En el mercado de los PC gaming, el tamaño grande y espectacular es lo que suele primar. Pero hay PC para gamers que escapan de dicah tendencia.
El Corsair One i160 es un nuevo modelo de ordenador gaming compacto de una compañía plenamente centrada en el mundo de los gamers. ya hemos podido probarlo a fondo para comprobar si un Core i9 y la gráfica RTX 2080 Ti rinden como deberían en un formato compacto.
La familia de ordenadores de sobremesa Corsair One está compuesta por cuatro modelos con características (y precio) que van creciendo numéricamente con la serie. El más básico es el Corsair One i140, mientras que el modelo más ambicioso, con precio de 5400 euros, es el i180 (con el procesador Intel Core i9-9920X) como referencia.
El modelo que hemos probado en Xataka es el Corsair One i160, con un precio de 3189 euros y la siguiente ficha técnica:
Corsair One i160 | |
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Procesador | Intel Core i9-9900K |
Memoria RAM | 2 x 16GB DDR4-2666 |
Tarjeta gráfica | NVIDIA GeForce RTX 2080 Ti |
Almacenamiento | SATA de 2 TB 5400 rpm SSD de 480 GB NVMe M.2 |
Alimentación | 600 W |
Sistema Operativo | Windows 10 Home |
Precio |
Manteniendo la configuración y diseño base de esta familia, el Corsair One i160 destaca por la combinación del procesador Intel Core i9-9900K y la gráfica RTX 2080 Ti, que por sí sola ya cuesta más de 1200 euros.
Eso sí, para su precio final de más de 3000 euros, contar con una unidad SSD de solo 480 GB es a priori el elemento que cojea de sus especificaciones, completadas con 32 GB de memoria Corsair de la que hablaremos más adelante, así como de la eficaz refrigeración líquida tanto de la CPU como de la GPU.
La misma caja y disposición en la que viene bien resguardado desde EEUU el Corsair One i160 no deja lugar a dudas: no es un PC gaming cualquiera. Ni del montón. Ya nos habíamos dado cuenta por el precio, muy elevado incluso para las especificaciones internas del equipo.
Parte de ese extra monetario a desembolsar por el Corsair One i160 hay que otorgárselo al ejercicio de diseño y acabado del equipo. El Corsair One i160 tiene un diseño más bien cilíndrico y viene acabado en aluminio negro eminentemente mate. Es realmente elegante.
Claramente estamos ante un equipo de sobremesa gaming muy compacto (12 litros, menos de la mitad de lo habitual en equipos de sobremesa clásicos]). Eso sí, es bastante pesado pero ese acabado y diseño de la caja metálica es muy agradable visualmente.
Las únicas referencias a que estamos ante un sobremesa gaming lo encontramos en las dos tiras LED del diseño, que pueden configurarse para mostrar colores de manera sincronizada o personalizada. Las tiras LED, aunque aparentan continuidad en su diseño, ofrecen cuatro zonas diferentes cada una de ellas.
De nada serviría un PC gaming compacto que rehuyera una buena y suficiente configuración a nivel de puertos y conectividad.
En el frontal, donde siempre se agradece tener conectividad por poco estético que resulte, el usuario dispone de un puerto HDMI 2.0a, dos puertos USB 3.1 tipo A así como la entrada/salida de audio en un único jack.
Ya en la parte trasera vemos el grueso de la conectividad del Corsair One i160, incluyendo por sorpresa un puerto PS/2 que le da un toque demasiado antiguo al equipo pero que permite aprovechar posibles buenos periféricos que todavía lo usen.
En esa zona trasera dispone el usuario de seis puertos USB repartidos en dos USB 2.0 tipo A , dos USB 3.1 tipo A, un USB 3.1 Gen2 tipo A y otro tipo C también 3.1. Aquí la conectividad queda algo limitada por la placa, concretamente una Z370 ya algo anticuada para el precio y aspiraciones de este equipo.
No faltan el puerto Ethernet, Wifi (con dos antenas externas que podemos colocar) y Bluetooth 4.2, así como los conectores de audio y las salidas gráficas conformadas por los 3 puertos DisplayPort 1.4 de la tarjeta gráfica. Ningún otro puerto gráfico está disponible, lo que nos obliga a, en caso de querer usar conectividad HDMI, recurrir al puerto delantero, dispuesto allí imagino que para la colocación más directa y cómoda de periféricos como unos cascos de realidad aumentada.
El Corsair One i160, pese a ser un equipo compacto, admite la modificación de componentes internos por parte del usuario. No es a priori el objetivo principal de su diseño ni una característica por la que escogeríamos a este sobremesa gaming sobre otros, pero que se dé esa opción siempre suma.
La apertura de la caja no es directa completamente. En primer lugar debemos retirar la "tapa", conformada por el ventilador principal del sistema. Esto lo podemos realizar pulsando un botón, el cual está realmente duro y apenas podemos hacer fuerza con un dedo. Un sistema al menos con un botón de más tamaño hubiera venido mejor.
Una vez desconectado y retirado el ventilador, ya podemos apreciar que precisamente espacio no es lo que nos sobra en este Corsair One i160. Desde esta zona ya tenemos acceso a los laterales del equipo, que sin embargo y por sorpresa, requieren de un destornillador para seguir abriendo la caja.
Aquí, después de poder retirar sin herramientas la primera tapa esperábamos seguir descubriendo zonas del equipo sin necesidad de destornillador. Posibilidades de hacerlo había.
Una vez retirados los dos tornillos que sujetan cada uno de los dos laterales que dan acceso a los componentes principales del equipo, hay que intuir que levantando ligeramente estos paneles queda liberado el mismo. De nuevo algo de ensayo-error frente a lo que debería intuirse.
Aunque en esta situación ya podemos contemplar el potente y denso interior de este Corsair One i160, el acceso a los componentes internos es complejo si no retiramos antes el sistema de refrigeración líquida, cuyos radiadores están atornilladas a los paneles laterales. Es de hecho imprescindible hacerlo para acceder plenamente a la tarjeta gráfica, bajo la cual está la unidad SSD principal, uno de los componentes que antes podría querer reemplazar el usuario de este equipo de sobremesa.
En el otro lateral accesible contamos con acceso directo a la memoria RAM, al almacenamiento de 2 TB SATA (Seagate Barracuda a 5400 rpm) y también al procesador. Las posibilidades de ampliación quedan limitadas por el espacio disponible y la comodidad para realizarlas lógicamente distan mucho de la que encontramos en una caja mucho más grande.
Realmente, con la configuración conformada por el Intel Core i9-9900K y la Nvidia GeForce RTX 2080 Ti, pasará tiempo hasta que nos veamos en esa tesitura, algo que sí que podríamos realizar como apuntábamos antes con el almacenamiento (algo pobres los 480 GB de SSD, de Samsung) o la memoria RAM, aunque en este último caso las dos ranuras quedan ocupadas por los 32 GB de memoria de serie. Lógicamente aquí tenemos una Corsair Vengeance LPX (2666 MHz).
Con una ficha técnica como la del Corsair One i160, el rendimiento general del equipo está más que asegurado. Dado su alto precio y especificaciones, no es un equipo de compra habitual para tareas que no incluyan el gaming, pero dejamos en todo caso las cifras de su rendimiento general según nuestras pruebas habituales con software específico para benchmarks.
En la prueba con Cinebench R15, a nivel de procesador, los resultados son bastante altos: 213 cb (single) y 1933 cb (multi). En la prueba OpenGL también obtuvimos unos interesantes 159 fps.
Otra prueba donde prima el procesador, GeekBench 4, subió al Corsair One i160 a lo más alto de nuestras pruebas hasta ahora: 31457 puntos.
Si pasamos a las pruebas donde el factor gráfico empieza a tomar protagonismo, este Corsair One i160 vuelve a demostrar su gran poderío gracias a la tarjeta gráfica más potente del mercado en la actualidad.
En los test 3DMark, los resultados fueron los siguientes: FireStrike Extreme 17304 puntos, Fire Strike Ultra 4K 8452 puntos, TimeSpy 11956 puntos y TimeSpy Extreme 6480 puntos.
En cuanto al almacenamiento, sorprende a estas alturas que se opte por un almacenamiento secundario de tipo clásico, con un disco duro de 2 TB pero a 5400 rpm. Pero en esta configuración, con solo 480 GB de almacenamiento SSD, era necesario.
La buena noticia viene del lado de la unidad SSD NVMe de Samsung, que ofrece un rendimiento acorde con lo esperado y dentro de unos márgenes que no suponen un paso atrás del equipo. La velocidad de escritura y lectura aleatoria máxima es de 1340 MB/s y 3079 MB/s respectivamente.
Una característica nada desdeñable de este Corsair One i160 es el funcionamiento increíblemente silencioso que ha presentado en nuestras pruebas. El uso de un sistema de refrigeración líquida es aquí todo un acierto, y es el equipo de sobremesa gaming que se hace menos presente a nivel de ruido de todos los que he probado para Xataka en estos años.
Con un funcionamiento básico es muy complicado apreciar que el equipo en realidad está encendido, pero cuando le exigimos un rendimiento máximo para trabajo o juego, el ruido en funcionamiento es realmente bajo y, aunque claramente apreciable, no molesta en absoluto.
También el sistema de refrigeración y diseño del equipo aporta mucho a nivel de calor de los componentes. Según los sensores internos del equipo, las temperaturas en funcionamiento quedan bien delimitadas para una larga vida útil de los componentes y no enfrentarse a ningún problema por un calentamiento excesivo prolongado en el tiempo.
En reposo no superamos los 35 grados centígrados mientras que jugando, la media de CPU y GPU fue bastante similar, de media alrededor de los 70 grados pero siempre por debajo de los 80 grados.
Si uno opta por invertir una ingente cantidad de dinero en comprar el Corsair One i160 dotado con el Core i9 y la gráfica RTX 2080 Ti, no se plantea no poder jugar a cualquier título del mercado actual y venidero a máxima calidad y en resolución 4K.
De hecho, viendo la primera gráfica con los resultados de nuestra batería de test con juegos a resolución 1080p y máxima calidad, con fps superiores en todos los casos a 100, este Corsair One i160 queda muy por encima de lo que necesitaríamos para una experiencia de juego plena a dicha resolución.
Si ponemos a prueba ahora al Corsair One i160 con juegos a resolución 4K y máxima calidad, los resultados, excepto en el caso de Final Fantasy XV, se mantienen por encima de los 50 fps, y en bastantes casos, superando los 60 fps que podemos marcar como línea de no retorno para el juego 4K.
Hablando de jugar, tanto la parte de la iluminación externa del equipo como de la configuración específica para determinadas tareas está gestionada por software de la propia Corsair, el cual es casi el único añadido extra sobre Windows 10, pues este Corsair One i160 viene libre de bloatware.
La aplicación de configuración se llama ICUE y en ella tenemos disponibles diferentes opciones, desde la propia elección de colores hasta información detallada sobre el rendimiento y características del equipo en cuestión.
La exclusividad tiene un precio. Y en este Corsair One i160 es algo más que presente. En su interior no podemos pedir mucho más. La combinación del Core i9 y la mejor gráfica del mercado nos dan un rendimiento que satisface de sobra el uso principal de este sobremesa gaming, pero añade además un diseño compacto donde el sistema de refrigeración líquida y el poco ruido en funcionamiento son sus grandes logros.
Corsair One i160 - Ordenador de sobremesa Compacto para Gaming (Intel Core i9-9900K, Nvidia GeForce RTX 2080 Ti, SDD M.2 480 GB, HDD 2 TB, DDR4 32 GB, Windows 10)
Aunque lo admite, no hay que valorar de manera muy positiva la capacidad de ampliación o modificación de componentes de este Corsair One i160. En primer lugar por el poco espacio disponible (y el complejo acceso a él) pero también por la gran base de este modelo, con la cual, sabiendo que tiene un precio más alto que montando un equipo por nuestra cuenta, la experiencia es plenamente satisfactoria.
El ordenador ha sido cedido para la prueba por parte de Corsair. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.
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