Estás viendo una serie o una peli en casa vía Wi-Fi y de repente aquello se para. En pantalla, el insufrible icono animado que indica que el vídeo está cargándose en memoria (buffering) para poder seguir reproduciéndose. Ese problema podría ser pronto casi cosa del pasado.
Al menos eso aseguran los investigadores del MIT que han creado un sistema que permite optimizar el funcionamiento de las redes Wi-Fi domésticas para evitar el pixelado de los contenidos de vídeo y el buffering cuando estas redes están congestionadas.
En el Computer Science and Artificial Intelligence Laboratory (CSAIL) han desarrollado un sistema llamado Minerva que analiza los vídeos anteso de comenzar a reproducirlos. Con ese análisis se estima cuál será el impacto de ser reproducidos a menor calidad. El MIT ya realizó avances en este sentido hace dos años.
Gracias a dicho estudio previo de los contenidos de vídeo se puede hacer un uso más inteligente de la conexion Wi-Fi, sobre todo cuando la comparten varios usuarios en un mismo entorno: Minerva es capaz de asignar el ancho de banda necesario a cada usuario para que haga lo que haga -sobre todo si está viendo vídeo en streaming- la experiencia no se vea perjudicada.
El algoritmo ajusta además esa calidad del vídeo de forma constante para irse adaptando a esas necesidades cambiantes de la conexión y del propio vídeo. En pruebas en entornos reales Minerva fue capaz de reducir el tiempo de buffering a la mitad, además de mejorar la calidad de reproducción en uno de cada tres casos.
Aunque la idea se aplicó a esos entornos domésticos, en el MIT creen que su sistema es aplicable a entornos muchísimo más amplios: proveedores como Netflix o Hulu podrían aprovechar la idea para distribuir el vídeo a su enorme base de usuarios. No es necesario sustituir el hardware, y lo único que hay que hacer es sustituir el tradicional protocolo TCP/IP que se usa tradicionalmente por el protocolo Minerva creado por el MIT.
Vía | Engadget
Más información | CSAIL