La iniciativa cuenta con el apoyo de más de 30 de las empresas más importantes del sector.En la iniciativa hay tres grandes nombres que no están: Apple, Google y Samsung.Google paraliza la transcripción de conversaciones de sus asistentes tras la polémica.
¿Y si los asistentes de voz fueran compatibles entre sí? Amazon y Microsoft quieren que eso sea posible. Ambas forman parte de una iniciativa para que los distintos altavoces inteligentes, como Alexa o Cortana, sean compatibles entre sí y con los dispositivos variados presentes en el mercado.
La multinacional estadounidense del comercio electrónico ha anunciado la Iniciativa de Interoperabilidad de Voz, que cuenta con el apoyo de más de 30 compañías. Su objetivo es proveer a los clientes de "opciones y flexibilidad mediante servicios de voz variados y compatibles".
La propuesta cuenta con el respaldo de la propia Amazon (propietaria de Alexa), Microsoft (propietaria de Cortana), Baidu, BMW, Bose, Harman, Logitech, Salesforce, Sonos, Sound United, Sony Audio Group, Spotify, Tencent, Orange, SFR, Verizon, Intel, NXP Semiconductors y Qualcomm Technologies, entre otras firmas.
Pese a que la lista de firmantes incluye a varios de los actores más importantes en este sector, especialmente en lo referente a constructores de hardware, hay tres grandes nombres que no aparecen en ella y que juntos suponen una parte muy significativa del mercado: Apple con Siri, Google con Google Assistant, y Samsung con Bixby y sus altavoces y otros dispositivos inteligentes.
La idea final es que un usuario pueda dirigirse a su altavoz inteligente (independientemente de quién sea el fabricante) con las palabras de activación "Alexa", "Cortana" o cualquier otra según lo prefiera en cada ocasión, y que sea este servicio de voz que le responda.
Los asistentes virtuales han protagonizado varios titulares durante los últimas meses desde que a principios de julio la prensa belga publicara que personas contratadas por Google estaban escuchando algunas de las interacciones que los usuarios mantienen con Google Assistant, y, a raíz de aquel caso, Amazon, Apple, Facebook y Microsoft reconocieron prácticas similares.
Se trata de prácticas que se vienen haciendo desde el mismo momento en que se pusieron en funcionamiento estos servicios y que son conocidas dentro del sector, pero que en muchas ocasiones no han sido comunicadas de forma precisa o transparente al público, lo que ha generado cierto ruido mediático por las publicaciones.
Las empresas lo justifican alegando que, pese a los avances en aprendizaje automatizado e inteligencia artificial, las máquinas siguen sin ser perfectas y por tanto necesitan que de vez en cuando seres humanos comprueben que están funcionando correctamente y contribuyan a posibles mejoras del sistema.