Hace mucho que la ruta más corta dejó de ser la ideal para llegar a nuestro destino. De hecho, ese fue el primer gran salto de los navegadores, poder seleccionarnos cuál era la ruta más rápida para alcanzar nuestro objetivo, más allá de los kilómetros que tuviéramos que realizar por el camino.
El segundo gran salto llegó con el cálculo de los tiempos con el uso de datos en tiempo real. La posibilidad de que los navegadores recalcaran la ruta en función de los atascos, el accidente o, simplemente, el volumen de coches en la carretera.
Aquí Google se posicionó como uno de los navegadores más usados en nuestro coche con Google Maps. La ingente cantidad de móviles con la ubicación activada que utilizan Android permitía a la tecnológica contar con una ventaja respecto a sus rivales, nadie tenía más datos que ellos a la hora de calcular cuántos conductores circulaban por nuestras carreteras.
Ahora, los tiempos han cambiado. Llegar a tiempo a nuestro destino sigue siendo imprescindible, pero también miramos más que nunca el bolsillo. Por ello, desde hoy Google ofrecerá también cuál es las ruta más eficiente y, por tanto, con la que gastaremos menos combustible o electricidad y ahorraremos dinero.
Hace unas semanas os contamos que Google Maps ya había empezado a implementar esta función en Estados Unidos. Ahora, más de 40 países europeos recibirán esta actualización, que incluye la posibilidad de elegir la ruta en la que menos consumamos.
La compañía asegura que esta nueva ruta se establecerá por defecto siempre que no coincida con la más rápida. En ese caso, se podrá comprobar la diferencia de tiempo y en gasto de combustible entre ambas rutas.
Para ello, se tendrá en cuenta el tipo de vehículo utilizado, que marcaremos nosotros mismos en la aplicación: gasolina o gas (la aplicación los entenderá como iguales), diésel, híbrido o eléctrico. Los algoritmos serán los encargados de estimar el gasto en combustible o energía eléctrica y mostrarlo en la previsualización de la ruta.
Por tanto, para los vehículos eléctricos e híbridos se primará la conducción urbana, mientras que los diésel harán más kilómetros por carretera. Desde Google apuntan a que las rutas se eligen después de combinar los datos aportados por el Laboratorio Nacional de Energías Renovables del Departamento de Energía de Estados Unidos y los de la Agencia Europea de Medio Ambiente.
Esta información se cruza con los hábitos de conducción más habituales y se utilizará la inteligencia artificial para encontrar patrones para mejorar la precisión conforme los usuarios vayan haciendo uso de la nueva herramienta.
Foto | Dan Gold
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