El pasado mes de mayo el anuncio de que Google dejaría de colaborar con Huawei significó que numerosas empresas también lo hicieran. Lo hizo por presiones del gobierno de Estados Unidos, desde el cual ahora llega el anuncio de que el bloqueo a Huawei podría posponerse hasta dos años.
Las consecuencias de que esto finalmente sea efectivo irán por tanto más allá de la experiencia de usuario con los productos Huawei, afectando a varios mercados. De ahí que ya se solicitase un plazo mayor que ya se pospuso en un principio hasta el 19 de agosto, aunque parece que la prórroga se prolongará algo más de modo que dé tiempo a las compañías a arreglárselas sin los servicios de la empresa china.
La información llega del Washington Post, hablando de que el director de presupuesto de la Casa Blanca (Russel T. Vought) está estudiando dar algo más de tiempo a que las empresas puedan cumplir con el bloqueo retrasándolo hasta dentro de tres años y un mes. Algo que se habría pedido al Vicepresidente Pence y a nueve miembros del Congreso en un comunicado, proponiendo una ampliación de ese plazo que de no prolongarse terminaría en un año y un mes.
Según la publicación, en el comunicado de Vought se argumenta que de este modo "se asegura la implementación efectiva de la prohibición sin comprometer los objetivos de seguridad". Una conclusión a la que la Administración habría llegado a partir del feedback recibido de las compañías afectadas.
Esto tiene sentido después de que algunas de las empresas estadounidenses hayan solicitado permisos o licencias para poder continuar haciendo negocios con Huawei, argumentando que el bloqueo podría afectar de manera grave su capacidad de innovar y su núcleo de negocio. Si bien tampoco está confirmado por el gobierno del país y hay algunas voces que mantienen que el bloqueo será efectivo finalmente este año.
Eso sí, el retraso del bloqueo afectaría únicamente a las empresas que proveen de algún servicio al Gobierno de los Estados Unidos. Esto es por el MDAA (National Defense Authorization Act), que prohíbe hacer negocios a todas las agencias gubernamentales y sus contratistas con Huawei, tal y como explicaban en el New York Times.
El retraso hasta el 19 de agosto permitirá a Huawei seguir operando sus dispositivos de redes actuales en los Estados Unidos, así como mantener el envío de actualizaciones a los dispositivos Android, proporcionando así servicio a redes que de no ser así tendrían problemas como las de Wyoming y Oregón, pudiendo quedar sin cobertura. De ahí que un nuevo retraso sí pueda estar fundamentado y finalmente sirva para que una vez el bloqueo sea efectivo (si lo es) no haya consecuencias para empresas y usuarios.
Está además el hecho de que el propio Trump abriese las puertas para un acuerdo económico y acabar con esta batalla dentro de la guerra comercial entre China y Estados Unidos, así que de momento nada es definitivo. De hecho, la propia Google mantiene que el bloqueo a Huawei conllevará problemas de seguridad y alimentará la conocida fragmentación de Android y también hemos visto que algunas asociaciones han vuelto tras haberse deshecho (o hacer el amago de).
Está además lo que pueda hacer Huawei, que contempla apelar a la justicia de EEUU para que declare inconstitucional el veto de Trump porque "se están menoscabando los derechos de los usuarios", según Tony Jin Yong, el CEO de Huawei España mencionó en un encuentro con los medios. Así que veremos qué ocurre finalmente y en qué grado acaba afectando a los usuarios de nuevos dispositivos de la marca.
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