En el mundo de las consolas de videojuegos encontramos éxitos apabullantes como los de las PlayStation 2 y Nintendo DS, que vendieron más de 150 millones de unidades cada una. Y fracasos estrepitosos como la Pippin de Apple. Pero la cosa no acaba ahí, también se desarrollaron conceptos de lo más interesantes que nunca vieron la luz del Sol.
Uno de ellos tiene como protagonistas a Nintendo y Sony, no en el papel de acérrimos rivales (al menos al principio), sino en el de socios de una incipiente industria de los videojuegos. Para sumergirnos en los orígenes de esta interesante historia debemos remontarnos a la década de 1980, mucho antes de la llegada de la PlayStation y la Nintendo 64.
Como cuenta Unrealitymag, después del éxito mundial del NES, Nintendo dio un salto sustancial en las capacidades de audio de su consola de próxima generación, la SNES. Este logro fue posible gracias al hardware desarrollado por Sony, específicamente del SPC700, un chip de 8 bits que había sido diseñado por el respetado ingeniero Ken Kutaragi.
La filosofía corporativa de Sony de aquel entonces rechazaba la idea de que la compañía se involucrara en proyectos relacionados a los videojuegos por considerarlos una moda pasajera. Kutaragi, sin embargo, veía en esa industria un futuro prometedor y, aunque la junta directiva rechazaba esta colaboración con Nintendo, se encontró con el apoyo Norio Ohga, el mandamás de la empresa.
La casa de Super Mario, no obstante, quería ir un paso más allá. La SNES ya era un gran producto, pero pensaron en añadirle un complemento: soporte para CD-ROM. Se trataba de una idea que, una vez más, requeriría de la colaboración de Sony, que tenía amplia experiencia en el sector y cuya asociación anterior había resultado provechosa.
Entonces, en 1988 se firmó un contrato entre estas compañías japonesas. Por un lado, Sony desarrollaría la tecnología necesaria para dotar al SNES de soporte para CDs, en lo que se conocería como SNES-CD. El sistema híbrido permitiría jugar con los cartuchos tradicionales del SNES y con juegos juegos nuevos lanzados en el formato Super Disc.
Por otra parte, Sony conservaría el control sobre su formato de discos y podría lanzar una consola bajo su propia marca con soporte para cartuchos de SNES y CDs. El acuerdo se puso en marcha y las empresas empezaron a trabajar, pero el presidente de Nintendo, Hiroshi Yamauchi, de acuerdo a VGC, había empezado a desconfiar de su socio que era el único proveedor del chip de audio de la SNES.
Yamauchi hizo un movimiento que puede se considerado inteligente o un error garrafal, pero estableció conversaciones con Philips. Si las negociaciones salían bien, finalmente serían los neerlandeses los que se encargarían de aportar lo necesario para dar vida a la SNES-CD dejando fuera de la ecuación a Sony. Este acuerdo, finalmente prosperó y siguió su camino silenciosamente en paralelo.
Pero Sony tampoco se había quedado de brazos cruzados. Como señala edge-online, durante el CES de 1991, el fabricante anunció una consola PlayStation con compatibilidad para cartuchos de SNES y CDs. Hasta ese momento todo estaba dentro de los márgenes del acuerdo, que permitía a los fabricantes del Walkman lanzar una consola híbrida.
En cualquier caso, Nintendo decidió romper relaciones con Sony, compañía con la que también venía arrastrando conflictos relacionados con la distribución de ganancias del proyecto conjunto. Sin perder un minuto de tiempo, en lugar de limar las asperezas, Nintendo anunció una asociación con Philips para desarrollar la SNES-CD.
Los directivos de las compañías, no obstante, intentaron retomar la colaboración. Y finalmente lo consiguieron, aunque no por mucho tiempo. En 1992, Nintendo permitió que Sony produjera hardware compatible con la SNES con la condición de mantener el control de las ganancias de los juegos. Pero al año siguiente, Sony se retiró completamente.
Sony, que a principio no había estado interesada en el mercado de los videojuegos, centró sus esfuerzos y recursos en desarrollar su propia consola, que excluía el soporte para cartuchos y brindaba al CD como única opción. Esa consola más tarde se convirtió en la PlayStation original, que llegó al mercado en 1994 en Japón, y más tarde a otros mercados.
La herida de toda aquella situación perduró durante años en Nintendo, que no se animó hasta 2001 a lanzar una consola compatible con discos ópticos, la famosa Game Cube. A todo esto, durante el tiempo que duró la asociación se crearon varios prototipos de consolas bajo la marca de Sony, conocida no oficialmente como ?Nintendo PlayStation?.
Poco se supo de esta historia hasta que en 2015 apareció uno de los prototipos originales de esta curiosa consola. Como podemos ver en las imágenes, posee hasta un mando de SNES, pero con la marca de ?Sony PlayStation?, un detalle que resulta muy llamativo. Y más llamativo aún para un coleccionista que en 2020 pagó 360.000 dólares por ella.
Imágenes: Heritage Auctions
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