El gran público apenas conoce a ARM, pero esta empresa británica esla responsable última de las prestaciones de nuestros smartphones: sus arquitecturas de CPU y GPU son las que licencian fabricantes como Apple, Qualcomm, Huawei (ahora vetada) o MediaTek para ofrecernos los poderosos procesadores de nuestros móviles.
Por esa razón que ARM presente nuevas arquitecturas para procesadores de propósito general (CPU) y procesadores gráficos (GPU) es mucho más importante de lo que parece. En Computex 2019 han anunciado las nuevas CPU Cortex-A77 y las nuevas GPU Mali-G77, y en ambos casos el foco se lo lleva la inteligencia artificial, donde estos diseños llegan más lejos que nunca.
Los nuevos diseños para procesadores móviles de ARM destacan para empezar en su mayor rendimiento. Según la empresa el Cortex-A77 ofrece hasta un 20% más de rendimiento puro gracias a un mayor IPC (Instructions Per Clock). Se mantiene el proceso de fabricación de 7 nm y la frecuencia de 3 GHz, pero hay cambios importantes en la microarquitectura de estos chips.
Eso se traducirá en una mayor fluidez incluso en tareas pesadas en nuestros móviles o portátiles, y puede que veamos SoCs con tan solo dos Cortex-A77 en lugar de combinarlos con otros núcleos de menor potencia y así los fabricantes puedan dedicar ese espacio a otras áreas.
El aumento de potencia es también notable en la GPU Mali-G77, que según ARM hace uso de una nueva arquitectura llamada Valhall que incrementa el rendimiento en nada menos que un 40%. La eficiencia de este componente es también mucho mayor que la de su antecesor, hasta un 30% más.
Sin embargo la nota destacada de esta GPU es su mejora en el ámbito del machine learning o aprendizaje automático. Los móviles y tabletas hacen uso de esta capacidad en ámbitos como la fotografía, y aquí ganaremos muchos enteros porque el Mali-G77 mejora ese rendimiento en un sorprendente 60%, al menos si hacemos caso a las pruebas de ARM.
Los Cortex-A77 y Mali-G77 llegarán al mercado probablemente en 2020 con los futuros Snapdragon de Qualcomm, por ejemplo, y aunque quizás no sean el salto que repesentó el A76 frente al A75 (el rendimiento creció en un 35%) es evidente que ARM sigue avanzando en unos desarrollos que plantan cara incluso a procesadores para equipos portátiles.
Vía | AnandTech
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