Huawei, que ya hace tiempo consolidó su posición en el mercado español de smartphones disputándose con Samsung el liderazgo por unidades vendidas, está sufriendo ahora su mayor dolor de cabeza de los últimos tiempos. Quizás de su historia. Todo desde que la orden ejecutiva firmada por Trump la semana pasada ha cristalizado en el veto por parte de Google, lo cual implica la ruptura de la relación entre ambas tecnológicas y el consiguiente fin de los teléfonos de la marca con el Android que usaba hasta ahora y su acceso a las aplicaciones de Google (YouTube, Gmail, Maps, etc).
Este cisma, originado en la guerra comercial entre China y Estados Unidos y en que el Secretario de Comercio de este último considere a Huawei como "una amenaza para la seguridad nacional", supone que ahora haya muchos usuarios de smartphones de Huawei preguntándose no solo si podrán hacerse con otros Huawei en el futuro, sino también qué futuro inmediato espera a los terminales que ya poseen. Para todos ellos respondemos a las preguntas más frecuentes basándonos en la información de la que disponemos en el momento de escribir estas líneas.
No. Tanto el sistema como todas las aplicaciones, también las de Google (YouTube, Google Maps, Google Drive, Chrome, Gmail...) seguirán funcionando sine die de la misma forma que con cualquier otro Android del mercado, tal y como confirmó la propia Google. Esto también aplica a la posibilidad de seguir descargando aplicaciones a través de Play Store.
¿Podré seguir actualizando mi Huawei?For Huawei users' questions regarding our steps to comply w/ the recent US government actions: We assure you while we are complying with all US gov't requirements, services like Google Play & security from Google Play Protect will keep functioning on your existing Huawei device.
— Android (@Android) May 20, 2019
Sí y no. En la propia exclusiva publicada por Reuters se explica que el bloqueo es de carácter inmediato para el soporte de todos los terminales Huawei, incluyendo los que ya están en el parque móvil. Tal y como se explica en la fuente original:
"Huawei perderá inmediatamente el acceso a las actualizaciones del sistema operativo Android, y la próxima versión de sus smartphones fuera de China también perderá el acceso a aplicaciones y servicios populares, incluyendo las aplicaciones Google Play Store y Gmail. Google dejará de proporcionar cualquier tipo de soporte técnico y colaboración para los servicios de Android y Google a Huawei en el futuro".
En el propio tuit de la pregunta anterior Google está sugiriendo esto mismo, al hablar de "dispositivos Huawei existentes" con ese matiz. No obstante, una cosa son las actualizaciones de Google, a nivel de sistema operativo y servicios nativos, y otra son las actualizaciones mensuales de seguridad, que sí seguirán recibiendo los usuarios de Huawei.
¿Podré usar la garantía y el soporte técnico de Huawei?Sí. La propia compañía ha explicado que, además de las mencionadas actualizaciones de seguridad, también dará servicio posventa a los teléfonos, tabletas y otros dispositivos tanto de Huawei como de Honor, tanto a los ya vendidos como a los que siguen estando en stock en las tiendas.
Es posible, pero nadie puede asegurarlo y lo único cierto a día de hoy es el veto. Un vistazo a estos casi tres años de gobierno de Trump nos dejan entrever cuál es su patrón de conducta habitual en casos similares: actuar con mano muy dura y medidas fuertes para luego sentarse a negociar teniendo la sartén por el mango. Por supuesto que podría dar marcha atrás si a cambio obtiene algo que le interese por parte de China, pero no hay nada asegurado.
Mi móvil es de otro fabricante chino, ¿debería preocuparme?No. Al menos, de momento. El bloqueo a Huawei ha ocurrido por su reciente adición a la Entity List, lo mismo que le ocurrió a ZTE y que le hizo detener toda su operativa.
Al menos a fecha de hoy no hay visos de que otros fabricantes como OnePlus, su matriz Oppo o Xiaomi vayan a pasar por lo mismo. Desde Xataka hemos contactado con todos ellos a través de sus departamentos de comunicación: Xiaomi y OnePlus no tienen declaraciones que hacer al respecto, mientras que Oppo nos ha dejado a la espera de un statement que la compañía liberará próximamente (y con el cual actualizaremos este artículo tan prono sea publicado).
Sin sus nombres en la Entity List no hay motivos para pensar que puedan seguir los pasos de Huawei.
En cuanto a lanzamientos de terminales, es algo que solo sabe la compañía y a lo que no hemos podido obtener respuesta en el momento de publicar este artículo. Las alternativas que le quedan son:
a) Comercializar terminales con AOSP, la versión abierta y pública de Android, que no cuenta con ninguna de las aplicaciones y servicios de Google
b) Comercializar terminales con su propio sistema operativo. ¿Un EMUI venido a más que no necesite la capa subterránea de Android para ejecutarse? No sería de extrañar: Huawei ya avanzó que tiene un as en la manga en forma de sistema operativo propio que podría usar en caso de que llegase el bloqueo que ha terminado llegando. La incógnita es si podrá mantener su buen nivel de ventas (ya vende uno de cada cinco teléfonos en Europa) con ese plan B.
Huawei tiene preparado su propio sistema operativo y China invirtió para crear su industria de chips, pero la aceptación comercial de futuros Huawei sin Google es una incógnita
En cualquier caso, el veto no es solo de Google a nivel de software. También incluye a las transferencias de hardware, y otras empresas como Intel, Qualcomm o Broadcom también han anunciado que seguirán los mismos pasos de Google, así como Western Digital, Micron Technology o Infineon Technologies.
Esto implica que Huawei, que fabrica sus propios procesadores y módems bajo la marca Kirin y por ahí se salvará al menos en parte, no podrá usar componentes que sí ha requerido hasta ahora para otros menesteres, como la fabricación de sus ordenadores portátiles, que usan Windows (empresa americana) y procesadores Intel (empresa americana). Los servidores que fabrica Huawei, por cierto, también usan procesadores de Intel.
Hace un año, la República Popular China ya anunció que también estaba trabajando en un plan B oliéndose el posible desenlace que ahora conocemos: estaba invirtiendo 47.000 millones de dólares en crear su propia industria de chips. El objetivo, naturalmente, era cortar la dependencia de todas las empresas estadounidenses que hemos comentado. No tenemos constancia de que haya llegado a tiempo.
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