El servicio de coches compartidos Car2Go experimentó el pasado 15 de abril un incidente de lo más surrealista. En la ciudad de Chicago comenzaron a alquilarse más coches de la cuenta ese lunes, algo en principio nada preocupante y hasta rentable. Sin embargo, poco a poco vieron que se tardaba más de la media en ser de vueltos y que a veces incluso ni se devolvían. Comprobando los sistemas y la ubicación de los coches vieron que se estaba realizando una congregación a las afueras de la ciudad. Los coches habían sido robados y no tenían modo alguno de identificar a los ladrones.
Car2Go tiene medidas de seguridad para controlar y encontrar sus coches, como por ejemplo un GPS en el interior del vehículo para encontrarlo en todo momento. También pueden deshabilitar su funcionamiento de forma remota. ¿El problema? Los que cogieron los coches desactivaron el GPS y los sistemas de seguimiento, por lo Car2Go no tenía forma de encontrarlos rápidamente. Chicago se lleno de coches de Car2Go a los que en muchas ocasiones les habían quitado las etiquetas de la empresa. Se trataba de coches Mercedes principalmente, pues Car2Go es del grupo Dailmer AG del que forma parte también Mercedes.
¿Cómo se llegó a esta situación tan surrealista? Tal y como comentan en Bloomberg Businessweek, todo tiene que ver con el registro de los usuarios en Car2Go. Los servicios de alquiler de vehículos tienen que jugar con la comodidad de ofrecer el servicio cuanto antes posible y por otra parte con la confianza de que están alquilando el vehículo (coche, moto, bicicleta, patinete...) a una persona que lo va a devolver.
En un intento de tirar más la balanza hacia la comodidad, Car2Go decidió relajar sus normas de registro y verificación. De un proceso de aproximadamente dos días para la verificación por un humano a un proceso casi instantáneo con la verificación por ordenador. Como resultado, los ladrones comenzaron a crearse cuentas falsas con datos o bien robados o bien inventados.
A partir de ahí sólo fue cuestión de hacerse con la mayor cantidad de coches a la vez. Al no existir forma alguna de identificar quienes fueron aquellos que cogieron el coche, ya que crearon cuentas falsas para utilizar el servicio, no tenían forma de bloquearlos de forma inmediata.
Car2Go finalmente se puso en contacto con la policía y consiguieron recuperar en los siguientes días los coches. Eso sí, la compañía tuvo que suspender el servicio ya que si no no había forma de distinguir a los clientes legítimos del grupo de ladrones. Alrededor de 75 vehículos fueron robados y si bien se recuperaron, algunos fueron dañados o directamente destrozados al completo. A pesar de que fue fácil recuperar los coches para la policía, no podían arrestar a los conductores ya que no podían demostrar que fuesen los ladrones de los coches, muchas veces estos directamente los alquilaron o prestaron a otras personas.
Según indicó Car2Go a Bloomberg Businessweek, mejoran periódicamente su sistema de seguridad y verificación. Poco después del incidente volvieron al registro y verificación manual de los nuevos clientes en el servicio.
Los coches compartidos, a pesar de las ventajas que puedan ofrecer para el usuario, también son un problema de seguridad y económico para las empresas en algunas ocasiones. No solamente se facilita el acceso al vehículo a más personas, sino que también se permite el acceso sin apenas verificación de los antecedentes de dicha persona. Aunque el problema no es sólo de los coches compartidos, los coches con nuevas tecnologías en general también son cada vez más propensos a hackeos.
Vía | Bloomberg Businessweek
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