Analizar los tops de aplicaciones suele ser especialmente aburrido. Instagram, TikTok, Facebook y WhatsApp, la corona siempre ha sido de alguna red social. Hasta marzo de 2025 en el que, por primera vez desde 2013 (año en el que la app más descargada fue Candy Crush Saga), una app fuera de esta categoría ocupa el podio.
ChatGPT, la app más descargada del mundo en marzo. El último informe de Appfigures recoge tres datos interesantes. ChatGPT fue la app más descargada a nivel mundial con un acumulado de algo más de 46 millones de descargas.
Es la primera vez en doce años que una red social no ocupa el podio, aunque por los pelos. Instagram también ronda los 46 millones de descargas, pero ocupa el segundo puesto.
Las dinámicas de consumo entre iOS y Android. ChatGPT es la app más descargada en iOS con 13 millones de descargas, por encima de Threads y CapCut. En el caso de Android, Instagram sigue siendo líder, seguida de TikTok y con ChatGPT ocupando el tercer lugar con 33 millones de descargas.
Es una buena fotografía acerca de cómo cambian las dinámicas de consumo de aplicaciones según sistema operativo, y de cómo quizás los usuarios del iPhone están buscando en GPT todo lo que no encuentran en Siri, algo especialmente vitaminado con la integración del modelo de OpenAI en el asistente de voz de Apple.
Que OpenAI haya arrasado en marzo no es casualidad. ChatGPT lleva meses apareciendo en el top 10 de las apps más descargadas en los principales sistemas operativos, pero entender su éxito en marzo es imposible sin hablar de la fiebre Ghibli. Una fiebre que logró hacer que sumasen cinco millones de usuarios... en una hora.
La apertura de OpenAI a su modelo de generación de imágenes en el modelo gratuito se viralizó en apenas horas, generando una saturación en los servidores a la que tuvieron que responder con limitaciones. El propio Sam Altman contaba que "es muy divertido ver a la gente amar las imágenes en ChatGPT, pero nuestras GPU se están derritiendo?.
El reto de la monetización. El chatbot de OpenAI presenta una paradoja: es una de las apps más descargadas del mundo, pero su monetización no está consolidada. El coste de operación es altísimo, y las consultas a GPT-4 cuestan millones de dólares a OpenAI cada día.
La propia OpenAI relata que la mayoría de usuarios utiliza la versión gratuita con GPT 3.5. Aquí el reto es importante: si se limita demasiado la versión gratuita, se corre el riesgo de enfriar demanda por ChatGPT. Pero si no se limita, el coste de servidor acabará siendo insostenible.
Según datos del pasado año, GPT cuenta con algo más de 10 millones de suscriptores de pago, dato al que hay que sumar un millón adicional para los planes de empresa, con una tarifa más alta.
No es suficiente. OpenAI no es rentable, y seguimos sin saber si acabará siéndolo. Uno de los efectos colaterales de la guerra comercial apunta directamente al precio por usar IA. Muddu Sudhakar, CEO de Aisera, advertía que si construir centros de datos acaba resultando más caro, también lo será operar sistemas de inteligencia artificial. La competencia con Google Gemini tampoco ayuda, sus modelos de IA no son tan costosos y están barriendo a su competencia en benchmarks.
Si a esto sumamos que ni siquiera la suscripción Pro de GPT, la cual da acceso a sus mejores modelos incluido Sora, es rentable con un precio de 200 dólares al mes, el escenario es incierto. Según Altman, los usuarios de pago de GPT "lo usan mucho más de lo esperado", volando por los aires la rentabilidad del servicio.
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