El pasado mes de abril Tesla celebró un evento de más de tres horas para celebrar su "Día de la Autonomía". Durante los minutos finales del mismo Elon Musk -CEO de la compañía- subió al escenario para realizar un sorprendente anuncio: que en 2020 presenciaríamos el lanzamiento del servicio de taxis autónomos de la compañía, que arrancaría con una flota de un millón de vehículos.
No es la primera vez que un anuncio de Musk -un empresario tan visionario como dado al marketing grandilocuente y al comportamiento errático- es recibido con escepticismo por los expertos de la industria.
Pero, en este caso, quien se ha pronunciado al respecto ha sido uno de los rostros más mediáticos de la inteligencia artificial en China, Kai-Fu Lee, ex-presidente de la división nacional de Google. Y no ha sido en términos precisamente elogiosos. De hecho, sus palabras exactas, publicadas en la red social Twitter, han sido
"Si en 2020 hay un millón de robo-taxis de Tesla funcionando en las carreteras, me los como. ¿Quizá @rodneyabrooks quiera comerse la mitad conmigo?".
Lee se refería a Rodney Brooks, ex-director del CSAIL (el Laboratorio de Inteligencia Artificial e Informática del MIT) y hasta hace unos meses presidente de Rethink Robotics, que en la misma red social había vaticinado lo siguiente con respecto al anuncio de Musk:
"Contemos cuántos taxis realmente autónomos de Tesla (sin conductor humano de seguridad) hay circulando por calles normales y corrientes (es decir, sin restricciones para el acceso de vehículos conducidos por humanos) a fecha del 31 de diciembre de 2020.
No será un millón. Mi predicción: cero. Recuerda y retuitea esto entonces".
Ante la respuesta de un usuario de otro tuitero, que afirmaba admirar lo que está haciendo Musk "aunque no sea el mejor a la hora de fijar horarios", Lee contestaba esto:
"Establecer expectativas altas, imposibles de cumplir, no ayuda en nada. El nivel 5 está claramente lejos. Necesitamos enfocarnos en aplicaciones semiautónomas utilizables, no establecer metas altas y fallar".
Y es que, más allá de los fuegos artificiales que suelen rodear las declaraciones de Musk -y que siguen convenciendo a muchos inversores- y a las connotaciones de los nombres con los que Tesla bautiza su tecnología de conducción autónoma (Full Self Driving, Autopilot, etc), los expertos son conscientes de que producir vehículos 100% autónomos y lo bastante seguros como para ofertarlos a los usuarios en un servicio comercial es una meta que está a algo más de año y medio vista.
Imagen | OnInnovation & TechCrunch
.