Libra es la nueva moneda digital impulsada por Facebook. Una iniciativa de gran alcance que cuenta con el apoyo de importantes compañías y se postula como una fuerte alternativa a las criptomonedas más populares. Al igual que estas, Libra estará basada en Blockchain pero las similitudes terminan ahí, ya que estamos ante una moneda digital con unas características muy concretas.
Las criptomonedas tienen una serie de propiedades que las diferencian de las monedas tradicionales. Entre ellas se incluye una responsabilidad descentralizada, acceso abierto en el que cualquiera puede conectarse y una mayor seguridad a través de la criptografía. Pero lejos de ser todas iguales, lo cierto es que hoy en día tenemos criptomonedas muy diferentes. Algunas totalmente descentralizadas pero muy volatiles como Bitcoin y otras ligadas a diferentes valores, conocidas como 'stablecoins'. Libra sería del segundo tipo, pero su configuración es bastante especial.
Una vez la Asociación Libra ha dado a conocer el 'White Paper', hemos podido examinar cómo funcionará esta nueva moneda digital, cómo está creada y qué tipo de operaciones permitirá realizar.
Depende de lo que definamos como criptomoneda. Si nos referimos a la manera en la que se aceptan las transacciones y se aprueban los pagos, entonces Libra sí es una criptodivisa. En este caso, Libra utiliza un protocolo denominado HotStuff desarrollado hace unos meses por VMWare. Sin embargo, si como los más puristas definimos criptomoneda en lo relativo a cómo se gestiona la red, entonces Libra no sería una criptomoneda como tal, simplemente una "moneda digital".
Para entender cómo funciona Libra debemos diferenciar tres elementos clave: la Asociación Libra, encargada de tomar decisiones; Libra Blockchain, un nuevo tipo de Blockchain que permitirá establecer los denominados 'Smart Contracts' y finalmente la propia Libra (?), la criptodivisa. Una 'stablecoin' cuyo valor estará ligado a un fondo de monedas fíat como el euro, el dólar o el yen.
Libra será una moneda open source al estar bajo licencia Apache 2.0. Los desarrolladores podrán leer, construir y participar en el programa de parches. Si eres un desarrollador interesado, Libra ha puesto ya a disposición una preview de Libra testnet, junto con la documentación necesaria. Por el momento se encuentra en las primeras fases de desarrollo, pero estamos ante una plataforma abierta.
Para explorar y trabajar con Libra, la organización ha presentado además un nuevo lenguaje de programación, Move, así como una nueva máquina virtual. En el caso de Libra Blockchain, la intención de la plataforma es lanzar Libra Core, escrito en Rust y que acabará convirtiéndose en un nuevo protocolo abierto alternativo a Blockchain.
Facebook explica que su equipo ha tenido un rol principal en el desarrollo de Libra Blockchain y de momento en 2019 seguirá actuando como su más importante desarrollador.
Una vez la moneda digital se lance en 2020, Facebook mantendrá el mismo privilegio que el resto de miembros fundadores. Es decir, tendrá voto en la gestión de Reserva Libra así como de futuros desarrollos pero el funcionamiento de Libra no está relacionado en modo alguno con el ecosistema de aplicaciones de Facebook.
Adicionalmente, Facebook ha creado una subsidiaria denominada Calibra. Se trata de una empresa a través de la cual se gestionará la moneda Libra dentro del ecosistema de Facebook. Mientras que para la gestión de Libra Facebook únicamente contará con su influencia como miembro fundador, a través de Calibra sí podrá aplicar sus respectivas políticas.
En caso de dudar de la privacidad de Facebook, David Marcus, director de Calibra, recomienda entonces simplemente "apostar por alguno de los monederos de nuestros competidores".
La nueva criptodivisa hace uso de una cadena de bloques propia llamada Libra Blockchain basada en un protocolo de consenso llamado Byzantine Fault Tolerant (BFT). Por el momento la Asociación Libra es el principal responsable, pero según los documentos mostrados la intención es que en el futuro se proceda a una moneda totalmente descentralizada, donde cada individuo podrá validar nuevos nodos y confirmar que la transacción es segura. Claro está, esto es una promesa de futuro.
El objetivo de la Asociación Libra es ir descentralizando cada vez más la moneda, pero inicialmente todo el poder recaerá en los miembros fundadores.
Al igual que otras criptomonedas como Ethereum o Tezos, por el momento la responsabilidad de la estructura recae en sus miembros inaugurales, donde cada uno de ellos tendrá un nodo propio para ofrecer acceso a la red. Actualmente hay 28 miembros fundadores, pero según la Asociación Libra en el momento de lanzamiento se espera contar con 100.
Según The Block, el coste estimado anual de mantener un nodo de validación de Libra es de unos 280.000 dólares, suficiente alto para dejar fuera a muchos entusiastas. Más allá del coste, tampoco está muy claro cómo sería esta transición ya que debería contar con el beneplácito de la Asociación Libra.
Tal y como está diseñada, Libra Blockchain empezará siendo por autorización con un sistema Proof-of-Stake (PoS), lo que significa que solo los miembros fundadores tendrán el hardware necesario para participar en el proceso de consenso necesario para crear nuevas monedas. Es una solución que ya hemos visto en otras soluciones empresariales como R3 y ConsenSys. Y es que según la visión de Facebook, los sistemas 'permissionless' como Bitcoin por ahora todavía no están preparados para alcanzar audiencias globales.
¿Cómo se crean nuevas Libras entonces? Para ello se ha creado otro elemento, los 'Libra Investment Tokens'. Se trata de unos tokens en poder de los miembros fundadores que equivalen al porcentaje de activos de la reserva. Es decir, la "moneda" equivalente que utilizarán los miembros fundadores para crear más Libras en su poder. Con esto, a medida que crezca la cantidad de Libras también crecerá la reserva de monedas fíat que ayudará a que no aumente la volatilidad. Una medida de seguridad según explica Facebook.
Of course, there must be more to joining the Investment Token club than merely meeting the outlined requirements (seems like Huawei and Gazprombank might qualify), though it?s not clear to me if it?s a majority vote of the membership or what. pic.twitter.com/SQazr3SdSr
— Jerry Brito (@jerrybrito) 18 de junio de 2019
En un periodo aproximado de 5 años, la idea es que Libra se convierta en una criptomoneda con otros sistemas de consenso, pero hay asociado un problema. Esto es, a más nodos se añaden en la red más lento se gestionan las transacciones. Es un factor limitante que otras monedas como Ethereum ya conocen, pero como por el momento Libra no será una criptomoneda de este estilo, no se enfrentarán a este desafío.
Tenemos por tanto una criptomoneda donde la creación de nuevas monedas queda en manos de los miembros de la Asociación Libra. Al menos por unos cuantos años. Tiempo suficiente para ir viendo cómo evoluciona el sistema.
La ventaja clara de Libra recae en el hecho de contar con el apoyo de grandes compañías como Facebook, Visa, Mastercard, Paypal o eBay para su expansión. Esto ayudará al hecho de que se acepte en más sitios y por tanto se amplíe su uso, potencialmente llegando a usuarios que hasta la fecha no habían tratado con otras criptomonedas. E incluso pudiendo llegar a convertirse en un sistema de pagos global muy utilizado si por ejemplo los usuarios de WhatsApp lo aceptan.
Además está el hecho de ser una 'stablecoin', una moneda que buscará mantener una mayor estabilidad. El objetivo de la Asociación Libra es que su valor siempre se encuentre cercano al del dólar o el euro.
10/ Libra has 3 distinct components:
— David Marcus (@davidmarcus) 18 de junio de 2019
1) a BFT-based (LibraBFT) permissioned (to start) scalable blockchain;
2) a reserve-backed cryptocurrency designed to be a medium of exchange;
3) a new programming language (Move).
Pero el hecho de contar con grandes empresas detrás también es su mayor problema.
No estamos ante una moneda totalmente descentralizada, por lo que en vez de estar en manos de grandes bancos estará, al menos en su inicio, en manos de grandes empresas. Esto provoca que estas empresas puedan actuar para bloquear ciertas transacciones. Otra desventaja es que no utiliza el mismo sistema Blockchain, si bien sí es cierto que el nuevo protocolo seguirá siendo abierto.
Finalmente está el tema de la privacidad y el anonimato. Si nos fijamos en Libra, la criptodivisa no requiere que el usuario esté identificado. Sin embargo, no ocurrirá lo mismo con el monedero digital. Es decir, la propia moneda no requiere identificación pero su uso a través de Calibra sí.
El sistema de permisos de Libra hace que la creación de nuevas monedas esté en manos de los miembros fundadores. Inicialmente se espera que haya 100 empresas públicas que tendrán la gestión de los nodos, esto provocará que sea fácil que se coordinen entre sí para bloquear restringir ciertas transacciones.
Podemos entender a la Asociación Libra como un consejo de miembros equivalente a las grandes organizaciones de banca mundial, donde para realizar cambios se necesitarán al menos dos terceras partes de los miembros.
Los documentos de Libra Blockchain no especifican que tengan que ser regulados por las autoridades, aunque los distintos desarrolladores (como Calibra) sí serán responsables de cumplir con las obligaciones legales y la jurisdicción del país donde operen. Es decir, la propia Asociación Libra no especifica las implicaciones y responsabilidades legales, aunque están deberán ser cumplidas por aquella compañías que ofrezcan operaciones con la moneda.
Pese a que en un futuro Libra pueda ser descentralizada, al contrario de lo que ocurre con otras monedas, el valor de Libra está ligado estrechamente a la Reserva de Libra, un reserva de fondos con bajo riesgo basado en cuatro monedas fíat: el dólar, el euro, el yen y la libra esterlina.
Sin embargo, esta reserva de fondos es bastante opaca. Por el momento se desconoce qué instituciones custodiarán esta reserva y tampoco se han ofrecido más detalles sobre el tipo de depósitos. Si bien, la Asociación Libra sí ha explicado que los fondos estarán en bancos reputados, entidades de alta calidad, con baja volatilidad y geográficamente repartidos para garantizar la descentralización.
Al trabajar con una reserva que combina numerosos fondos de baja volatilidad, se espera que el valor de Libra sea bastante estable. Lo que permitirá no solo comprar siempre a un valor parecido, también recuperar gran parte de la inversión en caso de vender.
Con Libra estamos ante lo que se conoce como "el problema de los oráculos". Mientras que del sistema Blockchain sí sabemos a priori cómo funciona, no tenemos ese conocimiento de la "traducción" de las reservas a la criptomoneda. Es decir, la transparencia que se nos ofrece en la moneda se pierde cuando queremos descubrir las dinámicas internas en la gestión de la reserva.
La Asociación Libra no pagará intereses. Es decir, independientemente del valor de la reserva y la fluctuación no se abonará más dinero. Los posibles intereses generados por la reserva serán utilizados para cubrir los costes del sistema, asegurar comisiones bajas y pagar dividendos a los miembros fundadores.
Todo el dinero extra será enfocado para pagar costes, aunque de nuevo las reglas son bastante opacas. La Asociación Libra será quien establezca las reglas para asignar intereses, aunque inicialmente no se espera que estos fondos generen muchos beneficios al ser de bajo riesgo. Claro está, a medida que la moneda vaya creciendo habrá más beneficios que irán a parar a los miembros de la Asociación.
La reserva de Libra. Ese es el truco. pic.twitter.com/z0E9MoAuoJ
— Cris Carrascosa ?? (@CarrascosaCris_) 18 de junio de 2019
Adicionalmente, como apunta Lewis Cohen, cofundador de DLx Law, "nos encontramos en una época donde los intereses negativos, más si no tienen comisiones, son interesantes".
La ambición de Facebook es la de crear las bases de una moneda que sirva para abastecer las necesidades financieras de millones de usuarios. Para proceder a construir tan basto proyecto, Facebook se basa en dos elementos clave: por un lado el apoyo de los inversores que serán recompensados con votos en la Asociación y con los 'Libra Investment Tokens' y por otro el uso de Libra por parte de los usuarios.
¿Es rentable para las compañías participar en la Asociación Libra y promover la moneda digital? Habrá que verlo con el tiempo. Por el momento cada uno de los miembros fundadores ha colaborado con 10 millones de dólares, que han ido a parar a la reserva. En función del tamaño que alcance esta reserva, los dividendos para los participantes serán más o menos grandes.
Según la estimación de The Block, con un beneficio del 1% en una reserva de 160.000 millones (el tamaño aproximado de la red Bitcoin), se generarían al año 1.600 millones de euros. Más allá de los beneficios, participar en Libra permitirá a los miembros construir nuevos negocios e influir en la dirección de la criptomoneda.
La gestión de la Reserva Libra y su sistema de tokens se ha topado instantáneamente con la oposición los políticos europeos.
Sin embargo no es la rentabilidad económica lo que genera dudas, sino su influencia sobre el sistema económico actual. Habrá que esperar a la reacción de los diversos reguladores, pero por el momento Bruno Le Maire, el ministro de finanzas de Francia, ya ha expresado su preocupación sobre Libra y cómo esta "podría servir para financiar actividades ilegales".
En la misma línea ha ido un diputado alemán al Parlamento Europeo, quien en declaraciones a Bloomberg ha expresado que "corremos el riesgo que Facebook se transforme en un banco fantasma" y "no debe permitirse a las compañías operen en una especie de Nirvana cuando introducen nuevas monedas virtuales".
Es demasiado pronto para saber qué impacto tendrá Libra. Hasta el primer trimestre de 2020 no está planeada su llegada. Dicho esto, Libra podría repercutir indirectamente en una revitalización del Bitcoin. Principalmente por ser dos criptomonedas complementarias y bastante diferentes. Mientras que Libra se fundamenta en la estabilidad y el control de grandes empresas, Bitcoin es más descentralizada.
Pero la clave es, como apunta Binance, que en un futuro cercano Libra podría impulsar los pagos digitales y el ecommerce a un nivel todavía no alcanzado. Esto permitiría que más usuarios tuvieran su primer contacto con las criptomonedas y por tanto el conjunto de ellas se beneficiaría. A largo plazo, la previsión es que Libra podría representar una fuerte competencia al sistema actual de monedas y sus elevadas comisiones y restricciones.
Falta mucho por conocer todavía. La Asociación Libra tiene que seguir ofreciendo más documentación, el lenguaje de programación Move tiene que evolucionar y se deberá terminar de elaborar el framework, que de momento es un prototipo.
Otro aspecto que desconocemos es qué empresas apostarán por Libra. No solo nos referimos a todas las empresas que faltan hasta llegar a los 100 miembros que Facebook promete que pertenecerán a la Asociación Libra en 2020, también cuáles de ellas crearán su propio monedero digital de pagos para rivalizar y presentar una alternativa a Calibra.
¿Qué podremos llegar a pagar con esta nueva moneda? ¿Llegaremos a intercambiar Libra por dinero físico como apunta David Marcus? ¿Reaccionarán Google, Amazon, Apple o Microsoft con su propia moneda? El futuro de Libra es muy prometedor pero también abre la puerta a muchas incógnitas. La seguiremos de cerca para descubrirlo.
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