Twitter ha cambiado de dueño y sus más de 7.000 empleados en todo el mundo están preocupados. Muchos temen que el magnate cambie sustancialmente las políticas de moderación y la forma de actuar con los usuarios de la red social, unas medidas en las que la mayoría llevan trabajando años y que sienten como una parte importante de su trayectoria profesional, según informa el New York Times.
Sin noticias de Musk. Durante todo el tiempo que han durado las negociaciones de compraventa, los trabajadores de Twitter aseguran que no han recibido la más mínima información al respecto. Algo que, hasta cierto punto, es normal por las características de la operación, pero que ha venido creando malestar entre ellos porque querían saber, al menos, qué implicaciones podría tener para los empleados la posible transacción.
Y sólo ayer por la tarde, horas después de que la operación se completase, el actual CEO de la red social, Parag Agrawal, se reunió con ellos para informarles de que no hay previsto despidos y de que sus condiciones contractuales se van a mantener prácticamente igual, pero nada más. Ante la pregunta de los trabajadores sobre qué iba a pasar con las políticas de Twitter y la cultura de la empresa, el director ejecutivo aseguró que no tenía la menor idea y que, una vez se cerrase el trato, no sabía qué dirección iba a tomar la compañía.
Las preocupaciones de los trabajadores. A los empleados les preocupa especialmente que Musk deshaga todo el trabajo de los últimos años relativo a las políticas de moderación, que dé un vuelco a la red social para convertirla en privada o que su impredecible estilo de gestión y su forma de comunicarse públicamente perturben la cultura empresarial de Twitter, según recoge el rotativo neoyorquino.
Esos temores no son infundados. Los comentarios públicos que ha venido realizando el magnate tecnológico sobre sus intenciones con Twitter desde que se supo que quiere adquirir la red social van precisamente en esa dirección: desechar casi todas sus políticas de moderación (que prohíben las amenazas, tratan de prevenir el acoso y el spam), proporcionar más información sobre el algoritmo que utiliza para impulsar los tuits de los usuarios y convertirla en privada.
Condiciones laborales. Otros trabajadores estarían preocupados por las noticias que han venido apareciendo en los últimos años sobre las condiciones laborales que se dan en las empresas dirigidas por Musk.
Y es que las compañías del multimillonario sudafricano son conocidas por ser entornos de trabajo exigentes en las que se insta a los empleados a sacrificar sus vidas personales por la buena marcha de la organización siguiendo el ejemplo del Musk, según Fortune, mientras que Twitter se ha esforzado en los últimos años por ofrecer mayores opciones de conciliación y flexibilidad laboral, como ofrecer días libres adicionales o teletrabajo para siempre.
¿Sin teletrabajo y a Texas? Además de la incógnita sobre si Musk mantendrá la política de teletrabajo para siempre que implantó la red social para sus trabajadores a raíz de la pandemia de coronavirus, a los trabajadores también les preocupa que Musk decida trasladar sus oficinas centrales a Texas, como ya hizo con Tesla.
Imagen | Joey Swafford
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