Ya se conoce cuál es el plan de España para aprovechar los fondos europeos 'Next Generation EU'. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha presentado el 'Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia', una ruta en la que se invertirán casi 70.000 millones de euros de aquí a 2023, con importantes dotaciones para la movilidad eléctrica, rehabilitación de viviendas y modernización de la administraciones públicas.
Aquí repasamos cómo se reparten los fondos del Plan de Recuperación, qué sectores recibirán subvenciones y en qué se pretende gastar el dinero que la Unión Europea va a repartir entre los países miembros con el objetivo de impulsar las nuevas tecnologías e impulsar la economía tras la pandemia.
De los 70.000 millones de euros del Plan, al menos 27.000 millones de euros ya están contemplados en los Presupuestos Generales del Estado de 2021 vía deuda. El proyecto de los fondos europeos apunta hasta 2026, con la intención de movilizar hasta 140.000 millones de euros, pero por el momento se han concretado las inversiones de la primera parte, hasta 2023. El objetivo de todas estas iniciativas es asegurar un crecimiento adicional del PIB de dos puntos de media a partir de 2021 y la creación de 800.000 puestos de trabajo.
Los fondos europeos están planteados como una ayuda para movilizar fondos en "iniciativas emblemáticas". Entre las elegidas por el Gobierno de España se encuentra el impulso del hidrógeno verde, la conectividad 5G, la inteligencia artificial o las energías renovables. Si bien, la inversión en cada uno de estos proyectos es desigual y cuenta con su respectiva partida económica.
Entre las inversiones destacan en primer lugar el impulso de la movilidad sostenible, muy relacionada con las iniciativas alrededor del coche eléctrico como la fábrica de baterías y la rehabilitación de viviendas. Dos proyectos que engloban alrededor del 30% de las inversiones previstas.
Este es el reparto elegido por el Gobierno. Unos fondos que parcialmente ya se empezarán a invertir, pues los fondos de recuperación de Europa llegarán más adelante. Una vez concretado el Plan de Recuperación, este se presentará a la Comisión Europea, aunque no será hasta dentro de tres meses cuando decidan si se aprueba el plan.
Durante los meses previos se han ido presentando de manera individualizada algunos de los proyectos que ahora se engloban en el plan, pero en este tiempo se han producido cambios en las cifras. Lo que antes eran 600 millones, ahora son 500 millones, por ejemplo en la Estrategia Nacional de Inteligencia Artificial. Una cifra que una vez pase por la Comisión Europea podría volver a modificarse.
Si bien, expertos como Borja Adsuara, consultor y ex-director general de Red.es, apuntan que "no tendría sentido que se haga un plan para ayudar y luego desde la Unión Europea no se permita gastarlo en las propuestas". No se espera que haya tantos cambios en las cifras, sino en si realmente se lograrán invertir correctamente. "No es que España no tenga dinero, pero por ejemplo en las PYMEs no tienen ni los recursos ni el conocimiento para acceder y aprovechar estas ayudas", explica Adsuara. Un problema que cree que al final acabará derivando en que sean las grandes compañías quienes acaben ejecutando estos proyectos, pues son ellas quienes tienen el conocimiento y los recursos para aprovechar estos fondos.
Si hay un sector beneficiado del Plan de Recuperación es el automovilístico. La revolución eléctrica ha sacudido a la industria del motor y ya ha provocado miles de despidos. España busca mantener estos puestos de trabajo y para ello el plan del Gobierno pasa por aprovechar los fondos europeos para actualizar la industria del motor en España.
"Los fondos europeos se utilizan para proyectos que no estaban ya contemplados", apunta Adsuara. La Comisión Europea desea que estos fondos vayan a parar a iniciativas innovadoras y la transición eléctrica se coloca como uno de los cambios que reúnen muchos de los aspectos buscados: muchos puestos de trabajo, esperable retorno económico y fácil justificación tecnológica.
Los 13.203 millones de la movilidad sostenible se dividen en dos bloques. 6.536 millones para un "plan de choque de movilidad segura y conectada en entornos urbanos", donde se contemplan iniciativas como aumentar la infraestructura de recarga eléctrica, la creación de zonas de bajas emisiones en los municipios de más de 50.000 habitantes o la mejora del servicio de Cercanías. Por otro se dedicarán hasta 2023 unos 6.667 millones en infraestructuras como el Corredor Atlántico y el Corredor Mediterráneo.
Otro de los grandes beneficiados es el ladrillo. La construcción es uno de los grandes sectores nacionales y los fondos europeos también irán a parar aquí. Sin embargo, se hace desde una óptica más moderna, centrándose en la rehabilitación y eficiencia energética. En total, 6.820 millones. Una partida que supone más del 10% del total y claramente por encima de otros proyectos.
El top lo completa la modernización de las Administraciones públicas, con una partida de 4.315 millones de euros en los que se invertirá en la "modernización de las Administraciones de sanidad, justicia, el SEPE, la Seguridad Social, las migraciones y las políticas de inclusión, los consulados, y una lanzadera de proyectos tractores en Interior y Defensa, Agricultura y Consumo"
El impulso a las PYMEs es otro de los grandes ejes del Plan de Recuperación. 4.894 millones para iniciativas como la España Nación Emprendedora, la Agenda España Digital 2025 y programas de subvenciones. Se trata de un reto que España tiene "desde hace 20 años", según apunta Adsuara, y donde "todos los anteriores planes han fracasado" al no facilitar suficiente que estas ayudas lleguen a quienes las puedan necesitar.
De manera relacionada, el plan establece 3.593 millones de euros para competencias digitales, tanto en educación como para el empleo. El objetivo es movilizar también inversiones privadas, por ejemplo iniciativas como la de mediados de marzo con los certificados profesionales de Google junto a 5.000 becas.
La transición digital es uno de los ejes que está utilizando el Gobierno para captar estos fondos. 3.999 millones de euros irán a parar al desarrollo de la red, desde el despliegue del 5G hasta la extensión de la cobertura de 30 Mbps para el 100% de la población.
En un rango de inversiones algo menor se encuentra la modernización del sector turístico, las energías renovables, la formación profesional y el impulso del Sistema Nacional de Ciencia e Innovación. Llama la atención que el Gobierno plantea niveles similares de inversiones para el turismo (3.400 millones de euros) que para el sistema nacional de ciencia (3.380 millones de euros).
Estas partidas son complementarias a los presupuestos genéricos del Estado y deben justificarse en términos de innovación y retorno, por lo que no representan el porcentaje total que España invierte en ciencia a nivel global.
Entre las inversiones en ciencia se detallan proyectos como el desarrollo de investigación en plásticos sostenibles, impulso al sector aeroespacial y una reforma de la Ley de la Ciencia. Por su parte, la estrategia para justificar las inversiones en turismo giran alrededor del concepto de turismo sostenible. También se establece la construcción un "sistema de inteligencia turística basado en la economía del dato y la interoperabilidad".
Otras tecnologías de futuro como la inteligencia artificial o el hidrógeno verde también están contempladas. El Gobierno aprovecha las distintas innovaciones para apuntarse a la captación de fondos europeos. En el caso de la primera, se presentó la Estrategia Nacional de Inteligencia Artificial. Unos 500 millones de euros que "se sitúan en la última partida" y tienen 10 veces menos inversión que la movilidad o el ladrillo, según apunta Andres Torrubia, cofundador del Instituto de Inteligencia Artificial.
En su momento, se detalló que entre la inversión en IA se dedicarían 275 millones al desarrollo tecnológico, 133 millones en integración, 42 millones para atraer talento, 42 millones para plataformas de datos y 8 millones para un marco ético normativo. La diferencia entre los 600 millones iniciales y los 500 millones actuales son los 100 millones para la administración pública, que se han englobado en la otra partida.
Además de la IA, se invertirá en el hidrógeno renovable (1.555 millones de euros), la biodiversidad (1.642 millones de euros) o la modernización del sistema sanitario (1.069 millones de euros). En el caso de sectores como el hidrógeno, el Gobierno se apunta a una tecnología donde hay anunciadas importantes inversiones del sector privado.
"Todavía no se sabe muy bien qué parte de los fondos estará sujeta a licitación pública, cuánto se ofrecerá como cofinanciación parcial de proyectos público-privados financieramente estructurados, o en concesiones, y cuánto se otorgará como subvenciones directas", explica Enrique Feás, profesor en la IE University y economista del Estado.
Un plan que sí ha detallado los sectores y el tipo de iniciativas que pretende realizar, pero donde se deja para el futuro la concreción de los detalles y el importe final que se invertirá en cada proyecto particular. Habrá que esperar para ver qué opina la Comisión sobre este plan, qué resultados se obtienen dentro de unos años y hasta qué punto en el futuro Europa entiende que los fondos se invirtieron correctamente.
Más información | Plan de recuperación, transformación y resiliencia
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