El Espacio es un sitio difícil, pero es que a veces necesitamos ponérnoslo difícil. Cuando Kennedy dio su discurso en 1962, la mayor parte de la tecnología que necesitábamos para ir a la Luna no existía. Probablemente, no estaba ni imaginada con detalle. Fue el trabajo de 400.000 personas (algunas de ellas españolas) el que hizo que los astronautas pisaran la Luna, pero no solo pisar la Luna.
Aquel desafío técnico hizo que algunas de las mejores mentes de su generación se enfrentaran a problemas nuevos y diseñaran inventos y técnicas que se extendieron rápidamente en la sociedad. Muchas de esas cosas, de hecho, las vemos como algo natural, pero nacieron con el programa espacial.
El Apollo, por ejemplo, creó el primer sistema digital de control de vuelo, una tecnología desconocida que hoy tiene un papel central en la economía del mundo permitiendo que se hagan casi 150.000 vuelos diarios en todo el mundo con una precisión sorprendente. De hecho, este es el sistema de los modernos sistemas de navegación, estabilidad y frenado antibloqueo de los automóviles.
Antes de los años sesenta el control de las aeronaves se hacía mecánicamente. Es decir, los instrumentos de la cabina se conectaban con los timones y el resto de los mecanismos con cables y varillas. Draper Laboratories desarrolló un sistema de guía por computadora para el módulo lunar con la idea de evitar errores humanos y ganar precisión. Fue un éxito (aunque la NASA tardó años en conseguir aterrizarlo en el mundo de la aviación).
Apollo también fue un antes y un después en el mundo de la seguridad alimenticia. La NASA no se podía permitir que unos alimentos en mal estado enfermaran a la tripulación. Pillsbury, el contratista de la agencia para esta tarea, se dio cuenta que los controles de calidad de esa época estaban en pañales y creó los primeros sistemas que controlaban todo el proceso de fabricación implementando numerosos procesos que hoy por hoy son el día a día de la industria.
Pero no solo de sistemas y procesos vive el hombre. Hay al menos tres innovaciones que se desarrollaron para el Apollo y que hoy tenemos totalmente normalizadas. La primera son las mantas térmicas (que en inglés aún se llaman "Space Blankets") que, aunque se crearon para aislar los trajes espaciales, hoy "están en muchos kits de emergencia o se entregan al final de las carreras".
La NASA también fue pionera en desarrollar mucha de la tecnología antisísmica que, a día de hoy, refuerza edificios, puentes y otras muchas estructuras. Estos dispositivos se diseñaron para evitar desperfectos de los edificios y estructuras cercanas a las zonas de despegue.
La última innovación fueron los audífonos recargables y es realmente curioso porque es una tecnología que no ha estado plenamente operativa hasta 2013. Antes, las baterías solían ser desechables porque eran demasiado pequeñas para emplear otras tecnologías como el ion-litio. La llegada de la tecnología necesaria, vino de la mano de la investigación de la NASA durante el Apollo.
Hay muchas cosas más, pero esto parece una buena muestra de que el espacio es mucho más que cuatro astronautas dándose paseos en el vacío: es un lugar donde hacer realidad los sueños tiene un retorno casi inmediato en el resto de la sociedad. Esperemos que siga siendo así.
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