Así es como gana dinero... es una serie de artículos semanales de Xataka en los que analizamos el modelo de negocio de las grandes empresas tecnológicas: qué divisiones les dan beneficios reales y cuáles no, cuáles son los auténticos núcleos de estas compañías que han transformado al mundo. Hoy, la gigante surcoreana omnipresente, la que prácticamente abarca la tecnología de la A la Z: Samsung.
Decir "Samsung" es hablar de posiblemente la marca que más productos tecnológicos abarca, desde smartphones hasta neveras pasando por monitores, relojes inteligentes, monitores y memorias RAM. Sin embargo, no todas sus gamas de producto le reportan el mismo dinero. Algunas de hecho apenas les suponen dinero.
Samsung divide a su negocio de electrónica en tres grandes divisiones, con una de ellas subdividida en otras dos. Por un lado, IT & Mobile Communications, a la que en este artículo nos referimos como "Mobile" para simplificar su nomenclatura. Por otro lado, Consumer Electronics ("Electrónica"). Y por último, Device Solutions con sus dos subdivisiones, Semiconductor ("Semiconductores") y Display Panel ("Pantallas").
Posiblemente el de la telefonía móvil es el negocio que más ha contribuido a expandir la marca de Samsung en el mundo. No es para menos: es uno de los poquísimos productos prácticamente universales y además se tienen individualmente, no en colectivos como ocurre en mayor o menor medida con los televisores, las neveras, los ordenadores, etc.
Los últimos diez años han sido los de la eclosión del smartphone, y una de las grandes beneficiadas ha sido Samsung, líder mundial en cuota de mercado desde 2012. Los damnificados, los que en otra época fueron hegemónicos: Nokia y BlackBerry. En los últimos años, Xiaomi, Oppo y Huawei han llegado al mercado con fuerza y han reducido la brecha de Samsung respecto a sus competidores, fragmentando el liderazgo en el mercado Android.
Los smartphones de Samsung son, de hecho, los productos que más ingresos suponen a la compañía, con entre 87.000 y 98.000 millones de dólares en los últimos años; si bien es cierto que en su división se engloban otros productos relacionados con ellos: tablets, relojes inteligentes, servicios de la marca, etc.
Sus negocios de pantallas y electrónica de consumo se mantienen dentro del entorno de los 25.000 y los 40.000 millones de dólares respectivamente, pero lo que más ha crecido, de lejos, es la división de semiconductores o componentes, si bien en 2019 tuvo un retroceso importante.
Este negocio, que ha duplicado su volumen en solo tres años y ha convertido a Samsung en líder mundial por encima de Intel, no es solo el que avanza a mejor ritmo, sino también el que más beneficios deja, aunque 2019, el último año natural completo, ha dejado un resultado muy a la baja respecto a los ejercicios anteriores, con una notable caída en sus ingresos, y sobre todo en los beneficios que ha dejado en la compañía.
Un vistazo al gráfico de arriba deja hacerse una idea rápida del magnífico negocio que suponen los componentes para Samsung, más allá de su caída reciente: no solo suponen cada vez más ingresos para Samsung, sino que su margen es el mayor de los que tiene Samsung, el 21,6% en 2019. En años anteriores llegó a rozar el 50%.
Los componentes supusieron casi el 70% de los beneficios de Samsung en 2017
La venta de memoria DRAM y unidades SSD para servidores así como las unidades de almacenamiento para móviles de 128 GB y superiores han sido algunas de sus grandes palancas de crecimiento en los últimos tiempos, según señaló la propia Samsung en su memoria financiera anual del año 2019.
En la otra cara de la moneda, un margen nimio en electrónica de consumo y a la baja en pantallas, que si bien en 2017 tuvo un repunte, ha ido a menos en los últimos dos años. La propia Samsung reconoció que han sufrido una baja demanda en los paneles flexibles OLED y una bajada en los precios de los LCD. Habrá que ver cómo reacciona el final del 2020 a la nueva generación de pantallas plegables, como la del recién presentado Galaxy Z Fold 2.
Una paradoja que explica bien el negocio de Samsung en los últimos años fue que ganó más dinero con cada iPhone X vendido que con cada Galaxy S9, su buque insignia en aquel curso 2017/2018. Al fin y al cabo, Samsung es la única compañía en el mundo capaz de fabricar pantallas, memoria flash y memoria RAM en las cantidades que Apple puede requerir para sus teléfonos.
Para los próximos meses, marcados por la pandemia mundial, se espera ver en los resultados de la empresa efectos positivos gracias a la implantación del 5G, para el cual Samsung hizo una apuesta temprana de la que ya pudo recoger algunos frutos. Con la llegada comercial y las activaciones de las antenas, como la recién anunciada por Telefónica a la que presumiblemente seguirán el resto de grandes operadoras en las próximas semanas.
Samsung también tiene otras actividades con sus propias empresas al margen de Samsung Electronics, la matriz principal y de la que trata este artículo. Por ejemplo, Samsung Heavy Industries, el segundo mayor constructor de barcos del mundo; o Samsung Life Insurances, una aseguradora con sede en Seúl, así. como su agencia de relaciones públicas y marketing, Cheil Worldwide, o su participación en Renault-Samsung, la marca coreana resultante tras la venta de su negocio automovilístico a Renault en los años noventa. Esta es la estructura del grupo completo, más allá de Samsung Electronics.
La historia de Samsung es también la de un hombre que empezó a trabajar el pescado deshidratado antes de la II Guerra Mundial y que fue haciendo crecer su negocio década tras década hasta la empresa que es hoy, con un valor de 316.000 millones de dólares. Desde la década de los sesenta, Samsung es un chaebol, término que designa a las grandes empresas familiares surcoreanas, como también lo son LG, Hyundai o SK.
La descendencia e incluso parte de la familia político del hijo del fundador, Lee Kun Hee, ocupan puestos de responsabilidad en la empresa y ostentan parte de su capital. Su primogénito, Lee Jae Yong, presidente de Samsung Electronics, es también el líder de facto en la empresa desde que su padre sufrió un infarto en 2014, algo que despertó el complicado proceso de sucesión.
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VII. Así es como gana dinero Samsung: ni TVs ni smartphones son la base de su negocio.
VIII. Así es como gana dinero Sony: más vale PlayStation en mano que Xperia volando.
XIX. Así es como gana dinero Xiaomi: vine por el precio del smartphone y me quedé por los servicios.
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XI. Así es como gana dinero Huawei: sus teléfonos móviles no son (todavía) su principal actividad.
XII. Así es como gana dinero LG: la era del smartphone no le ha sentado bien.
XIII. Así es como gana dinero Dropbox: un 3% insuficiente y una trayectoria intachable.
XV. Así es como gana dinero HTC: la abdicación de un rey.
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