Las opciones están ahí, casi al alcance de la mano. Quizás menos en el caso de Intel, pero desde luego las cosas están que arden en AMD y Nvidia, donde contamos con procesadores y tarjetas gráficas dedicadas que han dado un salto espectacular en potencia e incluso en su relación precio/prestaciones. Lo mismo ocurre con las consolas: la PS5 y la Xbox Series S/X son espléndidas.
Nunca hubo mejores componentes para montarse un PC gaming alucinante y tampoco hubo mejores consolas, pero el problema es en ese "casi" del que hablábamos en el comienzo de este artículo. Cierto que los componentes y esas máquinas están en el mercado, pero conseguirlos hoy en día es casi imposible: no a menos que queramos pagar mucho más de lo en realidad cuestan.
Ha pasado una y otra vez en los últimos meses: AMD ha presentado sus nuevos Ryzen 5000 con microarquitectura Zen 3, pero además ha dado todo un golpe en la mesa con sus tarjetas gráficas Radeon RX 6000, que compiten de tú a tú (por fin) con lo mejor de Nvidia, esas RTX 3000 que también son todo un salto en rendimiento gracias a su nueva microarquitectura Ampere y a sus nuevas características técnicas.
hemos podido analizar buena parte de esas ofertas (Radeon RX 6900 XT, RTX 3080, RTX 3070, RTX 3060 Ti, )y ha quedado claro que estamos ante un momento dulce para los fans de los PCs dedicados a los videojuegos. Estos componentes permiten acceder a prestaciones espectaculares que van más allá de lo que se produjo en anteriores saltos generacionales, y montar un PC con estas opciones es garantía de disfrutar más y mejor que nunca de los juegos de última generación.
El problema es que conseguir esos componentes es prácticamente imposible. Al menos si uno quiere conseguirlos a los precios recomendados de venta. Ha ocurrido una y otra vez con las RTX 3000 de Nvidia, que ha sido imposible conseguir cuando los distintos modelos se pusieron a la venta. Ocurrió con las RTX 3080 ?Nvidia se disculpó por ello? y lo mismo ocurrió con las RTX 3070 y las recientes RTX 3060 Ti.
No hay forma de conseguir las preciadas Founder Edition al precio recomendado del fabricante: los bots se han convertido en la pesadilla de toda una generación de gamers incapaces de comprar. Muchos asistieron perplejos a una situación en la que a pesar de refrescar la página de Nvidia o de las tiendas donde se ponían a la venta estas tarjetas lo único que conseguían ver era que primero no estaban disponibles y de repente estaban agotadas. Ni siquiera les había aparecido la opción de comprarlas.
El fenómeno se ha repetido para las tarjetas gráficas y CPUs de AMD, que también han tenido una demanda extraordinaria que ha acabado con muchas de ellas en el mismo destino que las de Nvidia: eBay. El portal de subastas es hoy en día el único lugar en el que es posible encontrar sin problemas estos componentes. Si puedes pagar sus precios, inflados de formas espectaculares a menudo, son tuyas.
Es cierto que en otros apartados los componentes siguen estando disponibles. Las placas base, la memoria RAM, las soluciones de refrigeración o las unidades SSD están también en un momento espectacular en precio/prestaciones y afortunadamente se pueden encontrar a precios estupendos, pero el pilar de estos equipos siguen siendo la CPU y la GPU.
La situación con las nuevas consolas de Sony y Microsoft es análoga. Ha habido reposiciones de inventario puntuales en las que se han podido volver a encontrar estas consolas y la Xbox Series S sí parece estar más disponible, hoy por hoy conseguir una PS5 o una Xbox Series X es harto complicado.
El problema ha sido una vez más la alta demanda y la actividad de los bots y los llamados 'scalpers', los usuarios que haciendo uso de esos bots o de otras técnicas han llegado a hacerse con los nuevos modelos no para jugar con ellos, sino para revenderlos más caros.
Michael Driscoll, ingeniero de datos, realizó recientemente un estudio que había hecho a partir de datos de eBay y tanto en el caso de las tarjetas gráficas de Nvidia o AMD como en el de las consolas la conclusión era clara: muchos son los especuladores que han aprovechado estos lanzamientos para hacer su particular agosto.
Así, las RTX 3080 que tienen un precio de venta oficial de 699 dólares se han vendido a un precio medio de 1.315 dólares, las PS5 con unidad Blu-ray de 499 dólares se venden a unos 1.021 dólares y las Xbox Series X de 499 dólares se venden a 865 dólares de media en eBay.
El propio Driscoll afirma que el estudio está incompleto ya que no incluye otros canales de reventa (en Estados Unidos Craiglist o Facebook Marketplace, por ejemplo, además de los foros) pero desde luego esos datos revelan una realidad preocupante.
Una, de hecho, que hace que echemos de menos aquellos lanzamientos de la anterior generación de consolas y gráficas en las que había unidades en tiendas físicas y que permitían al menos ir a esos comercios e incluso hacer esas célebres colas ?¿recordáis la de los iPhone originales?? y estar seguros de que si íbamos con suficiente tiempo, tendríamos garantizada la compra de uno de estos productos.
La pandemia ha hecho eso imposible con estos lanzamientos, y todos los lanzamientos se han hecho íntegramente online. Aunque eso pueda facilitar las cosas a muchos usuarios ?sobre todo, a aquellos que no viven en núcleos urbanos con esas tiendas físicas? el resultado ha sido desastroso por la citada actividad de especuladores y bots.
Ante esa situación solo tenemos dos opciones. La primera, pagar y asumir el sobreprecio, algo que muchos usuarios desaconsejan porque sería darles la razón a los especuladores.
La segunda, simplemente tener paciencia y esperar a que esos componentes vuelvan a estar disponibles de forma masiva para comprarlos a los precios recomendados por los fabricantes.
Esa sería de hecho la mejor receta para devolverles el disgusto a los especuladores, aunque como señala Driscoll, sitios como eBay o PayPal se benefician también de esta situación por las comisiones que obtienen de esas reventas de componentes o consolas.
Este ingeniero apunta a que esos precios de reventa van decreciendo a medida que pasan las semanas: va habiendo más inventario y los usuarios ya no tienen tanta prisa por conseguir estos productos, lo que hace que teóricamente en los próximos meses esta desagradable situación se alivie en gran medida o incluso desaparezca.
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