"La noche oscura más oscura" no solo es una película de Kathryn Bigelow, es también un "pozo petrolífero" en potencia, una fuente de energía que ahora empezamos a aprender a utilizar. Y es que pese a que el uso del radiación térmica (que así se llama el fenómeno físico que hoy nos ocupa) se remonta hace miles de años en la antigua Persia, solo en los últimos años los ingenieros se han puesto a estudiarlo con detalle.
Es cierto. No es la primera vez que os hablamos de investigadores que trabajan en utilizar la tecnología solar para extraer energía renovable de los cielos nocturnos. Sin embargo, lo que parecía una curiosidad de laboratorio va cogiendo velocidad.
De hecho, ahora, una nueva investigación de la Universidad de California, Davis plantea la posibilidad de que, en condiciones óptimas, las células fotovoltaicas puedan generar una cuarta parte de la energía que producen durante el día. Aún está lejos, pero las cifras empiezan a dejar claro que esto va en serio.
La idea es incluir células termorradiativas, es decir, dispositivos que generan energía mediante el enfriamiento radiativo, en las placas solares estándar. Sobre todo, en esas que se instalan en zonas despejadas y áridas. Este proceso termorradiativo en el que el enfriamiento de la célula produce, en el proceso, una pequeña cantidad de energía.
Este tipo de células se están probando en numerosos campos con la idea de convertir el calor residual en energía eléctrica. Hay proyectos muy interesantes para construir aires acondicionados basados en esta tecnología. Sin embargo, construir paneles que permitan los dos tipos de configuración es difícil. Y "no porque la física que subyace a los procesos sea distinta", sino porque los materiales que necesitan, sí lo son.
Según explican en la investigación publicada en ACS Photonics, los paneles solares podrían producir hasta 50 vatios de energía por metro cuadrado en condiciones ideales. es decir, sistemas como este permitirían aumentar hasta un 12 por ciento la producción en entornos idénticos como los que ya ocupan muchas granjas solares actuales.
Ni que decir tiene que todo esto está lejos aún de llegar al mercado. Sin embargo, parece evidente que la carrera por conseguir células termorradiativas antes que nadie se inscribe en la imparable tendencia a la baja de los precios de la energía solar.
Imagen | Israel Palacio
.