No es una app y en el momento de usarla no nos pide ningún dato.
En la era de las redes sociales, todo es rápido... efímero. Dejamos atrás Faceapp, la aplicación que convierte nuestros selfies en cómo seríamos de mayores o de jóvenes, polémica sobre la privacidad incluída, y pasamos a hablar de una página web (esta vez no es una app para el móvil) que convierte una foto en una pintura clásica.
Esta web se llama Aiportraits y transforma nuestro sonriente selfie en una imagen que parece una obra maestra de la pintura clásica. Para conseguirlo utiliza Inteligencia Artificial (IA). La herramienta fue desarrollada por científicos del MIT-IBM Watson AI Lab.
Tanto ha sido su éxito que la web ha dejado de estar operativa para ponerla a punto de nuevo y poder afrontar tanta demanda. Todo el mundo quiere su "cuadro al óleo".
Hay varias diferencias respecto a Faceapp y todos a favor de nuestra privacidad. Aiportraits es un sitio web y por lo tanto no tenemos que cargar ninguna app en nuestro móvil. Además, en el momento de usarla no nos pide ningún dato.
Simplemente, subimos una foto y en unos segundos vemos ese rostro transformado en un cuadro pintado a la antigua usanza. En la web aseguran que las fotos se envían a sus servidores para generar retratos: "No usaremos los datos de sus fotos para ningún otro propósito y los eliminaremos de inmediato".
Los investigadores han archivado en sus ordenadores miles de imágenes de pinturas de la historia del Arte (unas 45.000), desde el Renacimiento hasta el arte del siglo XX. Su IA ha desarrollado así un algoritmo capaz de crear los retratos con diferentes estilos, todos basados en los grandes maestros de la pintura.
Los del MIT-IBM Watson AI Lab afirman que su algoritmo no sólo "pinta" una cara al óleo, sino que genera nuevas características (no deja de ser una interpretación del rostro que subimos). Para ello utilizan una "Red de confrontación generativa" (GAN, por sus siglas en inglés).
Llama la atención que Aiportraits no nos pinta una sonrisa. O dicho de otro modo, si subimos una foto sonriendo nuestro retrato pictórico no sonreirá. Resulta que la IA ha deducido de la base de miles de cuadros de la que ha aprendido que los grandes mastros no pintaban personas sonrisas.