En el PC la cosa está clara. Si quieres jugar con más o menos resolución y más menos nivel de detalle, puedes hacerlo. Estableces esos (y otros) parámetros en la configuración del juego y listo. Al hacerlo, eso sí, tu experiencia variará, porque esa experiencia visual y la fluidez a la que disfrutas el juego depende del PC que tengas: con uno potente jugar a tope no es problema. Con uno modesto la cosa cambia.
Esa idea se traslada ahora a las Xbox con la tecnología Smart Delivery de la que Microsoft ya nos habló en el pasado. En el evento Inside Xbox de hoy muchos desarrolladores lo han dejado claro: compras el juego una vez, lo juegas al máximo de sus posibilidades en las Xbox Series X o en la Xbox One que poseas. Es el juego el que se adapta a la máquina para ofrecer la experiencia óptima en cada caso.
Es una idea que como decimos nos acerca a eso que llevamos disfrutando en los juegos para PC desde el inicio de este segmento. En cualquier PC el nivel visual no lo establece el juego, sino el jugador. Si quiere una experiencia más fluida quizás necesite reducir resolución o nivel de detalle, pero la decisión es en todo momento de él. El juego se adapta a lo que quiere el jugador.
Con Smart Delivery esa adaptabilidad parece que será totalmente automática y transparente para el usuario. Varios de los desarrolladores que hablaban de sus juegos en este evento han explicado cómo gracias a Smart Delivery "te compras el juego y siempre obtienes la mejor versión para la plataforma que tienes".
De hecho Smart Delivery se convierte así en un elemento que hace que el juego sea "future-proof" y que puedas disfrutarlo en el futuro en diferentes consolas. Si tienes una Xbox One y no quieres comprar la Xbox Series X en cuanto salga podrás disfrutar de estos juegos igualmente. La diferencia es que si en algún momento quieres comprar la Xbox Series X no tendrás que comprar de nuevo el juego, que además se adaptará a esa nueva consola ganando en calidad visual y fluidez.
Lo mismo al contrario: incluso teniendo una de las nuevas Xbox Series X y comprando estos juegos, puede que tengas una Xbox One también en otra habitación de la casa. En ese caso también podras jugar a ese juego sin tener que comprarlo dos veces, y podrás disfrutarlo al máximo aunque evidentemente la experiencia visual pueda ser sensiblemente de peor calidad que la que puede ofrecer la potente Xbox Series X.
Es algo que de hecho no es del todo nuevo en la consola de Microsoft. En septiembre de 2018 pudimos probar cómo en 'Forza Horizon 4' podíamos elegir entre dos modos de juego en la Xbox One X: o bien elegíamos jugar a 1080p y 60 FPS, o bien a 4K y 30 FPS. En esencia esta es la idea que quiere plantear Smart Delivery, pero haciendo que esas resoluciones y tasas de FPS sean elegidas automáticamente según la consola en la que estemos jugando a cada juego.
Ese acercamiento aleja a la Xbox Series X del concepto de juegos exclusivos que durante mucho tiempo ha planteado esa gran rivalidad entre la PlayStation y la Xbox. En la PS5 seguirán existiendo los exclusivos que se podrán disfrutar solo en este nuevo modelo de la consola de Sony y a los que no podrás jugar en las PS4 o PS4 Pro.
Con la Xbox Series X eso no pasa, y es una táctica interesante. A priori eso le quita a los jugadores un argumento para comprarla ("total, voy a poder jugar a los mismos juegos que si no la comprar"). Sin embargo aquí Microsoft tiene otra apuesta muy distinta: la de que la comprarán aquellos que quieran jugar a esos juegos pero con mayor detalle visual además de beneficiarse de otras ventajas.
Sobre todo, por supuesto, de los tiempos de carga instantáneos que proporcionará la unidad SSD de las nuevas Xbox Series X. Es probable que las nuevas consolas planteen ventajas adicionales sobre las actuales en el futuro, pero lo cierto es que Smart Delivery es de nuevo una prueba de que en Microsoft no quieren dividir a sus usuarios entre los que tienen una "vieja" consola y los que tienen las "nuevas" consolas: el catálogo estará disponible para ambos.
Eso, creemos, son buenas noticias a corto plazo para los jugadores. La vida útil de la Xbox One se alargará, pero siempre tendremos la posibilidad de apostar por esa nueva y potente familia de Xbox Series X que a buen seguro seguirá tentando a muchos jugadores.
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