Todo parece de color de rosa en las plataformas de streaming. Nunca fue más fácil acceder a todo tipo de contenidos en cualquier lugar y a cualquier hora. Solo necesitas una pantalla y una conexión a internet, y el mundo del entretenimiento es tuyo. O no.
Eso es lo que están tratando de hacernos comprender los coleccionistas de Blu-ray. El formato no ha logrado cuajar ante el empuje de Netflix y sus competidores, pero quienes compran de forma casi compulsiva estos discos lo hacen para proteger esos contenidos, no solo para disfrutarlos. Así evitan que cuando el servicio de streaming de turno elimine de su catálogo esa película o serie no puedan volver a verla.
En Wired hacían un homenaje reciente a esa defensa del formato Blu-ray que se está convirtiendo para muchos en refugio de ese tipo de contenidos que las grandes plataformas de streaming no quieren. O que sí quieren y tienen, pero que acaban eliminando de su oferta al cabo de cierto tiempo.
Son películas y series de todo tipo que no han llegado a esos servicios o que si lo han hecho han acabado desapareciendo de ellos para desaparecer en el olvido.
No lo hacen del todo, y de ello tienen mucha culpa los formatos físicos, que se están convirtiendo en esa tabla de salvación para cinéfilos, seriéfilos y coleccionistas que gracias al DVD y al Blu-ray pueden seguir disfrutando de todos esos contenidos sin depender de que Netflix, HBO, Amazon Prime Video o cuaquier otro servicio decida ponerlos a disposición de los telespectadores.
Existe un subreddit específico para eso (cómo no). Se llama Boutique Blu-ray, y es el punto de reunión para todos esos coleccionistas que publican sus críticas sobre las ediciones en Blu-ray de todo tipo de películas y series, que presumen de sus colecciones o que informan al resto de la comunidad sobre futuras ediciones que están por venir.
Comprar un Blu-ray (o un DVD) se ha convertido casi en un anacronismo para muchos usuarios, y ese reducido interés por el formato ha hecho que incluso fabricantes reputados como OPPO salgan del mercado de reproductores de Blu-ray. Samsung lo hizo unos meses después.
Las cifras de ventas no son desde luego esperanzadoras, especialmente para el formato DVD que hace años que viene perdiendo fuelle. Uno podría pensar que las ventas de contenidos en Blu-ray habrían reemplazado a las de los DVDs, pero no ha sido así: han crecido algo respecto a los primeros años, pero las ventas generales de películas y series en formato físico han caído de forma pronunciada.
En el blog de DVDGuy se ofrecen datos específicos y algo limitados pero que dan apuntes interesantes: en 2008 las ventas de DVDs en la semana del Black Friday fueron de 386,35 millones de dólares, y en 2018 esas ventas han sido de 116,45 millones de dólares. ¿Qué ha pasado con las del formato Blu-ray? Crecieron de 27,68 millones de dólares en 2008 a 104,37 millones de dólares en 2018, pero ese crecimiento no logra compensar las pérdidas en el formato DVD.
Aún así este analista explicaba cómo hay escenarios (como el entorno rural en Estados Unidos) en el que las ventas siguen siendo notables. De hecho en Black Friday suele haber numerosas ofertas en el catálogo de Blu-ray de muchas tiendas ?las ha habido de nuevo en 2020?, y eso ha demostrado que la gente compra discos en este formato "si el precio es adecuado". Para muchos la bajada de títulos en Amazon de los tradicionales 25 dólares a 9 dólares por título en la mayoría de títulos fue detonante para esas compras.
Hay otro dato esperanzador para este formato físico: tanto las nuevas PS5 como las Xbox Series S/X cuentan con unidad óptica 4K Blu-ray, una opción que permitirá desde luego contar con juegos físicos, pero también reproducir películas en este formato.
Aunque los fabricantes de estos lectores y reproductores no apuestan demasiado por estos dispositivos, las consolas de Sony y Microsoft seguirán haciéndolo y se convertirán en un buen refugio para los amantes del formato físico.
En los últimos años, aseguran en Den of Geek, ha habido "una caída importante en el número de DVDs y Blu-rays físicos vendidos y que se ponen a la venta". Hace años los estudios no paraban de impulsar el formato y de ofrecer atractivos adicionales como extras y ediciones especiales para los espectadores, pero hace tiempo que dichas ediciones son la excepción, no la regla.
De hecho es raro encontrar ya contenidos extra tradicionales como el comentario del director como cadena de audio opcional. Solo en las grandes superproducciones del cine o la televisión se presta más atención a esas ediciones, pero en muchos casos el escenario está cambiando de forma radical.
Los estudios están empezando a olvidarse de los formatos físicos. Tras su etapa en cines, la película Star Trek de 2009 se comercializó con una edición especial... en descarga digital. Era esa edición la que primero dispuso de contenidos extra, y luego, eso sí, aparecieron ediciones en Blu-ray o DVD.
Los que aún defienden el DVD lo tienen aún más complicado para obtener contenidos extra, y pueden dar gracias si la película acaba apareciendo disponible en ese formato. Las productoras están ahí para ganar dinero, y parece que estos formatos ya no interesan tanto.
En 'Aloha', la película de Cameron Crowe, no tuvo edición inicial en formato DVD. 20th Century Fox llegó a un acuerdo con Netflix para distribuirla allí, y en el Reino Unido apareció una edición en DVD para la cadena de tiendas HMV. Intentad buscarla en Amazon en España y os pasará esto: la edición en DVD os llegará de Alemania, y la Blu-ray, de este país o de Italia.
Como explica ese análisis, puede que en menos de una década la venta de DVDs (si es que aún existe) y la de Blu-rays sea un nicho aún más pronunciado: cada vez será más complicado encontrar ediciones en formato físico de ciertas películas, aunque es obvio que habrá otras que seguirán disfrutando de esas versiones porque la demanda seguirá existiendo.
Y si no, que se lo pregunten a los grandes triunfadores del año: en The Numbers tienen una clasificación con los DVDs y Blu-rays más vendidos de 2018, y allí películas como 'Star Wars Episodio VIII: los últimos Jedi0, 'Black Panther', 'Thor: Ragnarok', 'Coco' o 'Avengers: Infinity War' dominan las ventas con más de 2 millones de copias solo en Estados Unidos.
Esas ventas demuestran que hay al menos cierto interés por el formato, y de hecho quienes siguen apostando por esta industria son (lógicamente) optimistas. Los responsables de la Blu-ray Association (BDA) explicaban a principios de 2018 cómo las ventas de reproductores habían crecido un 133% en 2017 frente a 2016, y que el apoyo de empresas como Disney (a la que no le ha ido mal con 'Solo: A Star Wars Story', por ejemplo) o el soporte de HDR10 en el formato Ultra HD Blu-ray daba argumentos para ese optimismo.
El mercado del formato físico parece estar siendo en parte impulsado por los "superfans". Es lo que al menos asegura la Entertainment Retailers Association del Reino Unido.
Según datos de un estudio reciente, dos terceras partes de las ventas de vinilos y Blu-ray proceden de compradores que se gastan casi 450 euros al año en este tipo de discos.
Para Kim Bayley, CEO de esta asociación, "la música, las películas y los juegos tienen un alcance virtual global, pero son estos superfans que se gastan 450 euros al año los que constituyen los pilares del mercado".
El ejemplo perfecto era el mercado de los vinilos: 157.000 de esos "superfans" generaron ventas por valor de 70 millones de euros, o lo que es lo mismo, el 71,7% del mercado de LPs en formato vinilo. Con los discos Blu-ray pasa lo mismo: 247.000 usuarios se gastaron 110 millones de euros en estos contenidos, lo que supuso el 61,1% de todo el mercado en el Reuno Unido en 2017.
Como concluían en Wired, estos coleccionistas tienen clara su misión. "Estas películas -da igual lo pequeñas u olvidadas que sean o estén- merecen mantenerse vivas [...] en una era en la que los servicios de streaming están impulsando un canon cinematográfico más pequeño y mucho más dominante".
Ese parece ser el grito unánime de esos coleccionistas. Los formatos físicos siguen teniendo sentido, especialmente para protegernos de todas esas maravillosas plataformas con maravillosos, limitados y a veces efímeros catálogos que vienen y van. Y eso es lo importante: que también se van. Pero no del todo para estos coleccionistas, afortunadamente.
Imagen | Brett Jordan
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