Hubo un tiempo en que Nokia dominaba de forma absoluta el segmento de la telefonía móvil. Aquel dominio terminó con la llegada del iPhone y la firma finlandesa acabó cambiando de rumbo para acabar siendo comprada por Microsoft y luego revendida a la empresa finlandesa HMD Global Oy.
Esa vuelta a sus orígenes geográficos le ha sentado bien a Nokia, que ha resurgido un poco de sus cenizas y que ha vuelto al mercado con propuestas modestas pero llamativas. La estrategia le ha llevado a vender casi 5 millones de terminales en el último trimestre.
Hablábamos ayer de cómo el mundo de los móviles está siendo conquistado por los fabricantes chinos, pero parece haber hueco para empresas como HMD Global, que ha sacado muy buen partido de la marca Nokia y ha logrado aprovecharla para vender millones de teléfonos desde que esa andadura comenzara a principios de 2017.
En el último trimestre sus ventas han ascendido un 20% respecto al mismo periodo del año anterior y se han colocado en 4,8 millones de unidades, pero además se han recuperado de forma notable del bajón del primer trimestre en el que cayeron a 3,1 millones.
Eso le ha permitido a Nokia (o más bien, a HMD) estar entre los 10 fabricantes más importantes del mundo. Según los datos de Counterpoint Research Nokia está en noveno lugar con una cuota de mercado del 1,3%.
No es un dato especialmente destacable comparado con lo que antaño llegó a tener, pero sí cuando tenemos en cuenta que la firma parecía casi defenestrada hace pocos años.
La firma no solo se ha apuntado a esas gamas modestas de móviles basados en Android, sino que ha sabido aprovechar el tirón de la nostalgia y ha recuperado sus viejos feature phones (como el Nokia 3310 o el reciente, el Nokia 210) adaptándolos a los nuevos tiempos e integrando el sistema operativo KaiOS que los convierte en excelentes alternativas para mercados emergentes y en vías de desarrollo.
Está aún lejos de marcas como LG o Lenovo que venden aproximadamente el doble de terminales, y por debajo Realme, la nueva marca del grupo BBK (el mismo al que pertenecen OPPO, Vivo y OnePlus) aprieta fuerte también, pero aún así Nokia plantea una singular competencia en un mercado muy, muy competitivo. Bien por ellos.
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