A pesar de que los últimos Samsung Galaxy S10, toda la familia, mantienen el puerto de auriculares, esta generación de smarpthones de gama alta de Samsung cuenta con unos auriculares inalámbricos de referencia denominados Galaxy Buds que forman parte de su gama de accesorios oficiales.
Los Samsung Galaxy Buds vienen en una caja que admite la carga inalámbrica, cuentan con el sello AKG y están listos para que sean el puente entre los dispositivos Samsung y el asistente virtual Bixby. ya los hemos probado.
Galaxy Buds | |
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Tamaño | 17.5x19.2x22.3 mm (auricular)/38.8x70x 26.5 mm (caja carga) |
Peso | 5.6 gr (auricular) / 39,6 (caja carga) |
Conectividad | Bluetooth 5.0 |
Audio | SBC, AAC, Scalable |
Compatibilidad | Android 5.0 / 1.5 GB RAM |
Carga | USB-C / Inalámbrica |
Batería | 58 mAh (Auriculares) / 252 mAh (caja de carga) |
Precio |
Hay que reconocerle a Samsung que con los Galaxy Buds ha realizado un gran ejercicio de diseño en todos los aspectos de sus nuevos auriculares. Desde la caja inalámbrica compacta hasta los propios auriculares, compactos y cómodos de llevar.
Los Galaxy Buds son bastante pequeños y cuando los colocas en los oídos, no sobresalen apenas del pabellón auditivo, especialmente en longitud. Quedan muy bien fijados a tu oído sin necesidad de forzarlos, y ahí se mantienen sin esfuerzo.
A nivel de compatibilidad, al ser unos auriculares bluetooth, los Galaxy Buds podemos usarlos con otros dispositivos Android, así como con iOS, pero en éste último caso apenas tiene sentido si queremos algo más que escuchar música. Samsung ha potenciado su uso principalmente con su familia de gama alta, los Samsung Galaxy S10, con los que el emparejamiento y los avisos de nivel de batería que aparecen al abrir la caja y tener cerca los auriculares del teléfono son muy acertados.
La asociación de los auriculares con el teléfono es muy fiable. Una vez emparejados, algo que tarda cuestión de dos segundos, usarlos es directo. Basta abrir la caja, sacarlos y ponérnoslos.
Sea uno solo o los dos, el sonido ya está activo en ellos cuando nos los vamos llevando al oído, y al colocarlos ya están sonando. Y en los primeros segundos obtenemos una información visual en el Galaxy S10 sobre el nivel de batería de los auriculares y el nivel de volumen del sonido.
Con el Samsung Galaxy S10 no hemos tenido en toda la prueba fallo alguno de emparejamiento, pero en caso de que se perdiera dicha asociación, bastaría con mantener pulsados los dos auriculares al mismo tiempo para realizar una nueva sincronización. Aquí no hay botón de sincronización en la caja, lo que es una ventaja pues no dependemos de ella para usar los auriculares de manera completa.
El mismo procedimiento hay que seguir para conectar los auriculares a un nuevo dispositivo que no sea un Galaxy S.
Como he indicado, los auriculares Galaxy Buds son cómodos, ligeros y quedan muy bien sujetos al oído. Cuentan con protección IPX2, lo que los hace adecuados para realizar ejercicio fuera del agua. Como auriculares deportivos me han gustado por su nivel sonoro y porque, una vez colocados, es muy complicado que acaben cayendo. Solo hay que llevar cuidado con la limpieza de los mismos, aunque como hemos indicado, están preparados para resistir el sudor.
A nivel de conectividad contamos con Bluetooth 5.0, conexión que en nuestras pruebas se ha mostrado tremendamente fiable y robusta. Sin embargo echamos de menos que sea un dispositivo compatible con aptX y la reducción de latencia que promete.
Pese a su reducido tamaño, los Galaxy Buds integran controles táctiles en su superficie. Una buena noticia para poder conseguir un uso 100% inalámbrico y sin dependencia del teléfono. Pero una cosa es la teoría y otra la práctica.
En nuestra review hemos corroborado que los controles táctiles en los Galaxy Buds funcionan de manera algo errática y mejorable. Para empezar los toques han de ser realizados bien centrados en la superficie táctil. En general no hay que ser muy insistente para conseguir respuesta de ellos, pero otra cosa es que esa respuesta sea la que habíamos pretendido.
Por defecto, con un toque convincente conseguimos detener o volver a reproducir una pista de sonido mientras que para pasar a la siguiente hay que hacer doble toque. Con un toque extra, es decir, tres seguidos, deberíamos pasar a la pista anterior. Ésa es la teoría.
La realidad es que en nuestra prueba, en la mayoría de las ocasiones en que tratábamos de realizar el doble o triple toque, los Galaxy Buds entendían que primero había un solo toque con el que queríamos detener la reproducción. Ni haciéndolo de manera más lenta (peor) o más rápida conseguimos que hubiera consistencia en estos gestos. Lo que más resultado nos dio fue efectivamente parar la reproducción y a partir de ahí realizar dos toques para pasar a la siguiente pista. Tratar de dar tres toques seguidos sin que los Galaxy Buds no entendieran al detectar el primero que queríamos reanudar la reproducción fue tarea casi imposible.
Esos mismos controles de doble toque y triple toque se asocian a las llamadas. Con dos sobre el panel procedemos a responder o finalizar una llamada, mientras que los tres seguidos la rechaza.
Otro inconveniente que nos hemos encontramos en nuestra prueba con los controles táctiles es que, si no llevas cuidado al colocártelos, realizas un toque sin querer en alguno de ellos y al colocártelos ya tienes la música de nuevo sonando. Aunque no quisieras que así fuera. Quizás por ello Samsung nos permite en la configuración de los Galaxy Buds bloquear el panel táctil.
También en la aplicación de Wearables de Samsung podemos controlar qué pasa cuando mantenemos pulsada la zona táctil de cada uno de los auriculares. Por defecto vienen los dos configurados para que se active el asistente de voz, ya sea Bixby o el de Google.
Pese a los problemas que hemos encontrado con la precisión de los toques sobre los Galaxy Buds, la amplia configuración de los mismos admite que consigamos finalmente una experiencia aceptable ... siempre que no queramos ir a la pista anterior.
En la configuración disponemos de más controles para configurar lo que ocurre cuando mantenemos pulsados los paneles táctiles de manera independiente. Podemos escoger entre comando de voz, sonido ambiente (lo explicamos más adelante) o control de volumen.
Esta última opción me ha parecido la más interesante porque podemos asociar uno de los auriculares a la subida de volumen y el otro a la bajada. Eso sí, perdemos por ejemplo la posibilidad de llamar al asistente desde los auriculares. Y la bajada de volumen siempre va asociada al auricular izquierdo mientras que la de subida lo hace con el derecho; ahí no podemos decidir nosotros.
Siendo una zona táctil, le pediríamos a Samsung que, dada la utilidad de poder "llamar" al asistente de manera discreta con un toque en el auricular, y lo cómodo que es tener controles de volumen por gestos, se pudiera usar solo uno de los Galaxy Buds para, según subamos o bajemos el dedo sobre un panel, que el sonido replicara ese movimiento.
Otro aspecto de los auriculares que no me ha convencido nada es que, para que la música o un podcast se detenga automáticamente, hay que retirarse los dos auriculares de los oídos. Si lo haces solo con uno, que parece lo más lógico, la música sigue sonando. O probablemente no, ya que, como he indicado, es bastante fácil que al retirar o ponernos un auricular, acabemos realizando un toque sencillo pero no intencionado, que como sabemos detiene o pone en marcha la reproducción en el smartphone. Para colmo, al volver a colocarnos los dos auriculares, la música no vuelve a sonar automáticamente.
En caso de que perdamos o no localicemos los auriculares, mientras estén enlazados, podemos usar la función de buscar mis auriculares para, con la emisión de un pitido, tratar de recuperarlos.
Una de las funciones más curiosas de los Galaxy Buds tiene que ver con su poderoso aislamiento pasivo del exterior. Al llevar colocados los auriculares, el sonido ambiente queda reducido bastante, así que Samsung ha colocado una opción llamada Sonido Ambiente.
Cuando la activamos, los micrófonos externos se ponen en marcha para elevar el volumen de ese sonido ambiente que no queremos perder. Lo hace reproduciendo de "manera artificial" el sonido ambiente. El volumen de esa recreación lo podemos controlar pero en todo caso se oye claramente ruido blanco de fondo.
Lo mismo ocurre con las voces. Si activamos esa función extra, sobre el sonido ambiente recreado se potencia de manera extra el sonido de las voces para escuchar con claridad si alguien se está dirigiendo a nosotros pero no queremos/podemos retirarnos los auriculares.
Esta función sorprende al principio, pero es efectiva. Eso sí, el resultado es bastante artificial, con matices metálicos en el sonido.
La función de Sonido Ambiente, además de en la configuración, podemos activarlo directamente manteniendo pulsados los auriculares si así lo tenemos indicado. Ese "mantener pulsado" puede activar el sonido ambiente de manera permanente o si queremos, activarlo solo momentáneamente mientras estamos efectivamente pulsándolo. Este modo de uso es ideal cuando alguien nos habla de manera puntual.
Otro añadido o mejora que encontramos en la aplicación de los Galaxy Buds es la ecualización. Disponemos de de 5 configuraciones posibles dependiendo de qué estemos buscando, así como la posibilidad de activar esa ecualización o no.
Tras nuestras pruebas de sonido, decidimos mantener por defecto activa la ecualización dinámica, que es la que mejor resultado ofrece si no tenemos un tipo de música o contenido muy usado. Si somos más de escuchar podcast o un género musical mayoritariamente, podemos probar los otros modos con refuerzo de graves o realzado de la voz para ver si se ajusta a nuestros gustos.
Los Galaxy Buds cumplen con un nivel de calidad óptimo para el precio que pagamos por ellos. Unido al buen aislamiento del sonido ambiente, los auriculares con toque AKG (empresa que compró Samsung hace unos años) ofrecen un sonido amplio, potente y equilibrado, quizás con algo de falta de graves por su tamaño contenido pero con muy buena separación de frecuencias. No hay empaste de sonido.
Cuando los queremos usar como dispositivos manos libres, los Galaxy Buds también resultan correctos y apropiados para su precio. Tanto en las llamadas entrantes como en las salientes el sonido es potente y bastante claro, aunque el ruido de fondo no lo acaba de aislar como nos gustaría a la hora de realizar llamadas.
Respecto a la caja de carga, protección y viaje, tiene también un tamaño muy reducido que facilita llevarla en un bolsillo sin molestias y cómodamente. El tacto es muy agradable y el cierre magnético es muy robusto. Tanto que con una sola mano es muy complicada de abrir, así que casi seguro que tendrás que recurrir a ambas.
La funda dispone de dos LEDs indicadores. El exterior nos da información sobre la carga restante en el estuche, y basta con abrirlo y luego cerrarlo para que se ilumine. Si lo hace en color verde sabemos que la carga permanece todavía por encima del 60%. Si es naranja está entre un 30 y un 60%, mientras que un LED rojo nos indicará que debemos empezar a recargarla porque su carga está por debajo del 30%.
En cuanto al LED interno, es el encargado de indicarnos que se está realizando la carga de los auriculares cuando los tenemos colocados, ya sea uno o ambos. En rojo nos indica que la carga se está realizando mientras que el LED verde nos avisa visualmente de que ya los tenemos al 100% de carga de nuevo.
La carga de la caja de los Galaxy Buds puede realizarse con cable vía el puerto USB-C externo, o de manera inalámbrica con una base compatible con Qi. Si optamos por esta última opción, el LED exterior permanecerá encendido en color rojo durante el periodo de carga, pasando a verde cuando se ha completado la carga, por lo que en todo momento tenemos referencia visual de cómo va la carga.
Una función que nos ha gustado mucho de la caja es que admite la carga inversa de los Galaxy S10. Si la tenemos activada en el teléfono, en caso de necesidad, podemos usar el propio teléfono para recargar sin cables los auriculares. Esta posibilidad, al menos si tienes uno de los nuevos Galaxy S10, compensa algo el hecho de que la batería de la caja solo permita una carga extra completa de los auriculares.
Pese a su tamaño tan reducido y peso de récord, la autonomía de los auriculares Galaxy Buds cumple por lo esperado. En nuestras pruebas, hemos mediado más de seis horas y media de autonomía de los auriculares por cada carga completa, pero en el caso de que tu uso sea menos continuado y lo vayas guardando en la caja, cuenta con unas 12-13 horas de autonomía en total si no abusas de las funciones táctiles, un volumen muy alto o la función de sonido ambiente.
Si nos quedamos sin batería, el sistema de carga permite una rápida con la que en 15 minutos podemos alcanzar sobre un 25% de la carga, lo que supone algo más de una hora y media de autonomía.
Samsung insiste en el mercado de los auriculares inalámbricos con unos nuevos Galaxy Buds que vienen a relevar a los Icon, sus primeros intentos de accesorios serios para el audio inalámbrico.
La apuesta esta vez nos convence más. Lo sigue haciendo por diseño (muy cómodos y seguros en el oído) y la calidad de sonido que obtenemos por el precio que pagamos por ellos. Además cuentan con caja de almacenamiento y carga.
La autonomía es de las mejores del mercado, y, para su precio, solo la fiabilidad y diseño de los controles táctiles nos deja dudas sobre el dispositivo. Ah, y que el verdadero lujo es poder usarlos con sus Galaxy S10.
Samsung Galaxy Buds Blancos
El accesorio ha sido cedido para la prueba por parte de Samsung. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.
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