Phil Harrison explica con un convencimiento absoluto cuál es la auténtica motivación de Google. Stadia es la herramienta con la que los de Mountain View quieren ampliar el mercado de los videojuegos. Llegar a más jugadores. Y también a más desarrolladores. Pero para lograrlo tienen por delante retos de una enorme envergadura, y el más importante de todos ellos es convencer a los jugones de que la experiencia que nos proponen realmente merece la pena.
Esto es precisamente lo que queríamos averiguar desde que descubrimos este servicio, así que no nos lo pensamos dos veces cuando Google nos propuso viajar a Londres para probar Stadia en sus oficinas. No cabe duda de que es un aperitivo muy apetecible que puede hacer un poco más amena la espera hasta que este servicio de videojuegos mediante streaming esté disponible en España durante el próximo mes de noviembre. ¿La guinda de este pastel? La posibilidad de hablar con Phil Harrison, el máximo responsable mundial de Stadia. Aquí tenéis nuestras primeras impresiones acerca del servicio que aspira, literalmente, a cambiar las reglas del juego.
Aunque os hemos contado todo lo que sabemos acerca de Stadia a medida que Google ha ido dando a conocer las peculiaridades de este servicio nos viene bien repasar brevemente sus principales características antes de profundizar en nuestra primera toma de contacto con la plataforma. Stadia es un servicio de videojuegos mediante streaming que nos promete que podremos jugar con una resolución máxima de 4K UHD, a 60 FPS, con HDR y sonido multicanal 5.1 en un abanico muy amplio de dispositivos y a través de una conexión a Internet de al menos 10 Mbps (para obtener la máxima calidad es necesaria una conexión de al menos 35 Mbps según Google). Pero hay algo más.
También es un servicio de distribución de videojuegos, un matiz que nos interesa introducir porque la suscripción a esta plataforma no nos ofrece acceso a todo el catálogo de títulos que incorporará. Google ha confirmado que la suscripción a Stadia Pro, que costará 9,99 euros al mes y estará disponible en noviembre, nos permitirá acceder a un abanico amplio de juegos, pero también contemplará descuentos para aquellos títulos que no forman parte de su «fondo de armario». Aún no sabemos con precisión qué juegos tendremos que pagar aparte, pero parece razonable pensar que serán los títulos triple A de última hornada. Y quizá también algunos que no sean estrictamente súper producciones.
El paquete Founder?s Edition cuesta 129 euros e incorpora un mando de control de Stadia, un Chromecast Ultra, tres meses de suscripción a Stadia Pro y un pase de tres meses de prueba que podemos ceder a un amigo
Lo que sí sabemos es algo que nos confirmó Phil Harrison durante nuestra reunión con él: los juegos que pagaremos aparte tendrán a priori y salvo ofertas puntuales el mismo precio que en otras plataformas, como PlayStation o Xbox. Aun así, confían en que la posibilidad de disfrutarlos a través de un abanico amplio de dispositivos sea suficientemente atractiva para atraer a los jugones. Google ya ha confirmado que podremos acceder a Stadia desde nuestro televisor, ordenador portátil, equipo de sobremesa, tablet o smartphone. Y también que desde el primer día podremos utilizarlo desde un ordenador, un smartphone Pixel 3 o 3a, o un televisor. Eso sí, para usar esta última pantalla tendremos que conectar a nuestra tele un Chromecast. En el futuro llegará también a otros teléfonos móviles y tabletas que tengan instalado el navegador Chrome, pero Google aún no ha dado a conocer en qué fecha.
Los usuarios que quieran acercarse a Stadia a través de la experiencia que nos propone en un televisor pueden reservar ya el paquete Founder?s Edition, que cuesta 129 euros e incorpora un mando de control de Stadia, un dispositivo Chromecast Ultra, tres meses de suscripción a Stadia Pro y un pase de tres meses de prueba de Stadia Pro que podemos ceder a un amigo. En 2020 llegará otra modalidad de acceso conocida como Stadia Base que será gratuita, pero que nos obligará a conformarnos con recibir una señal con una resolución de 1080p, 60 FPS y sonido estéreo. No nos permitirá acceder a los juegos que Google publicará gratuitamente con regularidad, pero sí comprar sin restricciones los títulos que nos interesen.
En cierto modo Stadia recuerda a los servicios PlayStation Now de Sony y Xbox Game Pass de Microsoft, pero hay diferencias importantes entre estas plataformas que nos interesa conocer. La propuesta de Sony nos permite acceder a los juegos tanto mediante descarga como vía streaming (aunque en nuestra opinión tiene un margen de mejora claro), y Xbox Game Pass requiere que descarguemos e instalemos los juegos en nuestra consola o PC. Pero Stadia no. Los juegos se ejecutan directamente en los servidores de Google, en la Nube, por lo que los usuarios no tenemos que preocuparnos por las actualizaciones o los parches. Pero las diferencias entre estos modelos van más allá.
La suscripción a Xbox Game Pass nos permite acceder a todo su porfolio de videojuegos (aunque no a todo el catálogo de la consola), entre los que se encuentran todos los títulos exclusivos de última hornada lanzados por los estudios de la propia Microsoft. Sin embargo, como hemos visto, la suscripción a Stadia no nos da derecho a acceder a todo su catálogo. Habrá juegos que tendremos que comprar aparte. Es evidente que cada uno de estos modelos tiene ventajas e inconvenientes, por lo que somos los usuarios quienes tenemos la libertad de elegir aquel que mejor encaja con nuestras necesidades.
Unos minutos antes de iniciar la demostración de Stadia los responsables de Google nos pidieron al pequeño grupo de periodistas que íbamos a participar en ella que no tomásemos fotografías. Por esta razón, desafortunadamente, no he podido ilustrar este artículo con imágenes reales del equipo y las instalaciones de prueba, y he tenido que recurrir a las fotografías oficiales de Stadia que nos ha ofrecido Google.
Durante nuestras pruebas utilizamos la misma conexión de fibra óptica corporativa que proporciona acceso a los equipos de las oficinas de Google
Lo primero que hice nada más entrar en la habitación en la que íbamos a llevar a cabo la demostración fue preguntar a uno de los técnicos de Google que nos acompañaba qué tipo de conexión a Internet íbamos a utilizar. Su respuesta fue clara: la misma conexión de fibra óptica corporativa que proporcionaba acceso a la Red a los demás equipos de las oficinas de Google. Stadia no tenía una línea de fibra óptica de alta velocidad dedicada, por lo que debía compartirla con decenas de puestos de trabajo. Lo interesante de esta opción es que no parecía que Google hubiese preparado un escenario de prueba que favoreciese claramente al rendimiento de Stadia, pero la parte menos convincente es que no conocíamos la velocidad exacta de la conexión a Internet que íbamos a utilizar.
El siguiente descubrimiento que hice fue comprobar que para probar el servicio íbamos a utilizar un televisor que recibiría la señal de Stadia a través de un Chromecast Ultra conectado a uno de sus puertos HDMI. Y también usaríamos un mando de control específico creado para Stadia y no un pad estándar para consola o PC, con los que el servicio de Google también es compatible. Como veremos más adelante una de las ventajas que nos ofrece el mando de Stadia frente a otros dispositivos de control es una reducción en teoría significativa de la latencia. En cualquier caso, el mando que utilizamos es el mismo que Google nos ofrece en el paquete Founder?s Edition.
Además, el dispositivo Chromecast Ultra que recibía la señal de Stadia estaba conectado vía WiFi a un punto de acceso inalámbrico Google WiFi. Y el juego con el que íbamos a probar el servicio era ?DOOM Eternal?, el título de disparos en primera persona de id Software y Bethesda que llegará el próximo 22 de noviembre, además de a Stadia, a PlayStation 4, Xbox One, Nintendo Switch y PC. Este videojuego aún está en desarrollo, y, además, la versión de Stadia que íbamos a utilizar no era la final, lo que provocó, según los responsables de Google, que la señal que íbamos a recibir tuviese una resolución de 1080p, y no 4K UHD, y una cadencia de 60 FPS.
Como es lógico habríamos preferido probar Stadia en nuestras propias instalaciones porque, de esta forma, habríamos podido controlar con precisión el escenario de test y el rendimiento de la conexión a Internet. También habríamos podido comparar la latencia de este servicio utilizando el mando oficial de Stadia y un pad estándar, e incluso habríamos podido poner frente a frente la calidad gráfica del servicio de Google con la que nos ofrece un PC o una consola de videojuegos. Las condiciones en las que hemos podido probar este servicio no son las idóneas para llegar a una conclusión definitiva acerca de qué experiencia nos propone, pero al menos nos han permitido formarnos una idea bastante certera acerca de lo que podemos esperar de Stadia cuando finalmente esté disponible en noviembre. Y como primera toma de contacto no está nada mal.
Los aficionados a los videojuegos sabemos que la latencia, que es el tiempo que transcurre desde que llevamos a cabo una acción con el mando de control hasta que esta tiene un efecto en la pantalla, tiene un impacto directo en nuestra experiencia. Curiosamente, no todos los videojuegos son igualmente sensibles a la latencia. De hecho, algunos de los géneros que requieren una mayor precisión en el control, y que, por tanto, son más sensibles a la latencia, son los juegos de acción en primera persona y los de lucha. Esta es la razón por la que me llevé una sorpresa agradable cuando descubrí que iba a poder probar Stadia con ?DOOM Eternal? y no con ?Assassin?s Creed Odyssey?, que es el título que Google había utilizado en otras demostraciones de su servicio.
'DOOM Eternal' es más sensible a la latencia que 'Assassin's Creed Odyssey', por lo que es preferible llevar a cabo las pruebas con él
La latencia condiciona en tal medida nuestra experiencia que es una de las razones por las que Google ha decidido no ofrecer Stadia a través de conexiones LTE 4G. Al menos por el momento. Esta fue la respuesta de Phil Harrison cuando le hice llegar mi interés en este tema y en las posibilidades del 5G: «El streaming de videojuegos a través de las conexiones 4G no es viable debido a la alta latencia, pero este problema ha sido resuelto por la tecnología 5G, así que estamos trabajando en esta última posibilidad». Como veis es muy probable que a medio plazo Google anuncie que podremos utilizar Stadia en los dispositivos que tienen conectividad 5G. Esperemos que esta posibilidad se vea acompañada por la llegada de auténticas tarifas planas que eviten que tengamos que estar pendientes de nuestro consumo de datos.
A la hora de evaluar la latencia es importante que tengamos en cuenta que no solo es el resultado de la conexión a Internet que estamos utilizando; también la introducen el medio de conexión que hemos habilitado entre el dispositivo de reproducción y nuestro router, el televisor, e, incluso, el sistema de control implementado por el propio juego. Por esta razón las condiciones en las que llevamos a cabo la prueba no me permitieron identificar con precisión en qué medida la latencia estaba asociada a la infraestructura de Stadia, y no al televisor o a la conexión WiFi que estábamos usando entre el Chromecast y el punto de acceso inalámbrico Google WiFi.
En cualquier caso, lo importante es que en este escenario de prueba y a 1080p@60 FPS ?DOOM Eternal? era perfectamente jugable. Mi experiencia con Stadia no fue la última palabra en lo que se refiere a la latencia porque sí, había latencia. Pero, aun así, el juego era muy disfrutable porque era baja. De hecho, no es muy diferente a la que he experimentado muchas veces cuando juego a un FPS similar a este de id Software en un PC o una consola de videojuegos. Probablemente en cierta medida el responsable de este resultado fue el mando de control de Stadia, que utiliza su conectividad WiFi para conectarse directamente al servidor de Google que nos está sirviendo el juego y no al dispositivo que se encarga de enviar las imágenes al televisor. Esta estrategia tiene un impacto positivo en la latencia porque, en teoría, la reduce.
El hardware gráfico de los servidores de Stadia tiene una potencia de 10,7 TFLOPS, una cifra muy superior a los 4,2 TFLOPS de PS4 Pro y los 6 TFLOPS de Xbox One X
El otro reto técnico que Stadia tiene por delante es la calidad de sus gráficos. Google ha confirmado oficialmente que el hardware gráfico de cada uno de sus servidores tiene una potencia de 10,7 TFLOPS, una cifra muy superior a los 4,2 TFLOPS de PS4 Pro y a los 6 TFLOPS de Xbox One X. Estas cifras son interesantes porque nos permiten comparar fácilmente varias plataformas, pero la capacidad de cálculo en TFLOPS no es ni mucho menos el único dato relevante a la hora de evaluar la potencia de una tarjeta gráfica o una consola de videojuegos. En cualquier caso, el hardware de Stadia debería permitirle garantizarnos una tasa de imágenes por segundo de 60 FPS absolutamente estables a 1080p, y en teoría también a 4K UHD.
Lo interesante es que el dispositivo en el que reproducimos las imágenes generadas por el servidor de Stadia al que nos hemos conectado no recibe exactamente la señal generada por el procesador gráfico del servidor. Antes de que esas imágenes sean encauzadas en Internet son procesadas por un codificador de vídeo, de manera que el tren de datos que recibimos se parece mucho a un vídeo de Netflix o de cualquier otra plataforma de vídeo bajo demanda. Esta estrategia permite a Google ahorrar ancho de banda y reducir la latencia, pero el precio a pagar es que la compresión puede provocar que las imágenes pierdan algo de detalle.
Los gráficos de ?DOOM Eternal? eran buenos y su nivel de detalle alto, pero en este apartado, en mi opinión, sucede lo mismo que cuando hablábamos de la latencia: la experiencia que nos propone Stadia si nos ceñimos a los gráficos es buena, pero no sorprende. Es importante que recordemos que este título aún está en desarrollo y que, por tanto, la versión que utilizamos en la prueba no es la final. En cualquier caso, sus gráficos son buenos, pero he disfrutado otros juegos similares en PC y consola con un acabado gráfico más espectacular, texturas de más calidad y un nivel de detalle un poco más alto. Lo difícil en este contexto es identificar en qué medida debemos atribuir estos gráficos al codificador de vídeo de Stadia, o bien al trabajo realizado por los grafistas de id Software. Saldremos de dudas tan pronto como podamos probar Stadia en nuestras propias instalaciones y comparemos su calidad gráfica «de tú a tú» con la que nos ofrecen un PC y las consolas de videojuegos.
Como hemos visto el mando de control que nos propone Google debe tener un impacto positivo en la latencia, al menos en teoría. Pero esta no es su única cualidad atractiva. Los aficionados a los videojuegos sabemos que la ergonomía del mando de control que utilizamos tiene un impacto importante en nuestra experiencia. Y, afortunadamente, en este terreno el mando de Stadia no me ha defraudado. De hecho, en mano me recuerda mucho al mando de Xbox One, que está estupendamente diseñado. Y lo mismo sucede con el tacto de los sticks analógicos y los botones: rinden a un nivel alto. En mi opinión el mando de Google no está al sobresaliente nivel del de Xbox One, pero se acerca mucho, y esto no es otra cosa que todo un piropo. Merecido, por supuesto.
Un detalle interesante del mando de Stadia es que incorpora un micrófono. Y también que es compatible con Google Assistant, por lo que podemos llevar a cabo algunas acciones utilizando nuestra voz tal y como lo hacemos con un smartphone con Android o un altavoz inteligente de Google. Podemos pedirle que inicie un juego de nuestro repositorio, que detenga la ejecución para pasar a otro título, etc. También tiene un botón para capturar imágenes y vídeo, una prestación que hoy en día es importante para muchos aficionados a los videojuegos; un jack de 3,5 mm para auriculares, un puerto de tipo USB-C para cargar la batería y conectividad WiFi 802.11ac y Bluetooth 4.2. Estará disponible en la tienda de Google cuando llegue Stadia a un precio de 69 euros.
Nuestra primera toma de contacto con Stadia ha sido positiva. El servicio funciona, y, además, lo hace bien. ?DOOM Eternal?, el primer juego que hemos podido probar, nos ofrece una experiencia lograda, con un ritmo intenso, una tasa de imágenes estable y buenos gráficos. Además, la latencia es lo suficientemente baja para que no represente un problema en un título de disparos en primera persona como este, en el que la precisión es muy importante.
Stadia nos propone que nos despreocupemos de las actualizaciones, los parches y las mejoras del hardware
Stadia tiene a su favor bazas potentes como son la posibilidad de disfrutar nuestros juegos en un abanico de dispositivos amplio, de despreocuparnos de parches y actualizaciones, y de continuar nuestra partida en un dispositivo diferente a aquel en el que la hemos empezado con sencillez. También nos propone que nos olvidemos de actualizar el hardware de nuestro PC, o de comprarnos una consola de nueva generación. Pero, al mismo tiempo, algunos usuarios pueden mostrar recelos al no tener nada tangible que sea posible preservar, un hándicap que también tienen servicios como Steam o Epic Games Store. Es evidente que cada modelo tiene ventajas e inconvenientes.
Tan pronto como nos resulte posible analizaremos a fondo el nuevo servicio de Google en nuestras propias instalaciones para comprobar de forma objetiva y profunda qué experiencia nos ofrece en un escenario de uso real. Si su latencia realmente es tan baja como asegura Google. Y si sus gráficos están a la altura en otros juegos más allá de ?DOOM Eternal?. También será muy importante comprobar qué títulos se van incorporando a su catálogo más allá de los que ya ha anunciado Google porque, como todos sabemos, lo más relevante de una plataforma para juegos son, precisamente, los juegos. Os mantendremos puntualmente informados de todas las novedades que sin duda llegarán durante los próximos meses acerca de Stadia.
Más información | Google Stadia
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