Controlar el foco de infección es una de las obsesiones de China frente al coronavirus. Para ayudar a esta tarea, la agencia de noticias Xinhua ha anunciado que el gobierno chino ha publicado una aplicación móvil que rastrea al usuario y le envía una alerta en caso de haber estado en "contacto cercano con alguien infectado".
La Comisión Nacional de Salud china no detalla cómo funciona esta aplicación, pero sí explica que ha trabajado con el Consejo de Estado y empresas públicas como el China Electronics Technology Group para "garantizar datos precisos, fiables y autorizados". Unos datos obtenidos desde diversas agencias del estado y representan el último ejemplo de cómo China utiliza su gigantesca red de datos para examinar a la población; en este caso frente al coronavirus Wuhan.
La nueva aplicación para "detectar contactos cercanos" está accesible a través de redes como Alipay o WeChat, muy populares en China. Los usuarios pueden escanear un código QR, introducir su nombre, su número de teléfono y su número de identificación y solicitar información sobre si han estado en contacto cercano con alguien infectado por el virus.
Una vez introducidos estos datos, la aplicación responde si hay riesgo de contagio o la localización no coincide con datos de gente infectada. Según describe Xinhua, a través de un mismo número de teléfono se puede solicitar la identificación de tres ID diferentes.
En caso que la aplicación determine que el usuario está en riesgo, la aplicación envía un aviso al usuario explicando que se quede en casa y contacte con las autoridades de salud locales.
El gobierno chino define "contacto cercano" como "acercarse, sin protección efectiva, a casos confirmados, sospechosos o leves del coronavirus mientras la persona estaba enferma, aunque esta no mostrara síntomas en ese momento". Un contacto que engloba desde gente que ha trabajado cerca, vive en la misma casa o comparte clase; equipo médico, familiares o gente que ha estado en contacto físico y pasajeros del mismo medio de transporte.
Según explica BBC; por ejemplo en un avión, todos los pasajeros a una distancia de tres filas de una persona infectada se considerarían contacto cercano, así como el personal de cabina. Adicionalmente, el resto de pasajeros de ese transporte se registrarían como "contactos generales". En el caso de un tren, todos los miembros del mismo vagón se consideran contacto cercano.
El sistema de vigilancia chino lleva años implementado y hasta para viajar en tren de larga distancia o los autobuses se requiere identificación. Lo mismo ocurre con esta nueva aplicación para detectar casos del coronavirus.
Con la aplicación, los usuarios tienen acceso a un método para descubrir si su localización coincide con alguno de los infectados. Un "mapa de infectados" que muestra hasta qué punto la tecnología de seguimiento está arraigada en el país. Pero no son los primeros en ofrecer estos datos.
Compañías como QuantUrban y Wechat ya disponen de herramientas para ofrecer información en directo sobre un mapa de casos confirmados. Un mapa con once ciudades que los usuarios pueden seguir y comprobar si alguna de esas localizaciones coincide con la suya. En el caso de WeChat, el programa 'YiKuang' ("Situación de la epidemia") cubre las ciudades de Shenzhen y Guangzhou.
"Ver el mapa es un consuelo psicológico"
"Ver el mapa es un consuelo psicológico. No se puede garantizar que no habrá casos nuevos, pero puedes evitar un área que ya está afectada", explica un ciudadano a Reuters. "Queríamos anotar la información en el mapa para que el público pudiera ver mejor cómo se distribuyen los sitios epidémicos de manera más intuitiva, y también recordar a todos que tomen la protección adecuada", explica al mismo medio Yuan Xiaohui, CEO de QuantUrban. Unos datos que como explican las compañías, están apoyados por voluntarios que introducen manualmente los últimos datos proporcionados por el gobierno.
Otras herramientas disponibles en China para hacer el seguimiento del coronavirus son las de Qihoo 360, que permite a los usuarios conocer si se ha viajado en un mismo avión o tren que alguien que haya tenido el virus, o el buscador de Baidu Map, que muestra casos confirmados y sospechosos.
El tono de las autoridades chinas frente al coronavirus está adoptando tintes bélicos. Una "guerra" que mantiene a millones de personas encerradas en sus casas. Esta semana está marcada en el calendario como la vuelta al trabajo de numerosas fábricas y por ello la "sensación de control" es un bien apreciado por los ciudadanos chinos.
Más allá de las consecuencias de salud, el coronavirus también representa un desafío al sistema de vigilancia chino. Millones de personas están portando máscaras y, según describe Qz, las autoridades chinas han descubierto que el sistema de reconocimiento facial tiene problemas en identificar a estas personas. Un problema que se extiende al día a día de los ciudadanos chinos, pues el reconocimiento facial se aplica desde desbloquear el móvil hasta acceder a la cuenta bancaria.
"Quedan a la vista muy pocos puntos característicos de los ojos y la cabeza, por lo que es imposible garantizar la seguridad del reconocimiento", explica Bruce Lee, VP de Huawei. Con el reconocimiento facial sin poder funcionar, la seguridad de aeropuertos u obtención de nuevos números de teléfono queda entorpecida por algo tan sencillo como llevar una máscara para intentar protegerse del virus. Un coronavirus que está poniendo a prueba un sistema chino que busca tener cada ciudadano controlado, sea para no expandir la infección u otros motivos.
Imagen | Macau Photo Agency
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