A día de hoy estamos más que acostumbrados a los Easter Eggs (o huevos de pascua) en los videojuegos. Por ejemplo, en 'The Witcher 2: Assassins of Kings' podemos encontrar a un asesino de 'Assassin's Creed' estampado contra el suelo, en 'The Division' podemos encontrar todas las armas de las Tortugas Ninja escondidas por el mapa y en 'PUBG' está el meme 'emosido engañado'. Es costumbre, una bonita costumbre, y lo cierto es que su origen es de lo más peculiar (y antiguo).
¿Cómo de antiguo? Pues tenemos que remontarnos nada más y nada menos que a 1979. Por aquellos entonces Warren Robinett estaba trabajando en Atari, en concreto en el desarrollo de 'Adventure'. Si habéis visto 'Ready Player One' seguramente os suene el juego, ya que es la última prueba que el protagonista debe superar para hacerse con la propiedad de James Halliday. La historia de este Easter Egg es de lo más peculiar, así que vamos a conocerla.
En los años 70-80 la Atari de Nolan Bushnell era todo un gigante de los videojuegos gracias, en parte, a la creatividad de sus programadores. Sin programadores no hay juegos y sin juegos no hay dinero. Atari "protegía" a sus desarrolladores con uñas y dientes, si por "protegía" podemos entender que mantenía a los creadores en el anonimato, no les pegaba regalías y, según el propio Robinnet, los trataba un poquito-bastante regular.
Robinnet sabía que conseguir que Atari le pagase royalties era complicado, pero lo que no lo era tanto era firmar el juego. Hoy en día, cuando acabas o empiezas un juego, lo más normal es que aparezcan los nombres de las personas involucradas, pero eso en la Atari de aquellos entonces estaba totalmente fuera de la conversación. Sin embargo, Robinnet fue lo suficientemente astuto para esconder su nombre en el juego, y además bien escondido.
Para el que no conozca 'Adventure', es un juego en el que llevamos a nuestro personaje por una serie de habitaciones en las que debemos recoger objetos e ir de aquí para allá. Robinnet escondió un objeto muy, muy pequeño, de un pixel, al que hoy conocemos como "The Dot", en una habitación oculta, una habitación a la que es casi imposible llegar si no sabes cómo hacerlo de antemano. En Steam tiene unas guía para que veas lo absurdo que es.
Una vez conseguido el pixel (y una serie de objetos más) el jugador tenía que llevarlo todo a una sala y, entonces, cruzar una pared lateral. Al hacerlo, el jugador accedía a una pantalla que mostraba el texto "Created by Warren Robinnet". El proceso es una locura, pero si hubiese sido más fácil alguien de Atari lo habría encontrado en el proceso de revisión.
El propio Robinnet explica en esta columna que algunos niños, por ensayo y error, lo encontraron, y que incluso hubo un chico que, tras encontrar The Dot (y saber que tenía algo entre manos) no dejó que sus padres apagasen la tele durante tres semanas hasta que descubrió para que servía.
Y ese es el primer Easter Egg de los videojuegos, un simpático secreto que, según expone el creador en el prólogo del libro 'Video Game Theory Reader', de Bernard Perron y Mark J. P. Wolf, es la verdadera forma de pasarse el juego y la prueba de que Atari tenía el poder de no poner el nombre del creador en la caja, pero también de que él tenía el poder para ponerlo en la pantalla.