El más potente de los últimos móviles 'gaming' de Black Shark es uno de esos teléfonos que no solo sirve para encadenar una partida tras otra a la máxima potencia, también es un excelente teléfono para cualquier otra tarea. Eso sí, con un inconveniente: las dimensiones y peso del Black Shark 3 Pro son considerables.
Black Shark, marca de smartphones participada por Xiaomi, renovó en marzo su catálogo de teléfonos con el Black Shark 3 y el móvil que nos ocupa, el Black Shark 3 Pro. Ambos apuntan al público que busca lo mejor en móviles para jugar, pero el Pro se distingue por un mayor tamaño y por incluir gatillos físicos que se ocultan automáticamente, el equivalente en botones a las cámaras 'pop-up' de muchos móviles. El resultado arroja una experiencia muy completa. En todos los terrenos.
Black Shark 3 |
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Pantalla |
7,1 pulgadas AMOLED 2K
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Procesador |
Qualcomm Snapdragon 865 |
Memoria RAM |
8 GB LPDDR5 |
Almacenamiento |
256 GB UFS 3.0 |
Cámara triple trasera |
Principal de 64 megapíxeles, f/1.8 |
Cámara frontal |
20 megapíxeles, f/2.2 |
Batería |
5.000 mAh dual (2 x 2.500 mAh) |
Conectividad |
4G y 5G (SA y NSA) |
Dimensiones y peso |
177,79 x 83,29 x 10,1 mm |
Otros |
Refrigeración líquida en 'sandwich' |
Precio |
Los móviles destinados al público 'gamer' acostumbran a arriesgar en su diseño al tiempo que conjugan el metal, cristal, los colores y los LEDs para obtener un conjunto que llama la atención a la vista, también al tacto. El Black Shark 3 Pro no es ajeno a esta tónica, pero en su caso la sensación 'agresiva' de su estética se multiplica por dos factores: su tamaño final y el peso.
No hay paliativos: el Black Shark 3 Pro es un móvil muy grande. Mucho. Y eso se nota nada más sacarlo de la caja: la pantalla de 7,1 pulgadas determina las dimensiones definitivas del teléfono. Además, el móvil no prescinde del marco de aluminio, generoso en grosor; lo que termina engrosando el peso: 253 gramos son muchos gramos. Resulta patente a la hora de sostenerlo ya que las largas sesiones del juego cansan, también el grosor hace que no sea cómodo de sostener. Al menos utilizándolo como teléfono ya que, al colocarlo en horizontal durante su uso como 'consola', las molestias no son tan notorias.
El frontal del Black Shark 3 Pro está bien aprovechado sin la necesidad de utilizar recortes para el panel, tampoco agujeros: el móvil mantiene la simetría ofreciendo, de regalo, altavoces frontales estéreo, uno en el área superior y otro en la inferior. Además, la pantalla no está curvada, sí presenta bordes 2,5D para el cristal.
Altura (milímetros) | Anchura (milímetros) | Grosor (milímetros) | Peso (gramos) | Pantalla (pulgadas) | Batería | Superficie (cm2) | Volumen (cc) | |
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Black Shark 3 Pro | 177,79 | 83,29 | 10,1 | 253 | 7,1 | 5.000 | 148,11 | 149,59 |
Black Shark 3 | 168,7 | 77,3 | 10,4 | 222 | 6,67 | 4.720 | 130,40 | 135,62 |
Nubia Red Magic 5G | 168,6 | 78 | 9,8 | 218 | 6,65 | 4.500 | 131,51 | 128,88 |
OnePlus 8 Pro | 165,3 | 74,35 | 8,5 | 199 | 6,78 | 4.510 | 122,9 | 104,47 |
Huawei P40 Pro | 158,2 | 72,6 | 8,95 | 209 | 6,58 | 4.200 | 114,85 | 102,79 |
Samsung Galaxy S20 Ultra | 166,9 | 76 | 8,8 | 220 | 6,9 | 5.000 | 126,84 | 111,62 |
Xiaomi Mi 10 Pro | 162,5 | 74,8 | 9 | 208 | 6,67 | 4.500 | 121,55 | 109,39 |
iPhone 11 Pro Max | 158 | 77,8 | 8,1 | 226 | 6,5 | 3.969 | 122,92 | 99,57 |
Si nos fijamos en el costado derecho nos topamos con una de las sorpresas del teléfono: los gatillos físicos de juego retráctiles. Ocultos en el cuerpo de aluminio del Black Shark 3 Pro, justo en cada esquina, solo se despliegan cuando se arrancan los juegos. Y siempre de manera opcional: Black Shark da infinidad de maneras de configurar la experiencia con este tipo de apps.
Dejando de lado los gatillos mecánicos, en el mismo costado derecho se aprecia el botón de encendido, en una posición bastante alejada de lo que resulta cómodo a la hora de usar el móvil con una mano; con un botón deslizable en el lado opuesto que activa directamente el modo de juegos, el denominado 'Black Shark Space. En el borde superior se sitúa el siempre bienvenido jack de auriculares, desplazado a la derecha y fuera del centro. Botones de volumen en el costado izquierdo (igual de incómodos para pulsar que el botón de encendido) junto a la bandeja de doble SIM (sin espacio para tarjetas SD). Y en el borde inferior queda el USB C, centrado a lo ancho pero no en relación con el grosor del teléfono.
La parte trasera del Black Shark 3 Pro es la que marca el carisma del teléfono, también ese ansia por conseguir que todos los elementos visibles sean simétricos (con la salvedad del jack de auriculares y el conector USB C). Al voltearlo se aprecian el módulo de triple cámara trasero de estilo triangular con otro módulo opuesto idéntico en el que se ancla un conector de carga magnético. Bordeando ambos módulos la marca coloca un ribete de color azul. Y justo en el centro el logo de Black Shark saluda a la vista iluminándose de colores (verde por defecto).
La cara trasera combina plástico (los trapecios exteriores), aluminio (las bandas que rodean los trapecios) y cristal (resto de la cara trasera, también el material que protege los módulos). El Black Shark 3 Pro se resbala mucho, aunque este defecto queda minimizado por las marcas lineales grabadas en el cristal. La combinación es muy llamativa a la vista y aparenta ser muy robusta, es justo la sensación que arroja el teléfono en la mano. Una solidez que casa con las prestaciones del Black Shark 3 Pro.
Ya ha quedado claro que el móvil que nos ocupa es de enormes dimensiones, un tamaño final que lo marca la pantalla: con 7,1 pulgadas el Black Shark 3 Pro podría pasar casi como una tablet. Grande hasta para un smartphone actual, el panel hace gala de numerosas prestaciones con las que envolver de calidad la experiencia de juego, también la de reproducción multimedia.
Si nos atenemos a las características técnicas, la pantalla del Black Shark 3 Pro es AMOLED con ratio 19.5:9, la resolución máxima es de 1.440 x 3.120 píxeles (483 PPP), es compatible con HDR10 , ofrece tasa de refresco de hasta 90 Hz, la respuesta al toque es de 270 Hz, carece de recortes y no es curvada. El aprovechamiento del frontal es alto incluso pese a los marcos: 83,6 %.
Más allá de los detalles técnicos, que ya dejan entrever la enorme calidad del panel, lo cierto es que el visionado y la experiencia se mantienen en lo más alto. Excelente correspondencia de color, no demasiada saturación de serie (el modo natural está muy bien calibrado), la nitidez es muy alta tanto en resolución 2K como en 1080p, los ángulos de visión están a muy bien nivel, no se aprecian cambios notorios de tonalidad al torcer la pantalla y la respuesta al toque es excelente. Sí que posee un 'problema': el brillo es algo justo en exteriores (según Black Shark alcanza los 500 nits). Utilizar el móvil con sol es algo complicado.
La personalización de la pantalla es muy amplia: desde los ajustes del esquema de color a la variación de la temperatura de l panela. Además, el móvil integra varios sistemas de mejora visual, todo bajo un sistema de procesado digital de señales (DSP):
Anti parpadeo. El Black Shark 3 Pro dispone de 'DC dimming' para atenuar la fatiga visual en condiciones de brillo bajo. Modo de vídeo HDR. Con esta opción marcada se aplica un forzado de HDR en el contenido multimedia. En juegos tiende a exagerar en exceso los colores con una saturación excesiva. Modo de súper cine. Hace más suaves las animaciones en vídeo a base de simular fotógrafas intermedios. Pese a tenerlo activado no hemos apreciado una mejora tangible.
Como veremos más tarde en el apartado de batería, una pantalla tan grande consume una buena cantidad de mAh, en especial cuando se aplican las mejoras DSP, se sube a máxima resolución y se tienen activos los 90 Hz. En juegos adaptados la mejora del conjunto es sensible; a cambio de reducir la autonomía. Siempre sin que el Black Shark 3 Pro dé menos de un día de uso, al menos mientras no se utilice durante largas horas de juego.
No se le puede pedir más en términos de potencia ya que el Black Shark 3 Pro trae lo último de lo último, también lo más potente del mercado para lo que llevamos de 2020. Snapdragon 865 con su GPU Adreno 650, 8 GB de memoria RAM LPDDR5 y 256 GB de almacenamiento UFS 3.0. Sobre el papel no se echa nada en falta para disfrutar de gráficos de la máxima calidad. En la práctica tampoco.
Todo el teléfono fluye como la seda, desde la interfaz (Joy UI 11 basada en MIUI 11) al arranque de juegos y transición entre aplicaciones. El Black Shark 3 Pro es un teléfono que no se amilana ante nada, tampoco se calienta demasiado con el uso incluso aunque se abuse de títulos como Fortnite o PUBG. El calentamiento suele ser bastante suave, sí se aprecia algo más de temperatura cuando el uso a gran rendimiento se sobrepasa la hora. Y siempre sin que resulte molesto agarrarlo, al menos mientras no se cargue: durante la carga a 65 W los grados suben de manera considerable.
¿Cómo se comporta el Black Shark 3 Pro frente a las pruebas sintéticas de rendimiento? Le hemos pasado los test de benchmark habituales, a continuación están los datos comparados con otros móviles de similares prestaciones.
Black Shark 3 Pro | Black Shark 3 | NUBIA RED MAGIC 5G | ONEPLUS 8 PRO | HUAWEI P40 PRO | SAMSUNG GALAXY S20 ULTRA | XIAOMI MI 10 Pro | IPHONE 11 PRO | |
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PROCESADOR | Snapdragon 865 | Snapdragon 865 | Snapdragon 865 | Snapdragon 865 | Kirin 990 | Exynos 990 | Snapdragon 865 | Apple A13 Bionic |
RAM | 8 GB | 8 GB | 8 GB | 12 GB | 8 GB | 12 GB | 8 GB | 4 GB |
ANTUTU | 582.466 | 563.290 | 586.961 | 570.630 | 465.493 | 522.873 | 585.713 | 409.070 |
GEEKBENCH 5 (SINGLE/MULTI) | 906 / 3.316 | 920 / 3.435 | 925 / 3.214 | 885 / 3.136 | 943 / 2.527 | 819 / 2.315 | 892 / 3.224 | 1.331 / 3.333 |
3D MARK (SLING SHOT) | 7.330 | 7.330 | 9.448 | 8.726 | 4.074 | 8.184 | - | - |
PCMARK WORK | 9.878 | 9.878 | 13.414 | 9.476 | 10.426 | 8.948 | 9.929 | - |
El cuerpo de metal, junto al sistema de refrigeración líquida con forma de sandwich (las cámaras de vapor envuelven a la placa donde se aloja el SoC del teléfono), logran que el calor quede contenido pese a la potencia que destila el móvil en todo momento. Esto hace del Black Shark 3 Pro un móvil apto para cualquier uso, no solo para juegos. Siempre teniendo en cuenta que, por su tamaño, hay tareas que no se hacen demasiado cómodas, como el uso del teléfono con una sola mano.
Black Shark evolucionó el software de sus teléfonos pasando de una versión muy parecida a Android 'stock' (generación Black Shark 2) a la capa personalizada Joy UI 11 que lucen los nuevos modelos. Eso sí, pese a que el nombre difiera del software que incluyen los móviles de Xiaomi, lo cierto es que la citada Joy UI 11 es en realidad MIUI 11. Con todas sus ventajas y también con sus defectos.
Usar el Black Shark 3 Pro equivale a utilizar la mayoría de móviles Xiaomi ya que la interfaz es casi idéntica. Y decimos casi porque Black Shark sí implementa detalles propios, también un tema exclusivo que le otorga un aire algo más agresivo. La estética es agradable, la capa no lastra en ningún instante el funcionamiento y, como suele ocurrir en MIUI, el software integrado en el teléfono añade infinidad de posibilidades en términos de configuración y también de personalización.
MIUI 11 Joy UI 11 es una capa pesada que acostumbra a recortar recursos en segundo plano. Optimizada en gran medida, y con un consumo energético contenido, el sistema se basa en Android 10 para ofrecer un launcher completo y sencillo de utilizar, se incluye un modo oscuro que puede automatizarse, Black Shark integra la navegación por gestos de MIUI, el cajón de aplicaciones es opcional, el sistema vigila por la privacidad de la ubicación, pueden crearse respuestas rápidas para las notificaciones, está disponible el segundo espacio de MIUI para dividir la faceta personal de la profesional (o duplicar aplicaciones), Joy UI 11 es compatible con los servicios de la cuenta de Xiaomi (localización y Cloud), incluye Bola flotante para facilitar el acceso a aplicaciones y también ofrece Magic Press, un sistema de gestos por presión que se puede personalizar para arrancar actividades con solo mover el dedo en pantalla.
El Black Shark 3 Pro es un móvil desarrollado para facilitar el uso de juegos, una orientación que se nota en la especialización del software. El espacio dedicado exclusivamente a ese contenido es clave en este punto: Black Shark Space facilita el lanzamiento de las apps además de su configuración. Para hacerlo aún más sencillo, a la par que ubicuo, el móvil incorpora un botón deslizado en el costado derecho, justo en el borde inferior. Esto activa el espacio de juegos al instante.
Black Shark Space permite añadir cualquier aplicación para que así se vea favorecida del ajuste pormenorizado. La función evita distracciones, permite configurar el rendimiento del teléfono durante el juego, ofrece acceso directo a las capturas y a la grabación de vídeo y hasta dispone de monitorización de temperatura y FPS en tiempo real. Para activar las opciones extra durante una sesión de juego hay que deslizar el dedo por cualquiera de las esquinas superiores de la pantalla.
El espacio de juego añade un extraordinario ajuste sobre los parámetros de control en cada título. Incluso permite modificar la sensibilidad y precisión de los toques en pantalla. Y hay una opción que eleva la experiencia de juego de manera notable: el 'mapeo' de los botones físicos.
Como detallamos en el apartado del diseño, el Black Shark 3 Pro dispone de dos gatillos superiores motorizados que se alzan o esconden dependiendo de si se necesitan para el juego. Este comportamiento puede configurarse desde el espacio de juego y también durante la sesión, al activar la pestaña de configuración del Black Shark Space. La acción de los botones puede moverse a cualquier botón virtual en pantalla: de esta manera se facilita el control de los juegos. Por ejemplo, puede configurarse el gatillo derecho para disparar en Fortnite y el izquierdo para recargar. Esta sencilla configuración no solo amplifica el potencial de supervivencia, también facilita mucho el propio control.
Como extra a los botones físicos motorizados, el Black Shark 3 Pro dispone de dos zonas de presión para cada mitad de la pantalla (izquierda y derecha). Dichas zonas pueden configurarse también para realizar acciones en los juegos: de esta forma basta con apretar fuerte sobre la zona concreta (Black Shark Space permite ajustar la sensibilidad de la presión) para que se ejecute el toque sobre el botón virtual configurado. El sistema de 'mapeo' es excelente y eleva el control sobre el juego de manera notable.
Dado que el teléfono es grande, y que el grosor ronda en consonancia, Black Shark ha aprovechado para equiparlo con una batería de 5.000 mAh. Bueno, en realidad no es una batería ya que el móvil es 'dual battery'; lo que implica instalar dos componentes, cada uno con 2.500 mAh. Esto no se nota en el uso diario
La autonomía del Black Shark 3 Pro se basta y se sobra para una jornada de uso, incluso si se utilizan dos ajustes que elevan de manera notable el consumo: los 90 Hz de tasa de refresco para la pantalla y la resolución 2K. Con un uso moderado el teléfono arroja los dos días incluso con las mejoras de visualización activas. Y se se utilizan los juegos de alta demanda gráfica la autonomía se resiente, como es lógico: ahí el día puede verse reducido a unas catorce horas. Por lo general con un mínimo de entre seis y siete horas de pantalla; que puede pasar de las diez horas si se economiza la utilización del teléfono.
El consumo con la pantalla apagada es mínimo, Joy UI 11, y Android 10, consiguen una buena gestión de la energía. Por lo general no arroja ningún tipo de preocupación: sus 5.000 mAh totales son suficientes. Pese a la abultada cifra, el hardware es un devorador de recursos, por lo que resulta muy complicado obtener una autonomía sobresaliente. Sí notable.
Quizá no sorprenda de manera excesiva en la autonomía, pero ocurre todo lo contrario cuando el Black Shark 3 Pro entra en comunión con su cargador utrarrápido: la velocidad de carga es asombrosa. Con sus 65 W, el teléfono pasa del 0 al 100 % en menos de tres cuartos de hora. Teniendo en cuenta que la capacidad de la batería es generosa, no hay duda de que la carga de este modelo es una de sus ventajas. Con un inconveniente: se calienta mucho; lo que debería de incidir en la salud de la batería a largo plazo. Para evitar la elevación de la temperatura, Joy UI 11 integra un limitador en las opciones de batería.
Los tiempos de recarga del Black Shark 3 Pro (desde que se apaga la pantalla por falta de carga hasta el 100 %) son los siguientes, siempre sin restringir la velocidad de carga:
5 minutos: 21 %. 10 Minutos: 40 %. 20 minutos: 74 %. 30 minutos: 90 %. Total: 42 minutos.
Por último, debemos destacar la carga secundaria del Black Shark 3 Pro: el móvil incorpora un puerto magnético en la espalda que permite recargarlo haciendo uso de un accesorio no incluido. Dicho cable rebaja la potencia a 18 W. Y permite jugar de forma mucho más cómoda mientras se carga, también sin riesgos: ante un tirón brusco el cable magnético se suelta del teléfono.
No resulta habitual encontrarse con doble altavoz estéreo delantero, tampoco con la calidad de audio que arroja el Black Shark 3 Pro: es uno de sus grandes valores. Gran potencia, sin exagerada distorsión a máximo volumen, con refuerzo de bajos para sentir las explosiones y sin que vibre en exceso en la mano.
Black Shark no incluye mejoras de audio, este es un detalle que penaliza en este apartado. Como única configuración extra el móvil incorpora el sonido 'Biso' para conseguir el estéreo frontal con los dos altavoces: el sistema potencia la inmersión y logra una excelente experiencia multimedia en consonancia con la gran pantalla, tanto en dimensiones como en calidad.
El Black Shark 3 Pro no solo ofrece un excelente sonido externo, también a través de los auriculares, tanto por cable como inalámbricos (dispone de jack de 3,5 mm). Buena riqueza de matices, equilibrado, ligero refuerzo de bajos y es compatible con audio en alta resolución.
Nuestro protagonista integra un lector óptico bajo la pantalla que se sitúa en la media de este tipo de sensores. Es suficientemente rápido, no hay que repetir a menudo la lectura (siempre que se coloque el dedo alineado con el sensor) y basta poner una porción de huella para que en menos de un segundo el móvil quede desbloqueado. Eso sí, el lector queda en una posición algo alejada del borde inferior del teléfono, por lo que puede ser incómodo utilizarlo si se tiene una mano algo pequeña.
En combinación con el lector de huellas óptico bajo la pantalla Black Shark integra desbloqueo facial en el teléfono aprovechando la cámara delantera. No resulta demasiado seguro ya que hasta permite el desbloqueo con mascarilla.
Ya ha quedado claro que el Black Shark 3 Pro es un teléfono desarrollado para jugar, también para ver contenido multimedia y para que se mantenga en pie durante muchas horas, incluso a máximo rendimiento. Dada esta especialización, lo más lógico era que Black Shark descuidase el apartado de la captura multimedia. Y lo cierto es que no es así.
El teléfono no es una gran cámara, pero no podemos decir que se defienda mal en la mayoría de situaciones. Está por encima de la media en móviles denominados como 'gaming': gran detalle de forma general, un funcionamiento correcto con iluminación deficiente y suficiente versatilidad. La aplicación de cámara colabora en elevar las prestaciones, es la habitual en los móviles de Xiaomi.
Entrando en datos técnicos, el Black Shark 3 hace uso de una cámara triple trasera donde destaca su sensor principal de 64 megapíxeles con apertura f/1.8, enfoque por detección de fase, tamaño de los píxeles de 0,8 µm y combinados 4 en 1 (Pixel binning) de 1,6 µm. La segunda cámara es un sensor de 13 megapíxeles con objetivo ultra panorámico y apertura f/2.3. El tercer invitado al conjunto trasero es un sensor de 5 megapíxeles destinado a capturar la profundidad de la escena (desenfoque o bokeh). Su apertura es f/2.2.
Por delante el Black Shark 3 ofrece un sensor de 20 megapíxeles con apertura f/2.2. El tamaño de los píxeles es de 0,9 µm.
El sensor principal de 64 megapíxeles es el más todoterreno de los dos accesibles por el usuario (la tercera cámara solo capta la profundidad, por lo que no puede utilizarse directamente). Ofrece un buen nivel de detalle, el rango dinámico es aceptable si no existe un contraste de luz exagerado (el HDR no salva la situación), tiene cierta tendencia a la subexposición en interiores y sufre de acuarelas en las fotos nocturnas. El último punto es habitual en un teléfono de sus características.
El sensor secundario posee objetivo gran angular e incluye modo macro con enfoque automático: basta con seleccionar el modo desde los ajustes y acercarse a una distancia de unos dos centímetros del objetivo. Este sensor acusa cierta pérdida de detalle hasta con buena iluminación, sobre todo en las áreas oscuras de la imagen. Mantiene cierta deformación por las lentes en los extremos pese a que la aplicación de cámara corrige el defecto en gran medida (el ajuste viene marcado de serie).
La aplicación de captura ofrece multitud de modos de disparo aparte de filtros de belleza, Inteligencia Artificial para determinar los valores de la escena, modo panorámico y el pertinente modo retrato (el recorte y desenfoque son de muy buena calidad y personalizables en bokeh). El Black Shark 3 Pro no incluye telefoto, sí un zoom digital que resta detalle a la imagen al aplicarlo. No tiene estabilización óptica de imagen, ni mecánica ni digital, incluye un modo nocturno para extraer iluminación a base de combinar tomas en larga exposición (los resultados suelen ser bastante mejores que con el modo automático) y pueden realizarse tomas al máximo de lo que permite el sensor principal: 64 megapíxeles.
Además de todo lo anterior, el Black Shark 3 Pro incluye un extra en su modo profesional: tomas de 256 megapíxeles mediante la interpolación de una secuencia de fotos. Hay que mantener muy estable el móvil para que el resultado sea nítido y no tiene demasiado valor aparte de la curiosidad. El procesado de la imagen dura unos quince segundos.
La cámara selfie se mantiene en la media con unos retratos nítidos con suficiente iluminación. Recorta suficientemente bien el fondo a pesar de no incluir un sensor dedicado a la profundidad (modo retrato), los colores son naturales como norma general (a veces aparecen algo apagados) y de noche saca las tomas a base de forzar la ISO, con las consecuentes acuarelas y ruido, apreciables al hacer algo de zoom. Black Shark incluye filtros de belleza, pero no son demasiado recomendables.
A continuación tienes una galería de imágenes tomadas con el Black Shark 3 Pro en todas las condiciones y con los distintos modos de captura incluidos en la aplicación de cámara.
En vídeo el móvil mantiene buenos resultados por más que le penalice el hecho de no disponer de estabilización de imagen en ninguno de los dos sensores, ni mecánica (OIS) ni electrónica (EIS). La resolución máxima de ambas cámaras es 4K, aunque con una diferencia: el sensor principal alcanza los 60 FPS, el gran angular solo los 30 FPS. No acusa excesiva saturación, la nitidez no es mala (baja con la iluminación, sobre todo en el gran angular) y la correspondencia de color se mantiene suficientemente fiel.
A continuación tienes unas muestras de grabación de vídeo con las cámaras traseras y también con la delantera.
Que un móvil para jugar sea potente e incluya las máximas prestaciones de hardware no es novedad ya que forma parte del ADN de este tipo de dispositivos. Aun así, el Black Shark 3 Pro sorprende por su potencia, por sus prestaciones de altísima gama y por una pantalla que derrocha calidad y diagonal. La construcción es excelente, se nota el tacto 'premium' de un móvil sólido y robusto. A cambio de ser enorme y pesado.
Detalles como los gatillos retráctiles aportan personalidad y también una mayor comodidad en el juego. El sonido está al nivel de la calidad de la pantalla, la batería es un notable alto, la carga rápida sube a matrícula de honor (quedan las dudas sobre la vida útil de la batería debido al estrés de los 65 W) y la fotografía apunta maneras pese a ciertos inconvenientes que rebajan su nota. Lástima que la falta de NFC penalice en un dispositivo que sobresale.
El Black Shark 3 Pro es un móvil que no sería complicado de recomendar si no fuera por su tamaño y por su diseño agresivo. Nuestra experiencia con él ha sido muy positiva, en todos los ámbitos. Pese a su apariencia, el móvil destila mucho más que potencia bruta.
8,8
No se puede pedir más potencia: la tiene toda. Los gatillos retráctiles enriquecen el control de los juegos. Carga rápida demencial.
Es muy grande y pesado. No tiene NFC. El HDR en fotos necesita mejorar.
El terminal ha sido cedido para la prueba por parte de Black Shark. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.
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