A principios de este año, cuando acababa de estrenar el traje de CEO, Pat Gelsinger reveló que Intel invertiría millones de dólares en Europa para reducir la dependencia de Asia en la industria de los semiconductores. El anuncio encendió la ilusión de una decena de países, entre ellos España, que se mostraron interesados con la idea de ser parte de los ambiciosos planes del gigante tecnológico estadounidense.
Si bien la compañía no ha brindado detalles acerca de cuáles son los países candidatos para albergar sus nuevas fábricas de chips, ha dicho que había 70 potenciales ubicaciones en la lista. No obstante, según Bloomberg de acuerdo a fuentes cercanas a las negociaciones Intel ha optado por quedarse con Alemania, Francia e Italia, dejando de este modo a España fuera de sus planes de expansión en el viejo continente.
El gigante de los semiconductores tendrá tres nuevas instalaciones en Europa, alcanzando un total de cuatro si se tiene en cuenta la planta situada en Irlanda desde la década de los ochenta. Alemania estará a la cabeza del proyecto con una "megafábrica" de obleas de silicio que costará "miles de millones de dólares".
Francia, por su parte, no contará con una fábrica de semiconductores, sino con un centro de investigación y diseño, aunque no se precisan los montos de inversión estimados para esta parte del proyecto. Reuters señala por su parte que Intel invertirá 8.000 millones de euros para construir una fábrica de pruebas y ensamblaje en Italia.
Si se tiene en cuenta que Intel planea invertir más de 80.000 mil millones de euros en Europa durante la próxima década, Italia acapararía alrededor del 10% de la inversión total. Aunque la compañía también planea modernizar sus instalaciones de Irlanda de cara al crecimiento generalizado de la industria del cilicio con una inversión adicional de 5.500 millones de euros.
Intel no suelta palabra, aunque en un comunicado visto por Reuters adelanta que pronto tendremos novedades: "Nos alientan las muchas posibilidades de apoyar la agenda digital de la UE y las ambiciones de semiconductores para 2030. Si bien las negociaciones actuales están en curso y son confidenciales, planeamos hacer un anuncio lo antes posible".
Es preciso señalar que no solo Intel quiere dejar de depender de regiones asiáticas para el desarrollo de su negocio y competir con Samsung y TSMC en un entorno de creciente demanda. La UE quiere alcanzar el 20% de la producción global de semiconductores en 2030 (actualmente es del 10%). Para ello, Ursula Von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, anunció la intención de aprobar una ley de chips, medida que podría materializarse en 2022.
Imágenes | Intel
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