En Huawei están preparándose por si el veto que plantea la guerra comercial entre Estados Unidos y China entra en vigor. La compañía tiene su sistema operativo HarmonyOS en el apartado software, pero además tiene también contemplada la posibilidad de que empresas como ARM, que diseña la arquitectura en la que se basan sus procesadores Kirin, deje de colaborar con ellos debido a ese veto. Ya lo hizo brevemente en mayo, de hecho.
tuvimos la oportunidad de entrevistar a Peter Zhou, uno de los más altos directivos de Huawei, y sus comentarios dejan claro que esa posibilidad no frenará su ambición en el mercado móvil. Si no pueden trabajar con ARM, explicaba, "podríamos tener una nueva arquitectura ARM, pero de Huawei".
Los comentarios se realizaron en el marco del evento Huawei Connect 2019 en Shangai al que Xataka está atendiendo, y la charla de Zhou está muy orientada a empresas, servidores y computación para la inteligencia artificial.
Durante esa charla Zhou nos contestó a varias cuestiones sobre el futuro de la empresa, y una de ellas estaba dirigida precisamente a hablar de ARM y del futuro de Huawei ante un veto que podría romper esa relación. ¿Qué pasa con la dependencia de Huawei con respecto a ARM?
Para Zhou eso no sería un problema. "Ahora mismo la CPU de nuestros móviles está basada en la arquitectura ARM", explicaba. "Tenemos la licencia completa. En ARM existe una licencia parcial que permite que puedas usarla, pero nada más. La licencia completa te permite desarrollar soluciones propias, añadiendo más de tu propio conocimiento y cambiándola".
Efectivamente esa licencia completa permite un margen de libertad casi total para desarrollar procesadores propios a partir de los diseños base de ARM. Este tipo de licencia es la misma que tienen Samsung, Apple o Qualcomm, y todas ellas, Huawei incluida, la usan para poder crear sus procesadores móviles con sus propias decisiones de diseño.
La base de todos estos desarrollos es la misma puesto que todas estas empresas hacen uso de esos ingredientes básicos que ARM ofrece, pero a partir de ahí añaden todo tipo de mejoras tecnológicas para crear SoCs como los recientes Samsung Exynos 9820, Qualcomm Snapdragon 855, Apple A13 Bionic o por supuesto Kirin 980.
Zhou incidía en las opciones que ofrece esa capacidad: "nosotros básicamente tenemos la licencia completa, así que no solo podemos usarla, sino modificarla, e incluso podemos cambiar la arquitectura para adaptarla a nuestro propio mercado u otros mercados". Es lo que han estado haciendo hasta ahora con sus SoC Kirin, pero las cosas podrían torcerse de activarse el veto comercial con el que EE.UU. lleva amenazando a la empresa desde hace meses.
De hecho, este directivo indicaba que "esperamos poder mantener la colaboración con ARM", pero avisa de que están preparados para una posible ruptura de esa relación.
"Si no pudiéramos continuar con esa colaboración seguiremos necesitando añadir nueva tecnología y mejoras a los procesadores", destacaba, "y eso significaría que podríamos tener una nueva arquitectura, algo así como una nueva arquitectura ARM, pero de Huawei".
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