El senado francés aprobó la popularmente denominada como "tasa Google", un impuesto del 3% sobre los ingresos en servicios digitales para aquellas firmas con más de 25 millones de euros en Francia o 750 millones en ingresos globalmente. La tasa ya fue anunciada por el gobierno de Macron a finales del año pasado y el objetivo es recaudar unos 500 millones de euros durante 2019.
Francia se convierte así en el primer país en aprobar la aplicación del impuesto a las grandes tecnológicas, una tasa que la Unión Europea ha decidido todavía no implementar por los conflictos que podría generar, entre otros con los EE.UU ya que principalmente la medida afecta a los gigantes tecnológicos estadounidenses como Google, Amazon, Facebook o Apple.
Ante la reciente aprobación, el presidente Donald Trump de los EE.UU, ha ordenado la investigación de esta tasa. Una postura que podría derivar en nuevos aranceles y restricciones para la Unión Europea, según informa Reuters.
Según declaraciones de la Administración Trump recogidas por EFE: "la estructura del propuesto nuevo impuesto así como las declaraciones hechas por funcionarios sugieren que Francia esté dirigiendo injustamente el impuesto a ciertas compañías tecnológicas con sede en Estados Unidos".
Por parte de Bruno Le Maire, Ministro de Finanzas y Economía francés, ha comentado que "entre aliados, podemos y debemos resolver nuestras disputas, no mediante amenazas, sino a través de otras formas".
Países como España, Austria, Italia o Reino Unido también han planteado medidas para imponer impuestos a las grandes tecnológicas, pero todavía no se han aprobado. La Unión Europea decidió mantener esta cuestión a nivel nacional, por lo que está en manos de cada gobierno decidir si implanta este impuesto. Pese a las presiones de los EE.UU.
USTR Announces Initiation of Section 301 Investigation into France?s Digital Services Tax # pic.twitter.com/T1EvRU4sqw
— USTR (@USTradeRep) 10 de julio de 2019
Donald Trump mantiene varios frentes abiertos. Además de China, ahora EE.UU se ha fijado y podría acabar derivando en una nueva guerra comercial con la Unión Europea. De momento se va a abrir una investigación a raíz de la medida de Francia, pero como ha remarcado Robert Lighthizer, representante de la Cámara de Comercio estadounidense: "El presidente ha ordenado que investiguemos la nueva legislación francesa y determinemos si es discriminatoria o no razonable y limita o entorpece el comercio de EE UU".
En el marco internacional, la posible solución para "la tasa Google" pasa por que a final de año mediante el proyecto del G20 se aclare el marco legal. En el caso de que no fructificasen los gravámenes diseñados a ese nivel, la Comisión Europea retomaría la creación del gravamen.
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