Motorola vuelve a la palestra de la gama media, apostando esta vez por un nuevo panel "CinemaVision", que nos trae el formato ultrapanorámico por primera vez a su gama One. De este modo, el Motorola One Vision se convierte en uno de los gama media con más personalidad del mercado, para bien y para mal.
En un mercado altamente competitivo la diferenciación es necesaria, algo que Motorola parece haber entendido. Con esta propuesta, el diseño, software e incluso algunos elementos del hardware sitúan al One Vision en un prisma algo distinto. Así pues, lo exponemos en nuestra mesa de análisis, en búsqueda de las virtudes y defectos de esta propuesta tan peculiar.
La compañía americana sigue siendo "la firma del Moto G", esa familia de dispositivos que tanta nostalgia sigue evocando a muchos consumidores. No obstante, independientemente del trabajo que realizan con la misma, la compañía también se centra en propuestas más innovadoras.
MOTOROLA ONE VISION | |
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PANTALLA | CinemaVision 6,3 pulgadas (21:9) FullHD (2.520 x 1.080 píxeles) |
PROCESADOR | Exynos 9609 a 2,2 GHz |
RAM | 4 GB |
ALMACENAMIENTO | 128 GB más MicroSD hasta 512 GB |
SOFTWARE | Android 9 Pie (Android One) |
CÁMARA TRASERA | 48 MP f/1.7 5 MP OIS, funciones de IA, tecnología Quad Pixel Vídeo 4K a 30fps |
CÁMARA FRONTAL | 25 MP f/2.0 Tecnología Quad Pixel Vídeo FullHD a 30fps |
BATERÍA | 3.500 mAh con carga rápida (15 W) |
CONECTIVIDAD | Dual SIM, WiFi ac, Bluetooth 5.0, NFC, GPS, USB-C, jack 3,5 mm |
OTROS | Lector de huellas, radio FM, audio Dolby, protección IP53 |
DIMENSIONES Y PESO | 160,1 x 71,2 x 8,7 mm 180 g |
PRECIO |
Motorola One Vision - Smartphone Android One (Pantalla 6.3'' FHD CinemaVision, Ratio 21:9, cámara 48 MP Quad Pixel, 4 GB de RAM, 128 GB, Dual SIM), Color Azul Zafiro [Versión española]
El Motorola One Vision es un terminal bien acabado, aunque cuenta con ciertas particularidades derivadas de su formato de pantalla, del que te hablaremos más adelante. Lucha por hacerse un hueco en la gama media a base de cristal y aluminio, con una paleta de color más que acertada. Nuestra unidad, de un color azul eléctrico que varía conforme le indice la luz, logra convencer a simple vista.
Es de agradecer que Motorola no haya apostado por el policarbonato o por el aluminio, materiales más resistentes, pero que evitan todo atisbo de experiencia premium. Los usuarios de gama media bien merecen exponentes que vistan "de gala", y este terminal es un buen ejemplo de que esto es posible.
Si empezamos a mirarlo al detalle, nos encontramos ante varios elementos en la parte trasera. El primero es su generoso módulo de cámara, bastante llamativo, y sobresaliendo del cuerpo notablemente. Por otro lado, Motorola presume de los 48 megapíxeles de este One Vision en el propio diseño del dispositivo, dejando ver las especificaciones de su cámara al lado del módulo de la misma.
Dicho módulo sobresale bastante del cuerpo del terminal, aunque con una funda de gel logramos que todo se mantenga a ras. Como es habitual cuando una cámara sobresale tanto, debemos tener cuidado con la acumulación de polvo, ya que este área es todo un foco para que este se acumule.
Digno de mención es también el lector de huellas, que se ubica en el propio logo de Motorola (un detalle nimio, pero que muestra que Motorola cuida los detalles). A nivel de tamaño es más que correcto para el dedo índice, y su posición prácticamente perfecta, logrando que lleguemos sin problema, aunque el terminal sea grande. Por último, encontramos la obligatoria presencia del marcado europeo, junto al logo de Android One.
Echando un vistazo por su lado derecho (mirando desde el frontal del teléfono), nos encontramos con la botonera de volumen y el botón de encender. ¿Lo bueno? El botón de encender tiene cierta textura, lo que nos permite reconocerlo con facilidad. ¿Lo malo? Los botones de volumen están demasiado altos, incluso para usuarios de manos grandes como un servidor, algo que dificulta su acceso. El lado izquierdo queda reservado para la bandeja SIM.
La parte de arriba del dispositivo nos deja ver la conexión jack 3.5mm, ubicación algo incómoda para conectar los auriculares, aunque se agradece su presencia. En cuanto a la parte inferior, nos encontramos con el micrófono, el puerto USB Tipo C y el único altavoz del que dispone el dispositivo.
Si le damos la vuelta al terminal, nos encontramos ante un enorme panel que ocupa, según GSMarena, el 82.5% del frontal. Si bien los biseles laterales y superiores están bien aprovechados, la barbilla inferior es cosiderablemente grande, acercándose más al tamaño de un marco clásico que al de un terminal que pretende aprovechar al máximo el frontal.
No tenemos rastro del notch, ya que contamos con la presencia de un agujero en pantalla. Esta solución puede gustar más o menos, pero nuestra experiencia con ella es que, tras unas pocas horas de uso, nos olvidamos de que está ahí.
En su cuanto a su ergonomía, no nos hemos encontrado demasiado cómodos. El terminal es muy largo y estrecho, lo que provoca que tengamos que juntar bastante los dedos a la hora de escribir en el teclado. Por otro lado, es imposible llegar a ciertas partes de la pantalla con una sola mano. Siendo un terminal de 6,3 pulgadas entendemos que el tamaño será generoso, pero el formato 21:9 alarga demasiado el terminal, y tras esta semana de uso no hemos logrado acostumbrarnos.
Como punto positivo, destacar que, al menos, el terminal cuenta con una curvatura en su parte trasera bastante pronunciada, algo que nos facilita la adherencia a la hora de agarrarlo y que, a nivel estético, queda bastante bien.
Motorola One Vision | Xiaomi Mi A2 Lite | Huawei P Smart | Moto G7 Plus | Sony Xperia 10 | Xiaomi Mi 8 SE | |
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Pantalla | 6,3" | 5,84" | 5,9" | 6,2" | 6,0" | 5,88" |
Porcentaje frontal | 82.5% | 77.4% | 82.2% | 81,4% | 79,4% | 84.1% |
Dimensiones | 160.1 x 71.2 x 8.7 mm | 158.7 x 75.4 x 7.3 mm | 157.6 x 75.2 x 7.6 mm | 157 x 75.3 x 8.3 mm | 155.7 x 68.0 x 8.4mm | 147.5 x 70.5 x 7.5 mm |
Peso | 180 g | 168 g | 169 g | 176 g | 162 g | 155 g |
Batería | 3500mAh | 4000 mAh | 3.340 mAh | 3.000 mAh | 2.870 mAh | 3070 mAh |
El ejercicio de compactación del One Vision es mejorable. El porcentaje de pantalla ocupada supera el 82%, algo que está realmente bien, sin embargo, es de los pocos terminales de gama media que alcanza los 16cm de largo, cifra algo excesiva, incluso para manos grandes. Por otra parte, el grosor del terminal se acerca peligrosamente a los 9mm, a pesar de que su batería no es gigantesca.
En definitiva, este terminal está bien construido y tiene un buen diseño, pero no es cómodo en mano. Tras algo más de siete días de uso como teléfono personal, no nos ha logrado convencer este formato ultrapanorámico, que alarga en exceso el terminal y lo hace más estrecho de lo habitual.
El Motorola One Vision cuenta con un panel de 6,3 pulgadas con resolución Full HD , tecnología IPS y formato 21:9, algo tan solo visto hasta su llegada en algunos terminales de Sony como el Xperia 10 o el Xperia 1. No encontramos curvaturas de ningún tipo (algo que agradecemos a nivel funcional), contamos con una nitidez destacable y tanto la interpretación del color como los niveles del brillo son notables.
La latencia de la pantalla es más que correcta, respondiendo prácticamente de inmediato a pulsaciones rápidas como la escritura en teclado, o en la pulsación más cotidiana del día a día, abrir apps. El nivel de brillo también es correcto, con una buena visualización bajo incidencia directa de sol. Sin embargo, el brillo mínimo queda demasiado alto, obligándonos a ajustarlo de forma manual si no queremos deslumbrarnos cuando estamos con las luces apagadas.
Al contar con Android One sin apenas añadidos por parte de Motorola, contamos con opciones de calibración idénticas a las que encontraríamos en un Google Pixel. En concreto, tenemos tres modos para ajustar el panel.
Natural Mejorados Saturados
En nuestra opinión, los tres perfiles son usables, y es que ni el modo saturado exagera los colores, ni el modo natural los apaga más de lo debido. No obstante, nos hemos encontrado cómodos con el perfil medio, en el cual los colores están ligeramente saturados, añadiendo un boost interesante al panel.
La principal novedad en el panel del Motorola One Vision es un panel ultra panorámico en formato 21:9. El objetivo de esta inclusión es disfrutar de una experiencia multimedia más cercana a la del cine (en el que se suelen grabar los films en este formato), no obstante, en el uso diario encontramos más problemas que beneficios.
Por un lado, la mayoría del contenido multimedia se sigue grabando en 16:9, si nos apuras, en 18:9. La cantidad de contenido en 21:9 es mínima, y aunque este formato intente convencernos de que "es el más usado en el cine", las aplicaciones y vídeos que consultamos en el día a día no lo usan. De hecho, no podemos ver series de Netflix en este formato, ya que la aplicación detecta el agujero en pantalla, y lo intenta ocultar con una franja negra.
Cuando navegamos por los vídeos de YouTube (o cualquier otra plataforma) tenemos dos opciones: ver el video con dos barras negras algo más gruesas de lo habitual, o expandir al completo la pantalla perdiendo más contenido del que estamos acostumbrados.
En resumidas cuentas, el formato 21:9 nos permitirá disfrutar de unos pocos títulos grabados en este formato, a costa de traer incompatibilidades en aplicaciones y hacernos perder bastante contenido al ampliar el resto del entregas grabadas en otros formatos.
El audio es uno de los puntos que suelen descuidarse en la gama media, y que Motorola no ha querido dejar pasar por alto. En nuestras pruebas el One Vision ha alcanzado los 78 decibelios, prácticamente el mismo nivel de volumen máximo que alcanzamos con el OPPO Reno, un terminal 200 euros más caro.
No obstante, pese a sonar fuerte, la calidad sigue estando en la media de los terminales económicos, a pesar de que Dolby "potencie" por software la experiencia de audio.
Nos falta cuerpo, grave, y notamos una distorsión algo enlatada en volúmenes altos que no esperábamos encontrar. La presencia del jack de auriculares se agradece, a pesar de estar ubicado en la parte de arriba. En definitiva, un audio correcto y a la altura de lo que se espera en esta gama, pero sin alardes de ningún tipo.
Sobre el rendimiento del Motorola One Vision hay mucho que contar, y empezamos por el procesador. Este terminal cuenta con el Exynos 9609, una variante reducida del Exynos 9610, que vida a la nueva gama media de Samsung. Este procesador se compone de ocho núcleos, cuatro de ellos Cortex A73 y los otros cuatro, Cortex A53.
Está fabricado en un proceso de 10nm, y soporta módulos de memoria UFS. Esta es una de las grandes ventajas del Motorola One Vision, es uno de los pocos terminales de gama media que incluye este tipo de almacenamiento, y la compañía se enorgullece de ello, mostrándolo incluso en la caja. Por cierto, la configuración base es de 128 GB, nada mal.
Las pruebas sintéticas nos muestran un rendimiento inferior al de plataformas como la 710 de Qualcomm y, efectivamente, notamos que esto es así. El rendimiento es algo inconsistente, con picos altos y bajadas de rendimiento inesperadas. ¿Qué quiere decir esto?
MOTOROLA ONE VISION | XIAOMI MI A2 | XIAOMI MI 9 SE | HUAWEI P SMART 2019 | SAMSUNG GALAXY A50 | SONY XPERIA 10 PLUS | |
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PROCESADOR | EXYNOS 9609 | SNAPDRAGON 660 | SNAPDRAGON 712 | KIRIN 710 | EXYNOS 9610 | SNAPDRAGON 636 |
RAM | 4 GB | 4 GB | 6 GB | 4 GB | 4 GB | 4 GB |
ANTUTU | 136.111 | 127.610 | 177.957 | 130.026 | 147.589 | 117.327 |
GEEKBENCH 4 | 1.507/4.934 | 1.626 /4.286 | 1.868 / 5.901 | 1.531 / 5.149 | 1.719 / 5.630 | 1.346 / 4.959 |
El One Vision se mueve de forma fluida, no tiene lags, no da tirones y es capaz de mover juegos pesados y exigentes como PUBG Mobile en la configuración alta de gráficos. Sin embargo, es inconsistente. Pese a tener un módulo de memoria UFS, de forma aleatoria nos encontramos con tiempos de apertura elevados.
Por alguna razón, cuando pulsamos sobre las aplicaciones, el terminal tarda en responder algo más de lo esperado, algo que hace de forma aleatoria, sin que podamos predecirlo. Del mismo modo, hemos tenido algún cierre o parpadeo negro dentro de las aplicaciones.
Atribuimos estos fallos a una falta de optimización más que a la propia potencia del mismo, ya que un terminal capaz de mover cualquier juego en gráficos altos no debería tener problema en abrir apps básicas como Instagram o WhatsApp.
A falta de esperar que Motorola optimice el conjunto para eliminar estos "extraños" que nos hace el terminal, el Motorola One Vision cumple su cometido, permitiéndonos utilizarlo durante horas sin el menor problema. Eso sí, hemos notado que se calienta bastante cuando le exigimos, aunque nada fuera de lo normal en estas gamas.
En cuanto al rendimiento del lector de huellas, es bastante bueno. Es preciso, tiene un tamaño ideal, y logra su cometido: desbloquear el teléfono en unas fracciones de segundo. No obstante, si queremos complementar esta experiencia, contamos con un reconocimiento facial correcto, que se realiza a través de la cámara. Sufre en condiciones de baja luminosidad, pero por el día es más que usable.
El One Vision cuenta con una batería de 3500mAh, más que suficiente para soportar la jornada de uso. Con este terminal será complicado llegar a los dos días, pero en nuestro caso hemos logrado alargar la jornada a algo más de 24h, habiendo jugado de forma intensiva durante una hora, y combinando conectividad WiFi y 4G. Nos ha gustado asimismo la consistencia en los consumos, y es que la batería no se drena en exceso aunque le demandemos lo máximo en juegos, fotos o vídeos.
La media de horas de pantalla se ha situado en unas cinco con uso mixto, "estirables" hasta las seis horas si hacemos mucho uso de WiFi y no jugamos a entregas pesadas. Por el contrario, si abusamos de tecnología 4G y juegos, es fácil quedarse en las cuatro horas.
A esta gestión energética ayuda la presencia de la batería adaptativa de Android 9.0 Pie, sin intentos extraños de capar servicios para ahorrar batería, como hacen otros fabricantes. Esta batería inteligente limita el consumo de las aplicaciones que utilizamos con poca frecuencia,
Al conjunto le acompaña una carga rápida de 15W, que logra recargar la pila al completo en algo menos de dos horas. No se trata de la carga más rápida del mercado, pero se agradece su inclusión en esta gama.
Bien Motorola, bien. La compañía apuesta por Android One para su gama Motorola One (el nombre da la que promete), lo cual solo puede significar una cosa: software limpio. Nos encontramos ante Android 9.0 Pie con la aparencia stock, aunque con leves pinceladas de personalización por parte de Motorola que aportan bastante valor añadido.
A nivel visual casi todo se conserva como en la ROM original de Google, aunque encontramos algunos detalles referentes a la tematización. Motorola añade algo de color al panel de notificaciones, icono de ajustes, su propia aplicación de cámara? Las modificaciones que hace respetan Material Design 2, y embellecen una ROM que per se ya está cuidada.
A nivel de ajustes Motorola añade el apartado "Moto". Dentro de este, podemos configurar las "Acciones Moto", referentes a su propio sistema de gestos, así como otros extras como hacer capturas de pantalla con tres dedos, encender la linterna agitando el dispositivo y algunas otras más.
Nos ha llamado la atención que, a pesar de no venir incluido ni siquiera en los dispositivos Pixel, Motorola ha tenido a bien añadir la aplicación Google Files como explorador de archivos predeterminado. Una decisión inteligente de cara a las necesidades del consumidor medio, que nos facilitará la gestión de los archivos que almacenemos en el dispositivo.
Motorola se ha sumado a la moda de los 48 megapíxeles con su One Vision, en una cámara con una apertura máxima f/1.7 acompañada de un sensor secundario de 5 megapíxeles. Como acostumbramos, antes de empezar a comentar los resultados, daremos un paseo por su aplicación de cámara.
A nivel visual, Motorola ha sabido cuidar bien la interfaz de su cámara, haciéndola intuitiva y visual. En concreto, encontramos el siguiente listado de opciones a la hora de realizar una fotografía.
Retrato
Recorte
Color selectivo
Visión nocturna
Cinemagrafía
Panorámica
Filtro en directo
Del mismo modo, contamos con un modo manual bastante cómodo, muy similar al que encontramos en generaciones Moto anteriores. En definitiva, una aplicación de cámara fácil de usar, que nos mandará recomendaciones conforme la vayamos usando (si es de noche dirá que activemos el modo noche, ajustes preestablecidos de IA según disparemos, etc).
A nivel de calidad, el One Vision ofrece resultados suficientes para la gama en la que se encuentra, pero nos deja inconsistencias a nivel de rango dinámico e interpretación del color. Preocupa especialmente las dificultades que tiene para recuperar la información de las sombras en situaciones algo contrastadas. Del mismo modo, cuando la escena no presenta demasiada dificultad, solemos encontrar una notable sobreexposición.
En cuanto a detalle los resultados son correctos, aunque se encuentra un paso por debajo de otras alternativas que recurren a estos 48 megapíxeles con Pixel Binning. A pesar de que la imagen esté enfocada, se pierde algo de nitidez por las esquinas de las fotografías.
Las sorpresas llegan con el modo retrato, con un recorte prácticamente perfecto, un bokeh más que aceptable (y regulable), y un procesado de la piel natural, que no intenta reducir el ruido a base de suavizar al sujeto. El HDR no funciona demasiado bien en este modo, y es fácil encontrarnos con cielos quemados. No obstante, el trabajo de distinción figura-sujeto es más que aceptable.
En cuanto al selfie, contamos con una cámara de 25 megapíxeles con apertura f/2.0 que nos arroja unos resultados correctos. Su modo retrato vuelve a sobresalir en recorte, y la calidad final es aceptable. De nuevo, el HDR sigue brillando por su ausencia aunque lo tengamos activado, y la sobreexposición será un factor común a no ser que cuidemos al detalle la iluminación de la escena.
Cuando empieza a caer la luz, podemos recurrir al modo de visión nocturna, que nos permite disparar con una obturación algo más lenta para ganar algo de luz y nitidez. El mejor desempeño de este modo lo hemos visto cuando la luz es escasa, aunque no llega a ser un cielo cerrado. Por ejemplo, bajo luz artificial dentro de algún local.
En este modo, la reducción del ruido no hace acto de presencia. Se busca el máximo detalle, aunque nos encontremos algo de grano en el camino.
En situaciones de noche cerrada, el terminal lo pasa mal. No controla las altas luces, lo que se acaba traduciendo de nuevo en sobreexposición. Del mismo modo, la obturación es algo lenta, por lo que es sencillo que las fotografías salgan borrosas, incluso estando parados.
Si logramos estar completamente estáticos y nos ayudamos del modo noche, podemos mejorar los resultados. No obstante, las imágenes pecan de exceso de procesado, con una nitidez que no viene dada por el propio sensor de cámara, sino por software.
En definitiva, la cámara del terminal se comporta de forma suficiente, pero nos deja con ganas de más. Destaca por su buen modo retrato y por la sencillez de la aplicación de cámara, no obstante, los resultados generales dejan notar un trabajo pobre del HDR, y una calidad final algo baja.
A nivel de vídeo, la calidad final y estabilización es correcta, pero vuelven a aparecer los problemas con el HDR, en este caso, de forma aún más notable. El cielo permanece quemado hasta que lo enfocamos y la cámara se esfuerza por exponerlo de forma correcta. Del mismo modo, los colores son algo irreales, no por la propia saturación, sino por no representar lo que realmente estamos viendo.
El Motorola One Vision es un ejercicio para alejarse de lo que la firma venía haciendo los últimos años, un punto a valorar, ya que siempre es bien recibida la llegada de terminales diferentes al mercado. Nos encontramos ante una propuesta con buen diseño, un software limpio y la presencia del jack de auriculares. Sin embargo, puntos capitales como la cámara y el rendimiento dejan bastante margen de mejora.
El precio de este Motorola One Vision es de 299 euros, y puede comprarse en tiendas como Amazon, MediaMarkt o PCComponentes. Su relación calidad-precio es buena, teniendo en cuenta que contamos con 128 GB como memoria base y que la construcción viene protagonizada por el cristal.
Es un móvil que cumple su cometido como gama media, ofreciendo una experiencia correcta a un precio ajustado. No obstante, como te adelantamos, se encuentra por debajo de sus rivales directos en cámara y rendimiento. Como siempre, queda en manos del usuario final valorar si merece o no la pena apostar por este nuevo formato de pantalla que tantas dudas plantea actualmente y a futuro.
8.0
Calidad de construcción: el terminal es bonito y está cuidado 128 GB de memoria base: más del doble de lo que se suele ofrecer por este precio Presencia del jack de auriculares Software limpio: Android One es apostar al caballo ganador
Cámara por debajo de lo esperado: queda por debajo de prácticamente todos sus rivales directos Inconsistencias en el rendimiento: no falta potencia, pero sí optimización Formato incómodo: demasiado largo y estrecho
El terminal ha sido cedido para la prueba por parte de Motorola. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.
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