Los últimos planes de la Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial (JAXA) han fracasado. Y nada nos hace pensar que en el futuro vayan a tener éxito. Esta vez, en vez de disparar o remolcar los satélites abandonados, desde Japón preparan un nuevo tipo de satélite autodestructivo, para al menos evitar que en el futuro este problema siga incrementándose.
La agencia espacial japonesa ha anunciado sus planes para probar en 2021 un estilo de micro-satélites que se autodestruyen, con la ambición de comercializarlos en caso de tener éxito.
Para este proyecto J-SPARC, la JAXA ha colaborado con la startup japonesa ALE Co. Los satélites estarán equipados con un cátodo de nanotubos de carbono y una correa electrodinámica. Una vez el satélite haya efectuado su misión, la correa se desenrolla provocando un flujo de corriente. Este movimiento junto a los efectos del campo magnético de nuestro planeta, la gravedad y la pequeña fricción existente empujará el satélite de nuevo hacia la atmósfera, lo que provocará finalmente una explosión, según describe la agencia.
"Mediante el desarrollo de este satélite será posible reducir la cantidad de satélites que quedan en una órbita terrestre baja, que se espera que aumente rápidamente en el futuro, y así evitar la generación de grandes cantidades de desechos peligrosos causados por colisiones con otros desechos espaciales", defienden.
La reducción en el coste de estos satélites de baja órbita está suponiendo que cada vez se lancen más misiones al espacio y en muchas ocasiones su propósito en el tiempo es corto. Lo que genera más cantidad de satélites y basura espacial. JAXA y ALE esperan que sus nuevos satélites ayuden a solventar este problema.
No son los únicos trabajando en esta solución. En 2019, la Agencia Espacial Europea (ESA) anunciaba que estaba desarrollando un nuevo diseño de satélites que terminada su vida útil, se desintegraran por completo al entrar en contacto con la atmósfera terrestre. "Diseñados para desaparecer" era una de las líneas del proyecto CleanSat. Si bien, mientras el proyecto europeo parece en sus primeras etapas, desde Japón ya han establecido una fecha para probarlos.
Vía | The Register
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