El 19 de marzo se confirmaba la primera muerte provocada por un coche autónomo. Se trataba de un Volvo XC90 de Uber, que acabó con la vida de Elaine Herzber, de 49 años, en Tempe, Arizona, tras un mal cruce por parte del peatón y la falta de reacción por parte del coche autónomo, que no fue capaz de detectar a Elaine.
La noticia fue de impacto y tuvo consecuencias inmediatas para la compañía, como la suspensión inmediata del programa de coches autónomos de Uber y el despido de cientos de trabajadores tras el cese de la actividad. Casi dos años después, la compañía vuelve a poner sus XC90 en la carretera, eso sí, con mayor precaución que nunca.
Tras el sonado accidente, Uber vuelve a poner dos Volvo XC90 en las calles a partir de mañana, día 10 de marzo. La compañía limitará las pruebas de forma inicial a la ciudad de San Francisco, al menos durante las primeras semanas de las mismas. Ambos vehículos circularán tan solo en horario diurno. La noticia llega tras la decisión del DMV (Departamento de vehículos motorizados) californiano, que aprobó el mes pasado la vuelta a la calle de los autónomos de Uber, como informaba Routers.
"Estamos emocionados de reanudar las pruebas autónomas en la ciudad natal de Uber esta semana", dijo un portavoz. "Nuestra área de pruebas será limitada en alcance para comenzar, pero esperamos ampliar nuestros esfuerzos en los próximos meses y aprender de las difíciles pero informativas condiciones de la carretera que el área de la bahía tiene para ofrecer". Uber.
Sobre el vehículo autónomo de Uber y Volvo tenemos varios datos, ya que en verano de 2019 se conocían detalles acerca del nuevo Volvo XC90 autónomo en el que ambas marcas llevan trabajando desde 2016.
La plataforma en la que se basa este XC90 cuenta con sistema de seguridad redundantes (dirección, frenos, sistema eléctrico), pensados para que, en caso de que fallen los sistemas de seguridad primarios, los secundarios puedan detener el vehículo sin comprometer la seguridad de sus ocupantes u otros usuarios de la vía.
Aparte de LIDAR, radares, sensores ultrasónicos y demás, cabe recordar que el Volvo XC90 es uno de los coches más seguros del mundo, siendo necesario que ahora sea Uber quien pruebe la seguridad de su sistema de conducción autónoma.
Cabe recordar que ha llovido bastante desde el accidente y que sus consecuencias fueron sonadas. Los primeros problemas del coche autónomo de Uber en 2016, relacionados con carriles bici y semáforos, a los que le siguieron accidentes a gran velocidad y el accidente mortal de 2018, documentado en vídeo (no recomendable para los más sensibles) provocaron el fin de las operaciones de Uber con el coche autónomo y el despido de sus 300 trabajadores.
Cuatro meses después del acontecimiento, tras avisar de su inminente vuelta, la compañía volvió a poner sus coches en las calles, esta vez en las de Pittsburgh (California), para volver a probar su tecnología autónoma, aunque esta vez conducida y supervisada en todo momento por humanos. Esto se tradujo en que los coches autónomos de Uber recorrieron las calles conducidos por humanos, con el fin de seguir trabajando para pulir esta tecnología.
Meses después, en noviembre de 2019, la NTSB National Transportation Safety Board publicó un informe con los registros del accidenteen el que se confirmaba que el coche autónomo no estaba programado para detectar y actuar ante peatones imprudentes. De acuerdo a este documento, el coche de Uber no identificó a la víctima mortal como persona hasta 1,2 segundos después del impacto.
"Aunque el sistema detectó al peatón casi seis segundos antes del impacto, nunca lo clasificó como peatón, porque estaba cruzando en un lugar sin un cruce peatonal y el diseño del sistema no incluía una consideración para los peatones que cruzan a pie por otras zonas." Informe de la NTSB.
Precisamente este fue uno de los motivos por el que los fiscales de Arizona absolvieron de responsabilidad penal a Uber tras el accidente, determinando que la compañía no fue responsable del accidente.
Tras estos casi dos años, la carrera del coche autónomo ya no es con el tiempo, sino con la seguridad, por lo que queda esperar para comprobar las mejoras que ha prometido Uber de cara a su mejorado sistema de conducción autónoma.
Vía | TechCrunch Fotos | Dllu
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