Numerosas compañías tecnológicas avistan ya un cercano futuro en el que las mercancías sean distribuidas por coches autónomos, sin mensajeros humanos al cargo. Pero, si bien eso puede ser útil para acercar el paquete a nuestro domicilio desde el proveedor, todavía existe un problema: ¿cómo sortear los últimos metros que separan el coche y nuestra puerta?
Ken Washington, Vicepresidente de Investigación e Ingeniería Avanzada de Ford y Director de Tecnología, ha presentado hoy en uno de los blogs corporativos de la compañía un proyecto con el que Ford y la startup Agility Robotics tratan de dar respuesta a ese "problema de los 50 pies" (15 metros), como él lo denomina.
El planteamiento es sencillo: si se puede automatizar la labor que el mensajero realizar ante el volante, hay que buscar el modo de automatizar la tarea de bajar del coche con el paquete y dejarlo en nuestra puerta. Esa labor, en la opinión de ambas compañías, podría ser realizada por Digit: un robot bípedo con sensores básicos de navegación (cámaras y LiDAR) capaz de cargar más de 18 kg.
Digit podría ir a bordo del coche autónomo de turno (un Ford Transit, en este caso), y bajarse para cargar el paquete y andar hasta la puerta con él si es necesario. Tal y como se ve aquí:
Si en ese breve trayecto, el robot se metiera en problemas que no pudiera resolver con los datos de que dispone y/o con su capacidad de procesamiento, podría comunicarse en todo momento con el vehículo autónomo, dotado de más sensores y de un ordenador más potente.
De hecho, Damion Shelton, el CEO de Agility Robotics destaca precisamente el papel del coche como referencia para los movimientos del robots. Y a eso se le suma otro aspecto: sería en el coche donde se recargasen los robots tras cada uno de sus desplazamientos.
El motivo por el que se opta por robots bípedos no es el de proporcionar una sensación de familiaridad a los humanos que presencien la escena; algo difícil estando equipado con piernas esqueléticas que se doblan en el sentido contrario que los las piernas, con brazos que finalizan en protuberancias sin forma y careciendo de cabeza (alberga varios sensores en lo que debería ser su cuello).
No, Ford y Agility han optado por esta configuración porque permite sortear obstáculos habituales en estos casos (escaleras, bordillos y grietas en la acera) que se le resistirían a los robots equipados con ruedas, mucho más estables y capaces de transportar mucho más peso.
En principio, todo esto no es más que una investigación científica: en 2020 se iniciarán pruebas a pequeña escala (el ritmo de fabricación de los Digit es bastante bajo) en suelo estadounidense, para analizar los pros y los contras de este sistema y cómo se desenvuelven los robots.
Pese a ello, este experimento no carecerá de repercusiones comerciales: Agility pretende comercializar por separado la versión definitiva de su robot Digit (que saldrá al mercado a finales de este verano o principios de otoño) y Ford lo plantea como un paso más hacia su objetivo de explotar comercialmente los robotaxis, permitiéndoles explorar uno de los posibles modelos de negocio de los mismos.
Vía | Venturebeat & TechCrunch
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