El conflicto entre Google y Huawei puede servir para comprobar la verdadera naturaleza abierta de Android. Desde sus inicios, Google lo presentó como un sistema operativo para móviles abierto y prueba de ello es que más de 10 años después todavía sigue actualizando el código libre de Android.
Sin embargo, cuando se habla de Android hay que diferenciar claramente entre dos versiones: AOSP (Android Open Source Project), la base abierta disponible para todo el mundo y el Android con los servicios de Google, que se ofrece en los móviles de la mayoría de fabricantes.
Con el bloqueo de los Estados Unidos y Google a Huawei es posible que la marca china tenga que abandonar Google Play en sus próximos terminales. Pero los futuros móviles de Huawei no solo perderían el acceso a la tienda de aplicaciones de Google, también se quedarían sin poder utilizar sus servicios, herramientas y protecciones.
Ante esta situación nos preguntamos: ¿qué es realmente AOSP? ¿Qué diferencias hay con el Android de Google?. Aquí os explicamos cómo funciona la versión abierta del sistema operativo para móviles y hasta qué punto Huawei perderá las ventajas del Android tal y como las tiene hoy en día si finalmente decide lanzar móviles basados en AOSP y no en el Android tradicional.
Para entender la diferencia entre estas versiones hay que ir al origen mismo de Android. No debemos entender Android como un sistema operativo, sino como una plataforma móvil compuesta de una base, AOSP, a la que debemos sumar los Google Mobile Services y las Google Apps. Mientras que la base AOSP es abierta, el resto de componentes pertenece directamente a Google y queda bajo su regulación. Cuando se habla de "Android puro" en realidad nos referimos tradicionalmente a un "Android puramente Google".
Huawei, como miembro de la Open Handset Alliance desde 2008, tiene acceso al código de AOSP pero hoy en día ofrece en sus teléfonos el sistema Android de Google. Es decir, la base AOSP más los servicios y aplicaciones de Google. Tres pilares clave a los que después Huawei, al igual que otros fabricantes, añade sus propias aplicaciones.
AOSP está compuesto por múltiples niveles; el kernel linux, las distintas librerías hasta las capas más superficiales como el gestor de descargas o el panel de notificaciones. AOSP dispone también de aplicaciones básicas como un navegador, una alarma o una aplicación de fotos. Pero Google en vez de actualizar estas versiones abiertas, lo que ha hecho ha sido crear alternativas propias y subirlas a Google Play.
Con el bloqueo de Google, Huawei podría seguir utilizando la base AOSP pero se quedaría sin todos los paquetes adicionales de Google. Hablamos de Google Play, pero también Chrome, Gmail, Youtube y los Play Services para sincronizar toda la información. Estas aplicaciones por si solas ya representarían una dura pérdida para Huawei, pero es todavía más significativo si tenemos en cuenta que con las nuevas versiones de Android, las innovaciones han ido a parar a la parte de Google y no tanto al propio núcleo abierto de AOSP.
El potencial de Android debemos encontrarlo en una combinación de factores. Por un lado la base del código, abierto y al alcance de todos los fabricantes, y por otro el acceso a la plataforma de Google. Así lo describía Dianne Hackborn, experimentada ingeniera de Google:
"Android, como plataforma Open Source, simplemente es incapaz de ofrecer ningún servicio en la nube, porque esos servicios no se ejecutan en el dispositivo donde el código de la plataforma corre. Este es un punto clave que parece ser olvidado completamente. Si quieres entender lo que es Android, y cómo está diseñado, y cómo las piezas encajan, debes entender este punto. Una de las cosas que es interesante sobre las plataformas actuales y el escritorio tradicional es que estos servicios en la nube son cada vez más importantes sobre la experiencia de la plataforma base. Esto presenta un reto muy especial a una plataforma Open Source, que no puede proporcionar estos servicios en la nube como parte de la implementación estándar de la plataforma. En Android nuestra solución es diseñar la plataforma de modo que los servicios en la nube puedan conectarse e integrarse de diversas formas".
Durante las primeras versiones de Android, gran parte de los componentes se encontraban en el núcleo del sistema Android. Es decir, AOSP. Pero progresivamente con el paso de los años muchas de estas herramientas han ido trasladándose a la nube de Google.
Lo que vemos como usuarios es la tercera columna, la de las aplicaciones. Es fácil ver que un Huawei con AOSP no tendría Google Maps, ni Google Chrome ni Google Fotos. Sin embargo, hay toda una serie de herramientas ligadas a los Play Services que son todavía más importantes. No solo por su integración en el sistema, sino porque fabricantes como Huawei no han replicado estos servicios.
Un Huawei basado en AOSP perdería servicios como la sincronización automática de las fotos, las APIs de localización, los servicios de desbloqueo inteligente, Google Play Games, la compatibilidad con Android Auto, Android Webview, el soporte a Chromecast e incluso herramientas tan importantes como Google Play Protect, una capa de seguridad responsable de que los móviles Android de hoy en día sean mucho menos vulnerables a los ataques.
Si Huawei decide presentar un móvil basado en AOSP, deberá desarrollar por su propia cuenta herramientas equivalentes a las de Google. Pero claro está, en Google llevan trabajando desde hace años en estos servicios.
Claro está, AOSP sí dispone de una capa de seguridad, pero es a través de los 'Google Security Services' donde Google analiza y verifica miles de aplicaciones para dar una capa extra de seguridad. Afortunadamente, desde agosto de 2015 se ofrecen parches mensuales de seguridad de AOSP. Una capa de seguridad ofrecida tanto por Google como por los propios fabricantes. Debido a esta naturaleza abierta de los parches de seguridad, Huawei podrá seguir ofreciendo actualizaciones de seguridad a sus dispositivos.
En el comunicado oficial de Huawei se informa que se seguirán ofreciendo actualizaciones de seguridad, pero no se habla de actualizaciones a las nuevas versiones de Android. Actualmente, únicamente el Huawei Mate 20 Pro participa en la beta de Android Q y no parece que haya cambios en ese sentido. Para entender por qué el bloqueo de Google a Huawei también afecta a las actualizaciones podemos acudir de nuevo a AOSP.
Con cada versión nueva de Android, Google actualiza varios de sus servicios y libera el código AOSP de esa versión. Cualquier fabricante puede coger ese código y crear una versión de Android con él. Es decir, si para finales de año Google libera el código de Android 10, nada impediría a Huawei aprovecharlo para crear su propio 'fork' de Android basado en esa versión.
Esta versión no tendría las aplicaciones de Google y tampoco tendría muchas de las novedades anunciadas para Android 10. Porque aquí está de nuevo la diferencia; no son iguales las novedades de Android AOSP 10, que las de Android 10. El soporte a los móviles plegables, las actualizaciones en segundo plano o el tema oscuro sí podrían entrar en el núcleo AOSP, pero novedades como las respuestas inteligentes, las Live Captions, la navegación por gestos o los recordatorios por ubicación no.
Huawei podría crear su sistema operativo basado en AOSP 10 y añadirle sus funciones, sin embargo no puede actualizar de un sistema Android tradicional a uno sin Google. El mecanismo de actualización requiere de la aprobación de Google después de pasar el 'Compatibility Test Suite' (CTS), un test utilizado para comprobar si el móvil consigue la certificación GMS. Pero este proceso sería una transferencia de software y por tanto entraría dentro del tipo de lazos que la Administración Trump ha prohibido. Al no poder realizar la certificación, el móvil no podrá actualizar.
Huawei no sería el primer gran fabricante en ofrecer un móvil Android sin acceso a los servicios de Google. Marcas como Xiaomi en su ROM china llevan años sin incorporar el Android de Google. Incluir los servicios de Google al final tiene un coste y hay marcas que deciden no pagarlo. En el caso de Huawei, el motivo sería otro pero el resultado final sí podría parecerse a lo que ofrece Xiaomi en China.
Paradójicamente, la Unión Europea ya multó a Google por, entre otras prácticas, evitar que varios fabricantes vendiesen dispositivos con Fire OS, el fork de Android de Amazon.
Tendríamos un sistema operativo con las aplicaciones de la marca preinstaladas, con acceso a una tienda de aplicaciones propia pero sin acceso a servicios como la búsqueda de Google, el teclado sincronizado con otras aplicaciones, la copia de seguridad de Google Drive para WhatsApp o incluso las compras in-app, que se realizan habitualmente a través de Google Play.
Huawei tiene su propia tienda de aplicaciones AppGallery, cuenta con aplicaciones nativas para el calendario, el navegador o la música. También tiene aplicaciones de salud y de correo. Pero en caso que quisiéramos tener Google Play también podríamos tenerla, eso sí, instalándola de manera manual.
Entendemos que si Huawei apuesta finalmente por crear su propia versión basada en AOSP intentará impulsar sus propios servicios, aunque la limitación de Google viene impuesta de fábrica. Una vez comprado el móvil, a través de los archivos APK se pueden instalar todo tipo de aplicaciones, también las de Google. No sería un proceso sencillo, ya que instalar los Google Play Services va más allá de un APK, pero técnicamente sería posible.
No son sin embargo las aplicaciones preinstaladas que vemos en el móvil lo más cercano que está Huawei de crear su propio ecosistema alejado de Google. Desde hace un tiempo, Huawei ofrece su propia cuenta 'Cloud ID' donde sincronizar toda la información. Un sistema para escapar de Google que facilitaría el traspaso a este futurible nuevo sistema no basado en el Android de Google.
Una red en la nube que, para información de los Estados Unidos, al menos desde Europa está certificado por CSA Star y todos los datos se guardan exclusivamente en servidores de la Unión Europea.
Huawei tiene múltiples vías de escape. Por un lado puede esperar a que Google o el Gobierno de los Estados Unidos cambien de opinión. Pueden, como hemos visto, apostar por una versión de Android basada en AOSP con sus propios servicios. Y finalmente también podrían prescindir del núcleo AOSP y apostar directamente por un nuevo sistema operativo.
¿Cómo sería este nuevo sistema operativo? ¿Qué diferencias podría tener con Android? Es pronto para saberlo. Pero en un giro de los acontecimientos, Huawei podría colaborar de nuevo con Google y aprovechar el código abierto de Fuchsia. Esta vez, sin apostar por ningún servicio de Google. Huawei tendría un sistema abierto preparado para móviles, ordenadores y dispositivos del hogar, mientras que Google cumpliría con la orden ejecutiva de Donald Trump al no estar transmitiendo software directamente con ninguna empresa. Simplemente generando un código libre al alcance de cualquiera.
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