Europa hace mucho tiempo que dejó de poder competir de tú a tú con las empresas tecnológicas norteamericanas, y últimamente incluso con las chinas. Las perspectivas futuras tampoco son nada buenas, y según informa Político, uno de los medios con mejores fuentes en el seno de la Unión Europea, funcionarios de la Comisión Europea están preparando dos planes para tratar de ganar competitividad.
Han elaborado un borrador de 173 páginas donde se plantea, por una parte, imponer unilateralmente aranceles a bienes de procedencia norteamericana, y por otra, tratar de competir mejor con las grandes tecnológicas. En este sentido, en el seno de la Comisión se está presionando a la nueva presidenta, Ursula von der Leyen, para que cree un Fondo Europeo de Futuro que invierta 100.000 millones de dólares en participaciones en empresas europeas de alto potencial.
Las empresas norteamericanas cuentan con hasta 100 veces más valor que las más valiosas de Europa, y el propio documento reconoce que en el viejo continente tampoco tenemos empresas del tamaño y calado de Baidu, Alibaba y Tencent.
De momento, el conjunto de medidas no son más que un plan sin implicación legislativa que se está preparando y discutiendo internamente, pero las amenazas a las que ese quiere enfrentar son muy reales. Ante la oleada de aranceles que Trump está estableciendo o quiere establecer, como los de los coches europeos, la respuesta según el plan sería la de imponer aranceles también a Estados Unidos. Esto, por ejemplo, afectaría enormemente a compañías como Apple, Intel o Qualcomm, que podrían verse obligadas a subir precios al usuario final.
Esto es algo que no encaja en la tradición de Reino Unido, pero si finalmente se consuma el Brexit, Francia y Alemanía tendrían más vía libre para aplicar esas políticas más intervencionistas, según Político.
Si la OMC pierde su peso, China y Estados Unidos podrían imponer con mayor firmeza sus condiciones
El bloqueo estadounidense a la Organización Mundial del Comercio, que Trump ha amenazado con abandonar, rompe las vías de negociación más claras y hace que desde la Unión Europea se estén buscando medidas más efectivas para contrarrestar los efectos.
Volviendo al Fondo Europeo de Futuro, el deseo según el documento es que las empresas europeas puedan lograr éxitos pasados como cuando se estableció el estándar de comunicaciones móviles GSM, que generó un contexto para el crecimiento de Europa. Su creación formaría parte de otras medidas para dar forma al mercado tecnológico global, como el Reglamento General de Protección de Datos. Parte de la financiación podría proceder de los fondos ya destinados a investigación, desarrollo regional y capital riesgo.
Imagen | Gage Skidmore
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