tipo de conector que tienen o si en ese momento funcionan o no. Hace poco supimos que el Gobierno en funciones de Pedro Sánchez presentó la idea de crear un mapa online de los puntos de recarga, aunque no está confirmado ni aún se ha puesto en marcha. Para poner un ejemplo, sería parecido al geoportal de hidrocarburos que ya existe.
Desde AEDIVE también nos han informado de una plataforma colaborativa que ha surgido recientemente en España denominada Honest Charging y que es una red compartida de puntos de recarga. Ahí cualquier usuario que tenga una estación de recarga la puede compartir en la aplicación para que los demás puedan acudir a ella y recargar su vehículo eléctrico.
Una vez que hemos localizado dónde puede haber puntos de recarga donde más nos interesa, debemos tener en cuenta tres elementos: los tipos de conectores, los tipos de recarga y los modos de carga. En este apartado vamos a hacer un desglose para entenderlo de un primer vistazo, pero si quieres más detalles puedes consultar esta información.
Tipos de conectores
En el mercado hay muchas marcas que fabrican coches eléctricos y y en Europa hay un estándar recomendado de conector, que es el tipo 2 para la recarga normal y el CCS para a recarga rápida, si bien los puntos de recarga rápida incluyen tres mangueras que permiten recargar a todo tipo de vehículos eléctricos con este tipo de carga, ya sea estándar europeo o japonés (CHAdeMO), y con carga acelerada en alterna (AC43).
Conector doméstico schuko. Es el que más nos puede sonar, el que utilizamos para los electrodomésticos en España. Soporta corrientes de hasta 16 A y con él solo podemos realizar cargas lentas hasta 10 A, sin muchos kilowatios de potencia, pero aprovechando que el vehículo se pasa estacionado muchas horas por la noche y además que el coste económico es ínfimo, de hasta 0,50?/100 km.
Conector tipo 1 (SAE J1772) también conocido como Yazaki. Está pensado para vehículos eléctricos y tiene un estándar norteamericano por lo que será muy raro verlo en España.
Conector IEC 62196 Tipo 2 (se le conoce como Mennekes aunque es solo una marca, no un estándar; como el pan de molde que mucha gente llama pan Bimbo, por ejemplo). Junto con el schuko es el que más vamos a ver por los puntos de recarga en España y es que la Unión Europea ya dijo en su día que quería que Mennekes fuese el estándar de recarga para los vehículos eléctricos. Permite hacer cargas lentas de hasta 16 A y también cargas rápidas de 43,8 kW en aquellos vehículos capacitados para ello.
Conector combinado o CCS. Es la opción que propusieron como estándar desde hace unos años los alemanes y norteamericanos. Sirve para realizar una recarga rápida. Están en las diferentes redes de puntos de carga rápida que se están instalando por toda España y en la red Ionity que mencionamos anteriormente se utilizará también este tipo de conector.
Conector Scame (tipo 3). Lo utilizan sobre todo los fabricantes franceses. Admite hasta 31 A y permite una carga semi-rápida, si bien en Europa hubo una pugna entre los fabricantes italo-franceses que abogaban por este estándar y el resto de europeos, que apostaba por el Tipo 2, que es el que finalmente se ha recomendado en Europa, por lo que el tipo 3 de conector no está operativo en España.
Conector CHAdeMO. Es el estándar japonés de carga rápida que instalan vehículos como los de Nissan (Toyota, por ejemplo, de momento no tiene vehículos con carga rápida). Se utiliza para hacer recargas rápidas en corriente continua. Admite hasta 200 A de intensidad de corriente (para recargas ultra-rápidas).
Por las estadísticas que ofrece electromaps hay 4.788 puntos de recarga registrados actualmente en la página web repartidos por España (pueden estar en hoteles, centros comerciales, electrolineras, supermercados...). En esos puntos la mayoría tienen conectores Mennekes (5.851) o Schuko (4.489). Los demás ya se reparten casi en la misma proporción (mucho menor que las dos anteriores) entre los cargadores de Tesla, el CHAdeMO y el CCS2. Entre todos ellos suman 12.593 conectores.
Tipos de cargas
Están relacionadas tanto con los tipos de conectores como con las zonas donde podemos recargar nuestros vehículos eléctricos. Para entenderlo de forma rápida, puede haber de dos tipos: carga lenta o carga rápida, aunque dentro de cada una existen más divisiones.
Recarga súper lenta: se da para las redes eléctricas de 10 A. Para hacernos una idea, un coche eléctrico con una capacidad de las baterías de 24 kWh podrá estar al 100% de su capacidad, teniendo en cuenta que estaba casi vacía, en unas 10 horas. Este tipo de carga no suele ser común. Recarga lenta o normal: Es la que utiliza el mayor número de usuarios que quiera recargar su coche eléctrico por la noche, sin prisa, o durante varias horas que no utilice el coche. La carga se hace a 16 A y desde los 3,6 kW de potencia hasta los 7,4 kW. Esta opción y la anterior son las más recomendables para que las baterías no sufran con la recarga y siempre es mejor hacerlo cuando están entre un 20% y un 80% de su capacidad. Siguiendo con el anterior ejemplo, un coche de 24 kWh podría recargarse en unas 8 horas aproximadamente. Recarga semi-rápida: Se realiza con una potencia desde los 11 kW hasta los 22 kW. Con esta recarga un coche de 24 kWh podría tener llenas sus baterías en aproximadamente una hora. Recarga rápida: La potencia utilizada es de unos 50 kW lo que supondría que unas baterías de 24 kWh podrían estar cargadas en media hora aproximadamente. Las recargas rápidas son solo aconsejables hacerlas cuando se hacen viajes largos, no para el día a día ya que puede afectar a la vida útil de las baterías. Recarga ultra-rápida: En España es muy complicado ver de este tipo más allá de los supercargadores de Tesla y los de la red Ionity. Llegan a utilizar una potencia superior a los 150 kW. En este caso no podríamos dar el dato de cuánto tiempo tardaría en cargar un coche con unas baterías de 24 kWh porque no están adaptados para recibir tal intensidad de potencia.
Estos tipos de recarga son los que existen en la actualidad y en lo que se está trabajando. Sin embargo, los cables no son la solución más elegante y práctica a la hora de recargar un vehículo eléctrico, aunque sí la forma más eficiente. Por eso, hay empresas como BMW o Mercedes-Benz que ya estudian cargar sus vehículos por inducción. Si esto se consiguiese a nivel global el avance sería mucho mayor en la tecnología de los vehículos eléctricos.
Modos de carga
El modo de carga es fundamental y sirve para que el coche eléctrico y la infraestructura de recarga estén comunicados. De esta forma se puede controlar el estado de la recarga, cuánta potencia debe transmitirse del punto de recarga al coche, saber si hay algún problema y que el sistema pueda interrumpir la transmisión de energía e incluso pasar electricidad del coche a la red doméstica.
Modo 1: Sería con el conector schuko (el de los electrodomésticos) y no habría ningún tipo de comunicación entre el coche y la red por lo que no está recomendada su utilización. Modo 2: A partir de este modo ya habría comunicación entre las dos partes aunque en un nivel bajo. Al igual que en el modo 1, también se podría usar un conector schuko solo que esta vez el cable tendría un elemento que comprobaría si el vehículo está correctamente conectado para que se pueda cargar. Modo 3: El nivel de comunicación entre el coche y la red es mucho mayor. Es el punto de recarga quien lleva dentro todos los sistemas de control e incluye todos los cables y conectores necesarios para conectarse con el vehículo que se quiere cargar. Modo 4: Al igual que en el modo 3, el nivel de comunicación es alto. En este caso un conversor convierte la corriente alterna en corriente continua, lo que facilita la recarga rápida.
A la hora de realizar este artículo hemos podido hablar con una serie de usuarios de coches eléctricos que nos han informado, nos han contado su experiencia y nos han dado una serie de consejos que pueden resultar prácticos a aquellos que se estén planteando la compra de algún vehículo eléctrico.
Alejandro Borrego es un joven que tiene un Tesla Model 3 Long Range y también un BMW i3. Vive en Holanda, pero tiene que viajar alguna vez hasta España en su Tesla (con el BMW i3 aún no se atreve a hacer un viaje tan largo porque la red de carga rápida que existe para viajar en Europa y España "no es la mejor todavía"). El Model 3 tiene mejor autonomía que el i3 y cuenta con la red de supercargadores que Tesla tiene repartidos por toda Europa que le ofrece una seguridad a Alejandro a la hora de recorrer largas distancias.
Su día a día con los coches eléctricos en Holanda "no implica mayor problema", según nos cuenta este "friki", como él se denomina, de los coches eléctricos. Allí tienen bastante integrados los puntos de carga en las calles hasta tal punto que él no tiene uno propio en su casa. Siempre los carga en la calle. Sin embargo, cuando viene a España ve las grandes diferencias, sobre todo en la red de carga.
"No existen puntos de carga rápida que tengan mucha potencia para viajar y los que hay son insuficientes para recorrer largas distancias en España", nos comenta Alejandro. Este joven lamenta que incluso en Barcelona sufre la ansiedad (término que se conoce como range anxiety) de quien no sabe si va a poder cargar su coche tanto antes de llegar como cuando alcanza su destino. Alejandro de hecho está deseando que la red Ionity sea una realidad y que cada vez haya más puntos de carga (no solo rápida) en España.
Lucía vive en Madrid y se compró a inicios de 2019 un Renault ZOE. Necesitaba un coche pequeño con el que poder desplazarse por Madrid, de forma ecológica y que le permitiese no pagar el aparcamiento de la zona SER, algo que es gratuito para los usuarios de los coches eléctricos. Su decisión la tomó incluso sabiendo que no tendría una plaza de garaje privada, algo que es recomendable si quieres ir más tranquilo con las recargas.
He llegado a tener ansiedad por no saber dónde recargar el coche, aunque a pesar de todo estoy encantada con este tipo de movilidad"
Esta decisión hizo que tuviese ciertos problemas a la hora de recargar su ZOE. Empezó con la empresa Ibil, un operador de carga que tiene varios puntos repartidos por la geografía española. "En un principio eran gratuitas y yo cargaba ahí mi coche, pero luego los puntos de carga que utilizaba empezaron a fallar así que me tuve que buscar la vida. Lo intenté pagando 20 euros en otro punto de Ibil, pero me dio error así que perdí el dinero y no pude recargar mi coche. Esto fue así hasta que encontré un supermercado que me permite cargar de forma gratuita todo el tiempo que quiera el coche, aunque eso sí, en carga lenta", nos cuenta.
Lucía reconoce que ha llegado a tener ansiedad por no saber dónde recargar su coche en alguna ocasión, y eso que no le importa que tenga que pagar por ello. No obstante, a pesar de todo reconoce que está encantada con este tipo de movilidad y que no la cambiaría, aunque le gustaría encontrar algún punto más cercano a su casa que le llevase menos tiempo dedicado a este proceso.
Por último, tenemos que citar la experiencia de los propios miembros de AEDIVE, que son los que nos han aclarado muchas de las dudas que han surgido a la hora de escribir este artículo. Desde esta asociación creen que "hay mucha falta de conocimiento e incluso informaciones falsas referidas al coche eléctrico y que realmente no hay tantos problemas como la gente cree".
De hecho, invitan a los conductores a que empiecen ya a comprarse coches eléctricos y prueben la tecnología en lugar de esperar a que se cumpla el año 2050, aunque son conscientes (y para ello trabajan) de que "queda mucho por hacer, en especial en el desarrollo de un plan de incentivos coherente, ambicioso y continuado desde la Administración del Estado, junto con una fiscalidad verde que envíe señales de precio a los ciudadanos en cuanto a las tecnologías menos contaminantes".
En AEDIVE señalan que uno de los puntos fuertes es que la recarga supone unos costes muy interesantes. Arturo Pérez de Lucía, director general de AEDIVE, explica que él hace 1.500 km al mes con un coche eléctrico de 170 CV y se gasta entre 7 y 11 euros al mes haciendo la mayoría de la recarga desde su casa, algo que en un motor de combustión podría suponer unos 200 euros. En el siguiente enlace tienes una explicación detallada de lo que cuesta cargar un coche eléctrico con las tarifas de la luz en España.
Pérez de Lucía nos explica que él mismo ha realizado ya varios viajes largos con diferentes tipos de vehículos eléctricos (BMW i3, Nissan Leaf, Hyundai Ioniq y Hyundai Kona) y que gracias a los puntos de carga rápida en itinerancia pudo viajar hasta su destino sin problemas. Y este tema por lo visto mejorará ya que desde AEDIVE nos informan de que "a principios de 2020 ya existirá un mallado básico de puntos de carga rápida situados estratégicamente que nos permitirá hacer viajes más largos por toda España con los coches eléctricos".
También nos aclara que no debería mirarse mal al coche eléctrico por tener que hacer una previsión del recorrido con los puntos de carga en los que nos debemos parar y recargar nuestro vehículo. "Evidentemente no hay puntos de carga eléctrica en todas las estaciones de servicio, pero sí que hay otros puntos en otras zonas del mapa, al contrario que con los carburantes que te obligan a parar en una gasolinera", explica Arturo Pérez de Lucía.
De todas las experiencias y todas las informaciones leídas, sacamos en claro que el coche eléctrico es sobre todo práctico para el día a día y que incluso no es necesario cargarlo todos los días. Eso depende del número de kilómetros que hagamos diariamente. Donde más esfuerzos tienen que poner los partidarios de la movilidad eléctrica es en que sigan creciendo los puntos de carga, sean normales o rápidos, para que nos resulte natural salir a la calle y no estar continuamente fijándonos en los kilómetros que quedan. También ayudará que las autonomías de las baterías mejoren y que el precio de los coches eléctricos baje.
Se avanza sí, pero quizás más lento de lo que nos gustaría, aunque se nota que se está dando un empujón cada vez mayor a esta tecnología (que no diré nueva porque ya lleva más de un siglo con nosotros). Las asociaciones luchan para que no se estigmatice el coche eléctrico y a esto está ayudando que los gobiernos ya no quieran tanto a los vehículos de combustión.
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