Los ordenadores de 8 bits han dejado una huella indeleble en muchos aficionados a la informática. Estas máquinas con vocación esencialmente doméstica, pero dotadas de capacidades muy solventes en un escenario de uso profesional de la época, pusieron en las manos de muchas de las personas nacidas antes de los años 90 la primera toma de contacto con un ordenador. Todos ellos tenían las carencias inevitables impuestas por el desarrollo tecnológico de la época, pero fueron unas máquinas que hicieron disfrutar muchísimo a quienes tuvimos la suerte de tener una de ellas.
Su hardware no tardó en ser claramente superado por los ordenadores de 16 bits, como los Commodore Amiga, los Atari ST y los PC de la época, pero, aun así, máquinas como los Commodore 64 y 128, los Amstrad CPC, los MSX o los ZX Spectrum han pasado a la historia por la indiscutible importancia que tuvieron en la consolidación de la informática doméstica. Todos los equipos que he mencionado gozaron de buena salud comercial, pero no tuvieron la misma aceptación en todos los mercados. Este artículo está dedicado a uno de ellos, al Spectrum, un ordenador con unas prestaciones modestas y un precio igualmente comedido que gozó de una enorme popularidad en la España de los 80 y principios de los 90.
El primer ZX Spectrum tenía solo 16 kbytes de memoria principal y necesitaba trabajar en tándem con un casete monofónico para cargar los juegos y los programas almacenados en las mismas cintas en las que se distribuía la música en aquella época
Sinclair colocó en el mercado la primera versión de su ZX Spectrum en 1982. Aquel ordenador tenía tan solo 16 kbytes de memoria principal y necesitaba trabajar en tándem con un casete monofónico para cargar los juegos y los programas almacenados en las mismas cintas en las que se distribuía la música en aquella época. Durante los siguientes años llegaron a las tiendas siete versiones más que proponían un hardware ligeramente más ambicioso y un teclado de más calidad que el de aquel entrañable primer ZX Spectrum con teclas de goma. Desde un punto de vista técnico el Spectrum no fue el ordenador de 8 bits más capaz, pero, aun así, vendió aproximadamente cinco millones de unidades en todo el mundo.
Casi cuatro décadas después, el Spectrum sigue vivo. Muy vivo. Detrás de esta máquina hay una enorme comunidad de jugadores y desarrolladores que sigue utilizándolo con la misma pasión con la que lo disfrutamos en los 80. No obstante, hay una diferencia importante entre el panorama actual y el de entonces: las personas que programan hoy en Spectrum conocen su hardware al dedillo. Y, además, cocinan a fuego lento, casi siempre sin presión comercial y sin la necesidad de satisfacer una fecha de lanzamiento. Solo de esta manera es posible poner a punto juegos como los que recogemos en este artículo. Títulos que sacan muchísimo partido al modesto hardware de este ordenador, y que son perfectamente disfrutables hoy en día.
Probablemente a las personas jóvenes que no disfrutaron los ordenadores de 8 bits en su momento estos juegos no les dirán gran cosa, pero los que conocemos las limitaciones de estas máquinas podemos apreciar con más facilidad el enorme esfuerzo y la creatividad que derrochan estos títulos. La mayor parte de los juegos de los que os vamos a hablar, aunque no todos, ha sido lanzada en 2019 o 2020. Hay otros que también podrían tener cabida en este artículo, pero, como os hemos prometido desde el titular, los siete que hemos recogido son espectaculares y nos recuerdan lo mucho que aún podemos disfrutar una máquina que soporta sobre sus espaldas nada menos que casi cuatro décadas de historia.
El primero de los juegos que os proponemos es un título de acción y plataformas que gustará especialmente a los fans de los «metroidvania». No destaca por el tamaño de sus sprites, pero sí por su ritmo, y, sobre todo, por su música. Además, sus gráficos no están nada mal. Y por si todo esto fuera poco pone en nuestras manos la posibilidad de quitar de en medio unos cuantos aliens. Con estas premisas es difícil resistirse a él, ¿verdad?
Más información | M.I.A-Remakes
El título de este juego no deja lugar a dudas acerca de lo que tenemos entre manos: un Castlevania en toda regla. No ha sido desarrollado por Konami, pero no tiene nada que envidiar a las primeras entregas de esta preciada saga. Parece mentira que un modesto Spectrum sea capaz de recrear unos escenarios tan coloridos y de mover a esa velocidad los sprites mientras reproduce una música de lo más pegadiza que, eso sí, después de un rato resulta un poco repetitiva. Aun así, un pedazo de juego que merece la pena disfrutar.
Más información | Spectral Interlude
Los ingredientes de la receta que ha permitido poner a punto este juego son infalibles: plataformas, un protagonista simpaticote, unos escenarios sorprendentemente coloridos y una música pegadiza, y, sobre todo, muy divertida. Si metemos en una coctelera un 40% de 'Bombuzal' y un 60% de 'Bomb Jack', y la agitamos lo suficiente, saldrá 'GLUF'. Otra pequeña joyita para nuestro adorado Spectrum.
Más información | Spectrum Computing
Los autores de este juego no se han tomado la más mínima molestia para disimular sus influencias. 'Mario Bros', 'Pac-Man' y 'Rainbow Islands' son algunas de ellas, pero os invito a que descubráis vosotros mismos algunas más. Sus gráficos no son los más trabajados de esta selección de títulos, pero este juego no necesita un apartado visual despampanante porque va sobrado de lo que más importa: jugabilidad y adicción. Si lo probáis estáis perdidos.
Más información | Spectrum Computing
El título de este juego es toda una declaración de intenciones: si lo que te apetece es repartir mamporros a diestro y siniestro con el más puro estilo 'Final Fight' o el revitalizado 'Streets of Rage', este es tu juego. ¿Lo mejor? Su ritmo, sus gráficos, su colorido, y, una vez más, su música. Muchos jugones habríamos vendido nuestra alma al diablo por disfrutarlo en los 80...
Más información | Spectrum Computing
Mezclar aventuras, puzles y plataformas en la proporción adecuada no es fácil, pero puede hacerse incluso sobre los modestos circuitos de un Spectrum. Este juego lo demuestra. En algunos momentos recuerda al fantástico 'Livingstone supongo' de Opera Soft, y en otros al también inolvidable 'Jungle Hunt', pero lo hace manteniendo en todo momento su propia personalidad y exhibiendo un diseño de niveles que en algunos momentos roza lo sublime. Ningún jugón que le tenga cariño al Spectrum debería dejarlo escapar.
Más información | Bubblesoft Games
El que en mi opinión es el mejor juego de esta pequeña selección se ha hecho esperar por obra y gracia del orden alfabético, pero ya está aquí. 'Valley of Rains' es una pequeña obra maestra. Y es que no es fácil creer que un Spectrum consiga mover sprites de este tamaño a una velocidad que en algunos momentos es realmente endiablada. Y menos que, además, lo haga mientras pone delante de nuestros ojos un suave scroll Parallax. Eso sí, semejante despliegue gráfico conlleva un sacrificio: la música. No nos queda más remedio que conformarnos con unos efectos sonoros resultones que en ningún caso empañan una experiencia de las que te dejan con la boca abierta.
Más información | Spectrum Computing
Imágenes | Sharopolis | Bill Bertram
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